MacGyver, héroe a la argentina
MacGyver comparte con un selecto y privilegiado grupo de personajes protagónicos de series clásicas una condición única. Como Daktari, Míster Ed, Kojak, Baretta, Columbo y Petrocelli, su nombre trascendió el espacio televisivo para formar parte de nuestro imaginario cotidiano.
Desde su estreno en la Argentina, cuando todavía las series ocupaban espacios centrales en la grilla de programación de los canales de aire, MacGyver no tardó en convertirse en un ciclo de enorme popularidad. La explicación tal vez haya que buscarla en cuestiones ciertamente ajenas a la pantalla chica, porque al fin y al cabo, más allá del carisma de su protagonista (Richard Dean Anderson) y de la originalidad de la idea, la serie jamás dejó de navegar en las aguas más convencionales del espionaje internacional más sofisticado. Con el tiempo se recurrió a elementos novedosos para renovar el interés (la ecología, las rebeldías adolescentes), pero las tramas nunca resultaron más importantes que el rasgo de habilidad más notorio de su protagonista.
* * *
Podríamos decir que MacGyver encontró en la Argentina una repercusión extraordinaria porque su ingenio para resolver las situaciones más complicadas con elementos casi inverosímiles, desde un clip hasta el cartucho de tinta de una lapicera, se asociaban inmediatamente a aquello bien nuestro de que lo más complicado "lo atamos con alambre". Si este carilindo y arrojado agente secreto llegó a convertirse en héroe del público local durante buena parte de las siete temporadas en que se mantuvo en el aire, además de incontables repeticiones, fue porque encarnaba de algún modo una especie de método "a la argentina" para la resolución de problemas. La reposición de MacGyver en la pantalla de TCM nos permitirá corroborar si esta serie, como buena parte de los productos televisivos de su tipo durante los 80, perdió con el tiempo parte de la novedad y logró soportar (o no) el inexorable paso de los años. Lo que seguramente no cambiará es el acierto de la idea original: subordinar la fuerza pura a la agudeza mental y al aprovechamiento integral de todo lo que nos rodea, aun el elemento potencialmente más descartable.
Tan influyente resultó MacGyver que uno de los más celebrados segmentos humorísticos de Saturday Night Live resultó ser una parodia de esta serie. Ahora, con el mismo título (MacGruber) y el mismo protagonista (Will Forte), prepara para la primera mitad de 2011 su llegada al cine.