Los periodistas conversaron con LA NACION sobre el nuevo espacio periodístico que conducirán desde este miércoles; “esto no será un show, debemos hablar de lo que sucede y de lo que necesita la gente, porque nosotros trabajamos para la audiencia”, afirman.
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Acaso sean los responsables de definir una nueva franja. Luis Majul, Marina Calabró y Débora Plager estrenarán 8:30 AM, el nuevo espacio de LN+ que debutará este miércoles 2, inaugurando lo que podría ser una “segunda primera mañana”, juego de palabras para rotular a uno de los horarios neurálgicos en torno a la generación de noticias. “Los que trabajamos en LN+ no somos proclives a recibir una bajada de línea, cada uno tiene su propio pensamiento”, dice Luis Majul en el inicio de la charla junto a sus flamantes compañeras de equipo, dejando en claro la empatía que siente con la señal en la que se desempeña en los últimos años.
Desde las 8.30 y hasta las 10, Majul, Calabró y Plager estarán acompañados por Hugo Macchiavelli y Luis Gasulla. En la calle, los móviles estarán a cargo de Ignacio Damonte, Jerónimo Muro, Carola Suárez y Jean Libares. “Nosotros no nos engañamos y no nos dejamos estar, no creemos que solamente con el peso de los nombres se pueda hacer un buen programa. Hay que trabajar mucho, encontrar la química y hay que darle a la audiencia, lo que la audiencia demanda, sin traicionarse y sin dejar de defender los valores y la manera de hacer periodismo en la que creemos”, sostiene Majul, entusiasmado con esta nueva temporada de LN+, en la que también debutarán periodistas de renombre como Luis Novaresio y María Laura Santillán.
-¿Qué implica informar en el horario de 8:30 AM? ¿Qué esperan las audiencias en esa franja?
Débora Plager: -El desafío es poder interpretar qué le sucede a quien nos mirará en ese horario cada día. En lo personal, vengo de trabajar muchos años en la noche de la televisión, de modo que seré muy receptiva a qué se desea en el cómo informar a la mañana. Espero poder interpretar esa necesidad y lo que la audiencia espera en un horario muy caliente y de mucha circulación de gente, donde cada uno se prepara para comenzar su día, lo cual es un desafío muy interesante.
Marina Calabró: -Es una construcción, ya que nosotros podemos tener una idea, pero la dinámica se irá perfeccionando a medida que pasen los días. Desde ya, la mañana es un momento álgido donde todo se está produciendo, con lo cual creo que el último momento será protagonista y nuestra agenda no estará basada en el refrito del día anterior, sino mirando el día hacia adelante. Además, me parece que es un horario donde debe tener un lugar importante el servicio, desde el estado del tiempo a los cortes de tránsito y estar pendientes de aquello que puede condicionar el día de la gente en la calle. Nuestro horario implicará un delicado equilibrio entre la información más dura y el dato de fondo con una cuestión más vinculada a lo que necesita la gente para salir a la calle y que la vida se le haga más fácil.
Luis Majul: -Esto no será el show de Calabró, Plager y Majul. Somos periodistas y debemos hablar de lo que sucede y de lo que necesita la gente, porque nosotros trabajamos para la audiencia.
-Es un horario de mucha competencia.
Majul: -Hay programas muy instalados, con lo cual la gente se irá acostumbrando a nosotros. Lo nuestro será una maratón y no una carrera de cien metros. Así como LN+ se fue instalando en el prime time de la noche -o como yo mismo me fui posicionando allí, luego de muchos años de televisión abierta-, la mañana de LN+ con Fernando Carnota primero y luego con 8:30 AM, sumados a los programas de Luis Novaresio y de María Laura Santillán, irá instalándose, como viene sucediendo con gran parte de su programación, sobre todo desde el final de la tarde y la noche.
Intercambios
Confiado en el atractivo de los nombres que se suman a LN+ desde esta semana, Luis Majul apuesta al intercambio entre un programa y otro: “Casi seguro haremos un pase con Luis Novaresio, hablando de los temas que importan a la mañana y de lo que tenemos ganas de hablar”.
-El recurso del llamado “pase” se ha instalado en los medios, generando un espacio atractivo y con muy buenas mediciones de rating.
Plager: -Los pases tienen el atractivo de la interacción grupal y eso es siempre enriquecedor, creo que genera un gran interés en la audiencia porque tiene que ver con la mirada de cada periodista sobre los temas de la coyuntura. Y si existe un buen vínculo con los colegas, también se filtra algo del aspecto personal que también enriquece la charla.
Calabró: -Se trata de distender o, si se quiere, de buscar otro abordaje menos convencional respecto de la información del día, ya que es un momento de hacer sinergia y de potenciar el trabajo en equipo.
Majul: -Me parece que para que los pases sean buenos, no tienen que ser forzados. En un canal con periodistas tan relevantes y donde se trabaja con libertad, tiene que fluir la fuerza de los argumentos y las ideas en la conversación. El pase característico es el Eduardo (Feinmann) y Jony (Viale), que se convirtió en una marca registrada, en un programa en sí mismo. La garantía de que un pase sea interesante es que los periodistas se lleven bien y eso sucede en LN+ y se nota en la pantalla, es una gran ventaja que tenemos en el canal.
