Los 20 años del canal History: los recuerdos también están en el presente

El canal History volvió a las fuentes en el momento en que celebra sus primeras dos décadas. El estreno en estos días de la serie 20 años de historia llega para recuperar la identidad original de una señal que nació precisamente con la idea de especializarse en la revisión y la difusión de hechos históricos dentro del ancho mundo de la TV documental, pero que en los últimos tiempos eligió desmarcarse bastante de ese sello.

Hoy, History es una señal ecléctica, en la que conviven el pasado y el presente. Tiene un nombre que la identifica, por más que buena parte de su programación se empeñe en desmentirlo. Sin embargo, funciona muy bien en su terreno (el universo de canales de la TV paga dedicados al género documental) sobre todo a partir del atractivo que despierta un puñado de programas insignia muy exitosos. Series en las que la historia aparece siempre de costado, aunque sin perderse del todo: El precio de la historia, Desafío sobre fuego, Alienígenas ancestrales, Locos por los autos, Hombres de montaña, Cazadores de tesoros, Rutas mortales.

Estos días de celebración muestran en la grilla de History una convivencia permanente entre esas ya características signature series de la señal y el documental 20 años de historia, que ya está disponible, completo y online, en la plataforma History Play.

La serie es un recorrido en seis episodios de los hechos decisivos de la historia más reciente de nuestro mundo. Arranca con una burbuja que se rompe, la de las empresas punto com en la víspera de 2000 (que no obstante pavimentó el camino irreversible del crecimiento de la sociedad digital en los años siguientes), y concluye con otra burbuja que empieza a abrirse, en este caso para la protección y el freno del contagio en medio de la pandemia del Covid-19.

Con espíritu didáctico y un criterio de puesta en escena propio de una enciclopedia visual, el ciclo mezcla un riquísimo (y rapidísimo) montaje de imágenes y testimonios de archivo tomados de cada momento histórico. La emisión que vemos en la Argentina está narrada por Ricardo Darín y esa misma tarea está a cargo del mexicano Damián Alcázar para otros países de la región.

Como dijimos al comienzo, por un momento el estreno de esta serie remonta a la señal hasta sus orígenes, cuando se llamaba The History Channel, denominación que abandonó en 2008 para adoptar el más conciso y directo History. En aquellos inicios, la señal era propia y puramente histórica, apoyada en series o producciones especiales consagradas a revisar aspectos del pasado a través de un concepto que podríamos definir como la transcripción visual de los contenidos de revistas de divulgación muy populares entre nosotros en otro tiempo como Muy Interesante.

Desde esta perspectiva, la historia adquiere movimiento y entra todo el tiempo en conexión y diálogo amplio con otras disciplinas, no todas dispuestas a someterse al mismo rigor científico y sí, en cambio, por seguir otros patrones más cercanos al entretenimiento y al impacto directo. Así, la señal empieza a darle preferencia a ciertos acontecimientos y hechos como las civilizaciones antiguas, la llegada del cristianismo y la vida de Jesús, las Cruzadas, las civilizaciones precolombinas, los imperios, la evolución de Estados Unidos, las dos Guerras Mundiales del siglo XX, pero sobre todo a explorarlos con una mezcla de interés por los acontecimientos históricos probados y por aquellas cuestiones que permanecen ocultas y pueden abrir caminos paralelos de exploración.

De a poco, la señal fue avanzando en el terreno documental en la aceptación de un aspecto que podríamos reducir bajo el calificativo de "ciencias ocultas". Y se las ingenió para que ese interés, por cierto muy aceptado por el público, lograra convivir de manera bastante armoniosa con las investigaciones históricas documentales de mayor exigencia testimonial. En este último terreno sobresalen algunas producciones muy ambiciosas sobre las diferentes etapas históricas de Estados Unidos que mostraron otra de las características de la programación de la señal. En ellas hay relato histórico con testimonios de expertos, imágenes de archivo y dramatizaciones con actores que procuran darles (no siempre con el resultado deseado) una mayor pátina de realismo.

Hay que decir que los responsables de la señal parecían tener claro desde el vamos ese propósito. Títulos de la primera etapa de History como Misterios ancestrales encontraron continuidad dos décadas después con Alienígenas ancestrales y los misterios inexplicables que trata de dilucidar el actor William Shatner. Hoy, estos dos programas son pilares de la programación de History al igual que Cazadores de tesoros, Hombres de montaña, Desafío sobre fuego, Locos por los autos y, por encima de todos los demás, El precio de la historia.

Este programa, que no es otra cosa que el reality documental sobre una familia dedicada a manejar una sofisticada casa de empeño en Las Vegas, es el mejor ejemplo de la mirada "oblicua" de la historia que hoy caracteriza a la señal. El canal History modelo 2020 se siente muy cómodo jugando con el presente a través de las andanzas de la familia Harrison. Aquí, todas las dudas acerca de lo que es ficción y lo que es realidad se disipan cada vez que Rick Harrison construye la memoria de cada uno de los objetos que supuestamente está dispuesto a adquirir.

Lo mismo, aunque en menor medida, podría decirse de los programas que se dedican a la restauración de distintos objetos (autos, en especial) y a la competencia entre herreros y forjadores de metales. Aquí, la actualidad se mezcla con las reminiscencias de tiempos pasados para esos mismos materiales.

Con todo, este tipo de desprendimientos y variaciones de la idea original abre riesgos. Se hicieron muy populares los reality shows documentales dedicados en busca de de objetos y herramientas antiguas como Cazadores de tesoros. Pero a la señal acaba de sumarse una de las tantas docuseries sobre personas que viven de lo que se deja abandonado en depósitos y guardamuebles. Al sumar Quién da má$ a su programación, History se crea un problema: parecerse demasiado a otras señales de la misma familia (como A&E, hogar de este tipo de envíos) y perder así cada vez más identidad. Lo mismo podría decirse de las series documentales sobre personas que eligen vivir aisladas en medio de la naturaleza y camioneros que recorren las rutas más heladas y peligrosas de América del Norte.

En compensación, History le dio lugar siempre a algunos documentales locales concebidos con bastante más desarrollo, exigencia y profundidad. Allí están, por ejemplo, los trabajos originales emitidos en distintas etapas de productoras argentinas como TV Quality (Malvinas, recuerdo de guerra), Cuatro Cabezas (El jesuita) y Nativa (la reciente producción Secretos de guerra). Todos ellos le dieron a la señal un salto de calidad y a la vez un reconocimiento internacional al valioso contenido técnico, artístico y humano de las productoras independientes de nuestro país.

No estaría mal que en este aniversario redondo, además de la serie original que recorre los últimos 20 años, History rescate algunos hitos de su ecléctica programación como las series dramáticas Los Kennedy y Gettysburg, la serie documental America: The Story of Us o alguna de las producciones hechas en la Argentina. Entre ellas también vale la pena mencionar Una idea para cambiar la Historia, gracias a la cual descubrimos en 2015 el talento de Gino Tubaro, el inventor de las prótesis 3D destinadas a mejorar la calidad de vida de los chicos discapacitados.

Todos coinciden, finalmente, en reconocer a Vikingos como la mejor creación de los 20 años de History, aunque nunca se exhibió en la Argentina a través de su señal original. Las seis temporadas de la serie dramática sobre aquellos legendarios guerreros y conquistadores escandinavos creada por Michael Hirst hoy están disponibles en Netflix, lejos de su hogar de nacimiento.

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