Mira el vitral que dibuja en colores el rostro de Eva Perón. Sugiere que ahí sea la entrevista, en lo que es la antesala de la habitación de un histórico político que mira atento cómo camarógrafos, productora, un sonidista y una maquilladora se adueñan de su hogar. "¿Es muy coqueto? ¿Puedo decir que vive en esta casa hace más de 70 años?", pregunta la periodista Laura Di Marco en la previa de una charla con Dante Gullo. El hombre la mira con sorpresa, sonríe en silencio un segundo, y accede con un chiste.
Con lo que ella considera una mirada netamente femenina, con voz calma y preguntas que no necesariamente generarán sonrisas, Laura Di Marco entrará así en las casas de políticos, empresarios y diferentes referentes sociales con su programa La trama del poder . El ciclo que se verá desde hoy todos los viernes en LN +, de 22 a 23, busca poner luz en el lado B de quienes se encuentran en espacios de decisión e influencia.
"La trama… apunta a contar historias donde esté presente lo político, pero también la intimidad de los personajes. Porque es ahí donde se cocinan las decisiones que se toman. El reivindicar la emoción en la trama del poder es muy importante", explica Di Marco.
De esta manera, la periodista sigue su paso firme en la investigación política, ya fue parte del ciclo Mesa de Mujeres el año pasado, también por LN+, y todas las semanas escribe sobre política en LA NACION. "De los 147 años del diario, para mí es un honor ser la primera columnista mujer de política que publica todas las semanas", comenta.
El foco en lo emocional es lo que Di Marco destaca y trabaja desde sus libros sobre Cristina Kirchner (Cristina Fernández. La verdadera historia) y Mauricio Macri (Macri. Historia íntima y secreta de la élite que llegó al poder) y desde Radio Mitre junto a Jorge Fernández Díaz. Tras todo un día de grabaciones en exteriores para la que será la segunda entrega de su nuevo programa en LN+, sonriente se presta a una charla con LA NACION.
-Son pocas las mujeres que conducen ciclos sobre política, ¿por qué creés que es así?
-La política es un ámbito muy machista. El hecho de que la palabra de la mujer pese menos tiene que ver con el machismo. Si vos decís algo disruptivo y diferente es más difícil que tu palabra penetre en la agenda mediática que si lo dice Carlos Pagni. No tiene que ver con que digas cosas interesantes, sino que todavía existimos más para ser vistas que para ser escuchadas. Faltan más mujeres opinando, pero eso se está empezando a revisar y es lo bueno.
-La mirada femenina en lo que es periodismo político, ¿es diferente a la de los hombres?
-Totalmente. Creo que a la política hay que humanizarla, hacer foco en lo emocional, porque hay muchas decisiones, salidas y entradas de ministros que se explican por cuestiones personales. Y ahí las mujeres podemos hacer la diferencia.
-En La trama… vas a apuntar a eso
-Sí, y se nota en la primera historia que contamos porque es la de Ernesto Sanz quien por primera vez, en una suerte de terapia, nos contó la verdadera razón por la que abdicó de un cargo público en este gobierno, después de ser uno de los fundadores de la coalición que llegó al poder. Ahora va a estar en una mesa chica de la política, pero sólo como consultor. He leído mil análisis políticos sobre su decisión, pero las razones no son ni más ni menos que personales y van a sorprender.
-¿Cómo se hace para sacarle el cassette a un político, que se salga de su discurso, no hacerle campaña y sorprenderse?
-En algunos es más sencillo que en otros. Creo que lo importante es ir sin prejuicios, sin la intención de confrontar, porque así el otro sólo va a defenderse y no vas a sacar nada interesante. Creo que el periodismo es servicio y por eso trato de generar un marco de empatía y no dejarlo decir todo lo que el otro quiera porque muchas cosas son falsas, otras son propaganda. Generar empatía para comprender, que no es estar de acuerdo, sino entender por qué dice lo que dice. Si se va a la confrontación seguro generás rating, pero a mí eso no me interesa.
-¿La idea del programa es hacer todas las entrevistas en las casas de los personajes?
-Sí, cuando alguien te habla de un tema personal, más si es en su casa, en su espacio cotidiano, es más fácil.
-¿Quién creés que se resistiría a una conversación que se enfoque a lo emocional y que te gustaría entrevistar?
-¿Pensamos en la misma persona? (se ríe) ¡Sí! Me encantaría entrevistar a Cristina Kirchner, pero no sé si me diría que no, ¿eh? Hace unos meses me encontré con Alberto Fernández y me dijo: ´Creo que vos la tenés que ver a Cristina´. Sería bárbaro verla en su casa de Recoleta. Para mí es muy importante entender la infancia de los políticos. Cuando escribí su biografía y vi su casa de Tolosa, tan humilde, y escribí sobre sus ansias de pertenecer a una élite y la entendí. No la justifiqué. Con ella juega muchísimo el tema del resentimiento. Ella y Macri vivieron de chicos el bulliyng, por razones distintas. Macri lo aprovechó a su favor, se hizo más resiliente; pero a Cristina la hizo más resentida. Eso habla mucho de lo que después hicieron y el haberlos elegido habla mucho de la Argentina.
-Vas a tener una columna en el programa
El programa en general tiene dos entrevistas, una principal y otra secundaria. Al final hago mi columna que es una mirada mía sobre los temas que se tocaron. Al principio doy un adelanto de las entrevistas y una suerte de editorial. En el primer programa hablo de cómo se está transformando Cambiemos y sobre su soberbia. ¿Cómo Macri pensó que él sólo podía? Se preguntaba ´¿Cómo voy a tener una corrida política yo?´. Eso es falta de humildad, no tener en cuenta cómo es la Argentina, que va más allá de sus líderes, que tiene problemas más profundos y estructurales.
-¿A veces se refleja en su discurso la falta de calle?
- Sí. Tienen que bajar a tierra, se criaron en una elite de colegios privados. En Juliana Awada se nota cuando una vez me cuenta que el sueño de su hija mayor es viajar en colectivo. Y además, que eso lo diga a una periodista también habla un poco de eso. Esta es la situación del poder. Se han criado en una burbuja por eso les cuesta entender tanto. A Macri lo humanizó mucho los timbreos, esto te lo dicen mucho los amigos de él, o el peronismo que está con él. Dicen que volvía a la Legsilatura Porteña y estaba una hora solo y se preguntaba cómo la gente puede vivir así. Sí, es la vida.
En medio de una sala con hogar y en cómodos sillones de cuero, cuando las luces se enciendan, Gullo le hablará de las mieles del kirchnerismo y ella le repreguntará con datos de pobreza y deuda. Luego, ante un relato melancólico de los ideales peronistas, Di Marco lo contrapondrá con las decisiones tomadas por Montoneros. "¿Se arrepiente de algo de esos años?", pregunta ella. Entonces, así como con el Sanz intimista que se verá hoy, la que se sorprenderá con la respuesta es ella. Objetivo logrado.
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