Las Estrellas: lo que no sabías de la nueva tira de Pol-ka

Un tema bolichero con ritmo de marcha suena con fuerza. El ambiente parece denso, impenetrable, a causa de la niebla generada en las máquinas de humo que trabajan a máxima potencia. Haces de luces de colores se cruzan en el aire desordenadamente. En segundo plano, una voz explica algo y da instrucciones ininteligibles hasta que la misma voz, un par de tonos más altos, ordena que bajen la música.

“A medida que la cámara avanza ustedes se van abriendo de la manera más natural que puedan y salen de cuadro”, le dice el director Sebastián Pivotto a un grupo de extras que simulan estar bailando en un boliche. La idea de la toma es que una cámara montada en un típico dispositivo para hacer travellings –esos carritos que se mueven sobre vías– vaya grabando el movimiento de los cuerpos de los extras que bailan en la pista y que la imagen se abra a un plano más limpio que registre un escenario. “Cuando el tiro de la cámara queda despejado, ahí aparecen ustedes” continua explicando Pivoto a las cinco actrices que hacen su aparición en escena, como divas que se presentan ante el público en un desfile de modas.

Celeste Cid , Marcela Kloosterboer, Natalie Pérez, Violeta Urtizberea y Justina Bustos son las chicas a las que se dirige el director. Algunas de ellas tienen puesta una bata sobre el vestuario del personaje al que interpretan. Es el momento en que se produce la transición entre el descanso del mediodía, en el que aprovecharon para almorzar, y el trabajo de la tarde, cuando comienzan nuevamente a ensayar, a pasar letra, a ajustar movimientos y a grabar las escenas de Las Estrellas , la tira de Polka, que Eltrece pondrá en pantalla desde esta noche, a las 21.30.

La situación que desarrolla en esta jornada de grabación es la de una despedida de soltera de una de las protagonistas, que se complicará por haberle encargado la organización a la persona equivocada. Al darse cuenta que hay un fotógrafo al que no conoce sacándole fotos, Urtizberea se quita la bata y pide que le retoquen el maquillaje. “Chicas, tenemos visitas. Pónganse presentables”, les avisa a sus compañeras, con decisión. Algo que justamente no tiene su personaje en lo que será la tira. Allí interpreta a Florencia, una de las hermanas en las que se centra la ficción, que nunca está segura de lo que hace. Cambia de look a cada rato y lo mismo de empleo, de novio y de carrera en la universidad. Lo que no podrá hacer, al menos por ahora, es dejar de trabajar en la administración del hotel, que dejó su padre al morir.

Legado con condiciones

La historia que imaginaron los autores Marta Betoldi y Santiago Guerty para Las Estrellas es la de cinco hermanas, todas hijas de un mismo padre pero de tres madres diferentes. Dos de un primer matrimonio, otras dos de un segundo y la restante, de una relación extramatrimonial que tuvo el señor en cuestión. En su testamento, Mario Estrella –tal su nombre– legó la propiedad de un hotel boutique a sus hijas, pero con la condición de que las cinco, que no se conocían hasta su muerte, deben regentear juntas el negocio durante un año.

La convivencia no será fácil, por sus orígenes y caracteres diversos. Pero además les será complicado congeniar sus nuevas obligaciones con las actividades que desarrollaban antes. En realidad a quien esto no le pasará es a Carla (Natalie Pérez) que se dedicaba a la hotelería con su padre, aunque se llevaba muy mal con aquél. Pero no pasará lo mismo con Virginia, el personaje de Celeste Cid, que es abogada, aunque no está muy conforme con su profesión y no tiene ni idea de cómo administrar un hotel. Tampoco le será fácil dedicarse a esta actividad a Lucía, a quien interpreta Marcela Kloosterboer , que es licenciada en comunicación y que se mueve en el mundo de la publicidad y el marketing. Por supuesto, a Florencia, de quien hablamos al principio, le será complicado tener un empleo fijo, algo que no experimentó nunca. Sin embargo, el caso de Miranda, la chica a la que interpreta Justina Bustos que es la hija fruto de la relación extramatrimonial de Mario, será el caso más difícil. Ella, para ayudar a su madre que la crió como madre soltera, se dedica desde hace años a trabajar de escort.

Trabajo a contrarreloj

Las escenas de la despedida de solteros se graban en un local que se alquila para eventos empresariales, en el límite donde termina el Parque Tres de Febrero y empieza el Bajo Belgrano. La ambientación es la de un local bailable a la medianoche. Hay una pista de baile y mesas alrededor, con extras que simulan beber con abundancia. Hay una semi penumbra en este interior de ficticia madrugada. Afuera brilla un sol que recuerda la primavera y reverdece la vegetación del parque, sobre la que se demora la llegada del otoño. Varias locaciones en las que se graba el programa están ubicadas en distintos lugares reales de Buenos Aires. Otros, están ubicados en escenarios fijos armados en estudios. A diario sendos equipos de grabación trabajan unas ocho horas de promedio cada uno. Uno, en las locaciones exteriores dirigido por Pivotto y otro, en los estudios dirigido por Sebastián Gil.

Las grabaciones se vienen realizando desde fines de marzo y en los últimos tiempos se aceleraron los ritmos y se ampliaron los tiempos, debido a que el proyecto del programa que era el de ser una serie semanal se transformó en el de una tira diaria. Aparte de las chicas ya nombradas, de estas jornadas de trabajo participan los otros integrantes del elenco: Esteban Lamothe , Gonzalo Valenzuela , Rafael Ferro , Luciano Castro , Nicolás Francella, Nazareno Casero , Nicolás Riera , Ezequiel Rodríguez y Julieta Nair Calvo. El resultado lo podremos empezar a apreciar desde esta noche.

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