La Voz Argentina: las graves acusaciones de Julia Ferrón tras quedar eliminada del programa
La concursante del team de Ricardo Montaner disparó contra la producción y sus excompañeros, y acusó a Mau y Ricky de haberla agarrado de un brazo y hablarle con prepotencia
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Mientras La Voz Argentina definía los cuatro finalistas, una de las participantes que quedó afuera de la competencia lanzó varias acusaciones contra la producción, una de sus compañeras y los hijos de Ricardo Montaner, Mau y Ricky. Se trata de Julia Ferrón, quien llegó hasta los cuartos de final en el team del creador de “Cachita”.
La cantante de la ciudad bonaerense de Arrecifes brindó una serie de entrevistas tras su paso por el programa de Telefe y disparó contra todos. Este jueves, en diálogo con La Uno de Arrecifes, una radio de su localidad, aseguró, por ejemplo, que desde hace semanas se sabe quién ganará la competencia y acusó a los creadores de “Mi mala” de haberla maltratado.
“Siempre resalté que la producción me había tratado muy bien, pero hablando con alguien de ahí adentro, hace unos 15 días me enteré que ya se sabía quién iba a ganar. Yo más o menos me inclino [SIC] y ustedes seguramente se deben imaginar también de quién se trata. Se veía cierta preferencia, un cierto favoritismo”, disparó.
“Yo soy una persona repitente, que debería estar por egresar y volvió a segundo grado. No lo digo porque me agrande, sino, sencillamente, porque eran todos muy chicos y sé que todo lo que yo recorrí ninguno de ellos lo recorrió”, aseguró. Y agregó: “Se generó un ambiente como que los viejos ya estábamos grandes para estar ahí... Y yo creo que esto de la música no tiene edad; le enseño canto a gente grande, también, y los incentivo a que si les gusta y lo hacen bien y les llena el alma, ¿por qué no? Esto no tiene edad y eso es discriminación, también”.
Y siguió apuntando contra sus excompetidores más jóvenes y también contra los criterios de selección de algunos coaches: “La cuestión de la imagen... Vos ves el team de Mau y Ricky, son todas chicas muñequitas y los chicos también. Se busca un producto para después venderlo”.
Luego, se comparó con dos grandes de la canción: “Mercedes Sosa en esta época hubiera quedado en la nada. A una María Martha Serra Lima le hubieran dejado la voz a un costado y hubieran mirado su estética y hubieran dicho: ‘Esta no pasa’”.
Sin cambiar de tono, volvió luego a agradecerle a la producción: “Estoy agradecida porque se me ha dado una oportunidad muy linda, en el hotel donde paramos me han tratado bien. Ha sido una experiencia muy linda, más allá de todo lo que pasa después. A mí ya me empezaron a contratar... Yo me pegué una escapada el sábado, sin decir nada, porque la producción no quería que me mueva del hotel. Fui hasta Salto para hacer un show porque obviamente tengo que seguir pagando mis cuentas, tengo que dejarle dinero a mi hijo... Y en esas cosas son demasiado estrictos. No se ponen a pensar que uno tiene una vida, que uno tiene un montón de cosas para resolver más allá de La Voz Argentina”, volvió a quejarse.
“Yo valoré cada instancia, estar frente a Montaner y Palito Ortega, frente a Alejandro Lerner... Hay cosas que recortaron y que les quiero contar a la gente. El día que me caí -al abandonar un ensayo no vio los escalones y se desplomó en el suelo- Lerner se acercó y me dijo: ‘Hay regalos que nos hace dios que son muy especiales. A vos te dio el regalo de tener el instrumento tremendo que tenés y a nosotros el regalo de escucharte’. Y a mí eso me va a quedar para siempre. Y eso no lo pasaron”, rememoró.
La exconcursante se refirió luego a la mala relación que mantuvo durante buena parte del programa con uno de sus compañeros de equipo, un hecho que, en su momento, le valió una reprimenda de Montaner. “Él dijo que rivalizábamos. Eso es totalmente irreal. Se sabía que había ahí adentro un malestar, un mal ambiente. Lo dijo por Emanuel [Cerrudo] y por mí. Pero, ¿por qué lo dijo? Porque esta chica que vino de El regreso - Naiquén Galizio, la elegida por el público para volver a la competencia- generó un lleva y trae. Hablando mal y pronto, en criollo, un p... barato”.
“Me dijo que Emanuel le hablaba muy mal de mí y que a ella la ponía muy mal eso. Yo le propuse que lo confrontáramos y habláramos los tres, pero no quiso, me dijo que estábamos pasando por esta experiencia y teníamos que subir bien al escenario”, aseguró. “Ella me dice eso y yo traté de ignorarlo porque supuestamente él andaba diciendo que yo me veía en la final con Ángela [Navarro, una de las grandes favoritas del público]. La gente era la que opinaba, pero yo nunca dije eso”, afirmó. Y, contradiciéndose con lo que había dicho anteriormente, que el ganador ya estaba definido, agregó: “Porque nadie tiene la seguridad de nada. Todo se puede dar vuelta. Y de hecho, se dio vuelta”.
“Ella me hablaba mal y después iba y lo abrazaba a él. Entonces, voy, me acerco a Emanuel y le pido que hablemos. Para todo esto, ya la gente había visto que por ahí no tenía buena cara. Y cuando fui a hablar con él me dijo que le había parecido raro que yo no lo haya saludado más porque como teníamos edades cercanas éramos los que más hablábamos. Cuando le dije que él había dicho esto, esto y esto de mí, me dijo que nada que ver, que lo que le había dicho a Naiquén es que si él tuviera que elegir a alguien del equipo de Montaner para que llegue a la final, me elegía a mí, porque tenía todo para llegar a la final con Ángela, si acaso ella fuera la finalista del team Lali, que era algo que ya estaba bastante marcado”, explicó.