Plager: -Siempre enriquece la conversación con el otro, la suma de voces es muy rica y hasta puede modificar el propio punto de vista.
Majul: -No se trata de hablar de nuestras obsesiones personales o de si vamos al supermercado, salvo que esa compra tenga alguna relevancia informativa. Hablaremos de lo que pasa y, aunque eso parezca un cliché, no siempre sucede. Me parece que la diferencia entre LN+ con otras señales de noticias es que nosotros hablamos sobre lo que pasa, muy raramente estemos fuera de foco con lo que le sucede a la gente.
Grieta
-Ustedes mencionan la riqueza del intercambio y, posiblemente, esa sea una de las grandes falencias del mundo actual, exacerbada en nuestro país con la llamada grieta. ¿Sienten que el periodismo contribuye a esa ausencia del diálogo que, claramente, está incentivada por la clase política?
Majul: -No se puede separar al periodismo de la sociedad, atravesados por un fenómeno que se da desde hace un tiempo, que es el de los sesgos confirmatorios. Nosotros no somos ajenos a eso, nuestras audiencias miran, escuchan y leen las miradas con las que se sienten identificadas. Al mismo tiempo, pensar que hay una grieta que no se mueve es superficial, porque hay una realidad cambiante. Las encuestas dicen que hoy el 70 por ciento de la población no votaría a este gobierno, algo que no sucedió en 2019. Por eso, creo que es conveniente hablar de sesgo confirmatorio y de matices dentro de ese sesgo.
Calabró: -Quien definió esto que nos pasa como grieta fue Jorge Lanata, y fue él quien sostuvo que no la creó, sino que la describió. Por eso creo que no podemos sostener que el periodismo contribuye a la grieta o que se convirtió en un negocio para algunos. Es subestimar lo que sucede en la sociedad. Desde ya, creo que hay que trabajar para acercar posiciones y cambiar el concepto de tolerancia por la idea de respeto. La idea de tolerancia presupone que uno tiene razón y que el otro está equivocado, entonces te hago el favor, casi magnánimo, de soportarte. Por eso prefiero hablar de respeto. En cuanto al sesgo confirmatorio, es una realidad, las audiencias buscan opiniones afines. Ojalá podamos construir algo superador de la grieta.
Plager: -Creo que el posicionamiento se tiene que dar desde los valores de defensa de la libertad, la democracia, de lo republicano e institucional, alejado de lo estrictamente partidario. En estos últimos tiempos nos tocó cubrir las elecciones y el nuevo armado legislativo y fuimos muy criticados, tanto por el gobierno como por la oposición política. Si algunos de esos valores a los que hice referencia son avasallados y no son respetados por algún referente de la política, no importará cuál sea su sello partidario, es merecedor de la crítica y la observación. Eso es lo que te hace creíble y es lo que tiene LN+.
Majul: -La grieta no nació de un repollo, la instaló el kirchnerismo en el conflicto con el campo, la potenció y no paró más. Es como cuando se habla de un “conflicto” entre Rusia y Ucrania: la descripción real del hecho es que hay una invasión y un intento de ocupación, llevándose por delante el derecho internacional.
-También es cierto que existen esas diferencias sociales irreconciliables desde el nacimiento del país. Podríamos pensar en ejemplos como el enfrentamiento entre azules y colorados.
Majul: -En TV no se puede disimular: se nota cuando se habla con libertad o cuando se responde a las ideas del dueño del canal de turno, por eso estar en LN+ implica el trabajo con absoluta libertad para opinar y analizar la realidad sin bajada de línea.
Emocionalidades
-Así como para el actor la comedia resulta menos tortuosa aunque no menos comprometida que el drama, ¿qué sucede con ustedes al tener que trabajar con una materia prima como es la noticia, que suele ser poco amable? ¿Cómo los atraviesa en el cuerpo y en la sensibilidad?
Majul: -Los buenos profesionales sabemos adaptarnos y hacer amigable aquello que no lo es. ¿Cómo daré la información? Con la mejor cara que pueda, algo que en Marina y Débora será maravilloso. Tendré que hacer un esfuerzo y sonreír un poco más, porque tengo cara de aportar información tóxica. Estoy dispuesto a hacer ese esfuerzo.
Plager: -Me encanta sonreír y ojalá podamos tener esos espacios para hacerlo. Es cierto que la materia prima con la que trabajamos hace difícil el momento de distensión y de disfrute. En lo personal, me ha pasado que una noticia, quizás chiquita, me terminó atravesando porque tocó mi propia historia y me demolió al aire. En cambio, otras informaciones que pueden ser mucho más duras, las puedo sobrellevar debido a esa coraza profesional que una se va armando a lo largo de los años. Es un tema muy subjetivo y, al hacer televisión en vivo, las reacciones del cuerpo y las emociones son impredecibles. En tantos años, me ha pasado de todo.
