El detrás de escena de la entrevista exclusiva que tuvo la diva con el presidente en la quinta presidencial de Olivos
Gestionar la entrevista del sábado por la noche en la quinta presidencial de Olivos le llevó a la producción de La noche de Mirtha más de un año. Mauricio Macri se había comprometido personalmente con la diva para asistir a su famosa mesa si se convertía en presidente y finalmente cumplió: la fecha se fijó en enero y se agendó el 18 de marzo. Ese día se había previsto el debut de la temporada 2017 de Mirtha Legrand tras dos semanas de descanso entre el fin de la edición de verano del programa, que se emitió desde Mar del Plata durante enero y febrero, y el regreso a la pantalla de Eltrece. Aunque las últimas dos semanas fueron especialmente complejas para el gobierno de Macri, en medio del conflicto docente que ya lleva diez días y luego de la masiva marcha de la CGT, con amenazas de nuevos paros en el horizonte, la cita se mantuvo inamovible, una cortesía que Mirtha elogió y agradeció en privado.
La producción. Entre técnicos, producción, ambientación, cocina, asistentes, fueron 80 personas las que desfilaron por la quinta presidencial de Olivos durante el sábado para montar la escenografía y la técnica en la locación elegida, una residencia para huéspedes dentro de la gran propiedad presidencial. Desde el gobierno se le ofrecieron a la producción tres opciones de lugares donde armar la mesa, y se decantaron por esta residencia porque se adaptaba mejor a todos los requerimientos.
El montaje. Los preparativos arrancaron a las 15. Se instalaron luces, cámaras, un control, se probó el sonido y se armó la mesa decorada con el beneplácito de la primera dama. El cocinero comenzó a preparar la cena a las 21 en la cocina habilitada para tal fin, un menú consistente en: ensalada de vegetales con escamas de queso parmesano, zucchinis y arándanos como entrada, ojo de bife asado con papas doradas preparadas con queso crema, chimichurri y un crocante de panceta, como plato principal, y para el postre, cheescake de Bailys con frutos rojos.
Los protagonistas. Mirtha Legrand llegó a Olivos a las 20.30, vestida con un tailleur blanco diseñado por Elsa Serrano, y prácticamente lista para salir al aire. Aunque La noche de Mirtha es un programa que se caracteriza por el dresscode "gala", y la diva había anticipado que usaría un vestido largo, a último momento sintió que estaría más cómoda con un traje a la media pierna, menos pomposo, pero no avisó a la primera dama del cambio, por lo que Juliana sí se presentó con un vestido largo. La diva no vio al presidente y a su esposa antes de salir a escena. Mauricio y Juliana llegaron poco antes desde la quinta Los Abrojos, en Los Polvorines, donde suelen pasar los fines de semana.
La entrevista. Tanto el entorno del presidente como la producción del programa aseguraron que no hubo ningún tipo de conversación previa sobre las preguntas que realizaría Mirtha durante la entrevista. La diva se preparó intensamente toda la semana pasada para llevar adelante el programa y trabajó junto a la producción cada tema, recibió el material que le acercaron, con la actualización constante sobre los temas más calientes de la agenda noticiosa, y propuso sus preguntas. Según pudimos saber, estaba muy preocupada por conseguir una entrevista equilibrada, en la que pudiera preguntarle sobre todos los temas al presidente, transmitir el descontento de la gente, pero tampoco ser descortés.
Qué pasó cuando se apagaron las cámaras. Una vez concluida la entrevista, se tomaron unos minutos para conversar en privado, solo ante la presencia de algunos productores y asesores de confianza. Se agradecieron mutuamente, se sacaron fotos y se saludaron. Además de Antonia, estuvo presente Valentina, la hija mayor de Juliana Awada. La primera dama se mostró especialmente afectuosa con Mirtha.
#MesazaPresidencial Saludos pic.twitter.com/W8ZdcVSbUc&— Silvia Peschiera (@speschiera) March 19, 2017
Una vez concluida la cita, el presidente y la primera dama se tomaron unos minutos para cambiarse y luego regresaron a Los Abrojos por el resto del fin de semana. Mirtha volvió directo a su casa pero no pudo irse a dormir inmediatamente. Feliz con el éxito del programa, que hizo picos de 16 puntos de rating, un número impensado para el sábado televisivo, contestó mensajes de felicitaciones de Whatsapp, miró las repercusiones en las redes y leyó todas las notas que se subieron a la web.
Aunque Macri no hizo comentarios y se mostró muy sonriente con su invitada, hubo preguntas que lo hicieron levantar la voz. "Se me hace el cocorito", lo retó Mirtha durante el programa. Desde su entorno adjudicaron sus respuestas más contundentes al costado más pasional del presidente. No hubo críticas a las preguntas candentes de la conductora y aunque se sabe que es famosa por interrumpir a los invitados y cambiar rápidamente de tema, en Olivos se esperaba que al menos en esta ocasión tan especial dejara al "dueño de casa" responder las preguntas.
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