“La detonó. Le metió a ella [a Naiquén] el palo en la rueda para que no se la siga creyendo. No sé si fui inmadura en ese aspecto de no ir a hablar con él de una... Me dejé llevar por lo que ella decía. También a mí me hacía mal confrontar a alguien antes de subir al escenario. Sin embargo, me llevé una sorpresa con Emanuel”, indicó.
Al parecer, su convivencia con los demás participantes tampoco fue un lecho de rosas: “Al principio era raro todo porque se ponían todos en el lobby a hacer guitarreadas. El hotel era chico y al otro día había que levantarse a las 8 de la mañana. Nos resultaba incómodo”, protestó. E ironizó: “Y todos eran amigos, todos se querían, todos se amaban. Les dije: ‘Chicos, no se mientan. Esto no es un cumple de amigos. Venimos a hacer lo que estamos haciendo. Dejen descansar, porque después el día es largo y en el canal te hacen esperar, te maquillan, te peinan, te llevan para un estudio, te llevan para otro’. Y ya te ven como que sos ortiva. Y después, entre ellos también se empezaron a pelear. Parecía más el programa de [Marcelo] Tinelli que La Voz Argentina”, reveló.
Ferrón, además, explicó por qué decidió no participar del show que coaches y participantes brindarán en el Movistar Arena. “Me bajé porque no me dieron la posibilidad de llevar a Salomón [su hijo]. La verdad que me comporté como una señorita e hice caso en todo, pero tampoco voy a hacerles el caldo gordo a ellos. Me dijeron que estaba todo agotado”.
El balance de su paso por el programa, de todos modos, no fue negativo: “Te ayuda mucho trabajar con coaches, los ensayos, que tengan la comida a horario, que te cuiden... Lo debo reconocer, porque no todo fue tan malo. Creo que hay más problemas por el recelo entre artistas. Yo sigo sosteniendo que fuimos a competir. A mí me preguntaban cuál era el premio y no tenía ni idea, yo quería ganar, porque tengo un par de cuentas importantes para saldar. Pero más allá de eso, el hecho de ganar pantalla, de generar el laburo que se está generando... Fue positivo. Ya me han hablado pro Instagram productores de afuera y estoy evaluando todas las propuestas. Ganar o no La Voz es algo relativo, porque la gente puede estar con un chico que es sensual, que canta bien, que es lindo y no con una mujer de 40 años”.
En una de sus presentaciones, Julia cantó el tema “Pero me acuerdo de ti”, de Christina Aguilera y en la devolución, justamente, Mau y Ricky le marcaron que su versión había sido idéntica a la de la cantante estadounidense. “Yo me puse a escucharlo y no estaba mal cantado. En los ensayos, yo había metido otros arreglos, pero Montaner me dijo que hiciera la versión clásica, porque hay canciones que hay que respetarlas tal como son. Entonces, si bien le puse un poquito de mí, me llevo esta sorpresa de que Mau y Ricky me dicen eso. Igual, lo intuía. Yo había dejado la vara muy alta con ‘One Moment in Time’, de Whitney Houston, y sabía que con esa canción se iba a caer un poco”.
“A mí me hubiera encantado que me dejaran cantar ‘Show Must Go On’, pero me dijeron que no, porque se lo habían reservado para otra persona [lo cantó Ángela, en una de sus presentaciones]. Y eso me molestó bastante. También intuía que me iba el domingo, porque estaba oliendo raro todo. Y encima, me hicieron cantar última. Después de que yo cantara, quedaban solamente 12 minutos para que la gente votara, y la gente ya había votado porque se deslumbró con lo anterior”, explicó.
Por último, se refirió a su coach y a sus herederos: “Considero que Ricardo Montaner es una excelente persona. Se nota. Se notó detrás de cámara, porque él habló con nosotros de igual a igual. Y hay algo espiritual que nos unía, pero fueron pasando cosas... No considero lo mismo de sus hijos”, indicó.
En su último programa, cuando el dúo venezolano iba a darle su devolución, la participante los frenó: “Mejor ustedes no”, les dijo, en broma, recordando lo que había pasado en su presentación anterior. “Ellos se lo tomaron a mal. Siento, y creo que es una sensación de todos, que ellos son niños mimados. Son niñitos muy cuidados por sus papis y esta carrera la han logrado gracias al apellido Montaner. Están como subidos a un pedestal y nadie los puede alcanzar. ¡Lo que les dije fue una broma! Yo prefería que me hablara Sole porque le había visto una sonrisa de oreja a oreja mientras cantaba. Si le lo hubiera dicho a Lali, me hubiera contestado: ‘Lo siento mucho, Julia, pero me tenés que escuchar’, porque es más natural, espontánea y agarra los chistes al toque”.
“Mau y Ricky están siempre a la defensiva. Y después, me gritaron que bajara la foto que me había sacado con ellos. Mucha niñería para la edad que tengo”, continuó. Y, según indicó el miércoles, en diálogo con Adriel Montanari, el altercado siguió fuera de cámara: “Me dijeron que me bajaban del certamen por hacer un mal chiste. Ahí entendí que los votos de la gente no es que sean tan importantes. Por otro lado, dijeron que yo era groserísima, que soy una persona ordinaria. Eso me dijeron, mientras uno me agarraba del brazo y el otro me hablaba con prepotencia. Realmente, para mí fue grave, porque no dije nada con maldad y están ensuciando mi imagen”.
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