Calabró: -Eso que cuenta Débora hay que permitírselo. Más allá que nos toca una labor periodística, también lo que nos pasa con la noticia habla de nuestra humanidad, que lo que estamos transmitiendo no nos es ajeno y que no estamos en pose. Además, creo que no hay que confundir rigurosidad con solemnidad.
Majul: -Hay que salirse de los clichés. El otro día, le atajé un penal a Tato Young para graficar cómo el presidente atajaba penales en medio de los incendios en la provincia de Corrientes. He visto a Débora emocionarse y a Marina reírse mucho en cámara, y yo he llorado y reído. Débora y Marina son de una capacidad intelectual y reflexiva impresionante, y tienen la ventaja de ser muy empáticas con la audiencia. Voy a hacer una confidencia…
-Somos todo oídos.
Majul: -Cuando con Juan Cruz Ávila y Esteban Talpone comenzamos a pensar en este programa, queríamos que fuera amigable y empático, pero sin descuidar lo informativo y riguroso. Les expresé que deseaba que estuvieran con nosotros Débora y Marina, porque había muy pocas personas que pudieran sostener el rigor informativo, generar buen clima y simpatía, y crear una ventana con aire de claridad. Ellas lo logran, así que voy a tratar de no desentonar.
-¿Hubo varios nombres en danza?
Majul: -Se tiraban candidatos y siempre aparecía una objeción. Ahora bien, cuando surgieron los nombres de Débora y Marina, hubo aprobación de los tres. La gran preocupación era lograr que aceptaran. Y debo decirte que costó mucho convencerlas.
-¿Sí?
Majul: -Lógico, todos buscamos tener todas las garantías al aceptar un trabajo. Quizás, en este programa es donde mejor se plasme la idea de equipo de LN+.
Plager: -Además, los tres nos respetamos mucho, pero no habíamos trabajado juntos y eso que yo he trabajado con casi todos los periodistas de LN+.
Calabró: -En mi caso es un desafío enorme, porque vengo haciendo ciclos de otro tenor, aunque me inicié en el periodismo político y económico y en el programa de radio de Jorge Lanata integro una mesa que habla de estos temas, pero nunca había hecho un segmento de noticias, así que es un privilegio tener a estos compañeros consagrados en la materia y que son dos referentes del periodismo de fondo. Estoy honrada con esta convocatoria, estoy feliz.
LM: -¿Puedo contar una anécdota?
-Por supuesto.
Majul: -Cuando el gran Juan Carlos Calabró me invitó a participar en El contra, nos reunimos previamente en la confitería Tabac y recuerdo que me habló sobre las virtudes de Marina y me dijo que debería conocerla y trabajar con ella. Me habló como un papá amoroso, pero con mucha rigurosidad sobre los pergaminos de Marina, sus estudios y trabajos. Eso siempre me quedó dando vueltas, así que cuando me sugirieron el nombre de Marina, no dudé que era el gran momento para concretar el trabajo compartido. Y también debo ser sincero con respecto a Débora, porque cuando la vi actuar con tanta fluidez con Alfredo Leuco, sentí un poco de envidia y pensé lo bien que me sentiría trabajando con ella. Me gusta su manera de comprender la realidad, es fluida y maneja como los dioses los tiempos de la televisión. En realidad, la única duda estuvo siempre conmigo.
-Luis, te has sumergido en un matriarcado.
-En La Cornisa Producciones hay una abrumadora mayoría de mujeres desde mucho antes de la ley de cupo o de la discusión sobre los géneros. Nunca me he planteado si se trata de un matriarcado o no, o de si hay una energía distinta. Soy una persona responsable y lo único que demando es la responsabilidad para el trabajo.
Plager: -Luis, digamos la verdad: estamos ahí por la ley de cupo.
Otra vez se celebran el chiste y Majul redobla la apuesta: “La primera vez que tomamos un café juntos, Juan Cruz Ávila nos sacó una foto. Cuando pude verla, no pude más que pensar en el contraste enorme que había entre la luminosidad de ellas y yo”.
Calabró: -Se hace el humilde para que lo piropeemos.
Plager: -Te vamos a piropear.
Majul: -Mi amigo Gabriel Corrado siempre me habla de las químicas entre los actores y actrices, y eso es fundamental. Además, ellas son mucho más jóvenes que yo.
-En las últimas horas conocimos una noticia llegada de Berlín que da cuenta de un robo sufrido por Ángela Merkel, mientras realizaba compras en un supermercado. Imaginemos que tal acontecimiento fuese protagonizado en el país por un político argentino, ¿qué resonancias tendría tal hecho?
Plager: -Los políticos argentinos no van al supermercado.
Calabró: -La noticia cobró relevancia por lo excepcional. En nuestro país, los políticos no sufren robos en la calle, pero sí son víctimas de escraches. Por otra parte, hemos naturalizado los robos.
Majul: -Además, los dirigentes argentinos se manejan con custodia y están desconectados de la realidad.
-Finalmente, ¿con qué 8:30 AM nos encontraríamos si repitiéramos esta charla en un año?
Majul: -Los programas crecen y se transforman en exitosos a medida que se hacen y que la química en el aire va creciendo. Nosotros tenemos una química de base muy linda, muy armónica y esa es una gran ventaja para el arranque.
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