La Voz Argentina: la historia del joven que sobrevivió a una dura tragedia, audicionó y conmovió a Marley

Los coaches de La Voz Argentina están cada vez más exigentes a la hora de elegir quiénes ocuparán las últimas plazas de cada uno de sus equipos. La primera en probar suerte este jueves fue Maira Rossetto, una salteña de 30 años oriunda de Campo Quijano. “Mis abuelos maternos me escucharon cantar de muy chiquita y me presentaron por primera vez a los 6 años en un Festival de la Canción acá en mi pueblo. Ahí arrancó este sueño”, explicó, en su clip presentación. Además de atender el negocio gastronómico de comida regional que montó junto a su madre, Maira asumió hace poco tiempo como concejal de su pueblo.

A la hora de su audición a ciegas, Maira eligió cantar “Si me ves llorar”, de Cristian Castro. A pesar de haber brindado una sentida y prolija interpretación, no logró que ninguno de los coaches giraran su butaca. Sin embargo, la participante nunca perdió la sonrisa y expresó su amor por Ricardo Montaner.

Luego llegó el turno de Eliana Carletta, una porteña de 26 años que trabaja como maquilladora, caracterizadora teatral y realizadora de efectos especiales y estudia pericia forense y evisceración.

“Tainted Love”, el clásico popularizado por Soft Cell en los 80 fue la canción que eligió para su presentación. Su potente versión hizo que Montaner y Soledad Pastorutti se disputaran su presencia. Finalmente, la participante decidió formar parte del team del autor de “Cachita”.

El chaqueño Lisandro Machado fue el tercero en pisar el escenario. “Vine a Buenos Aires en 2017 con el objetivo de crecer con la música y grabar mi primer álbum; me gustó y me quedé. A los 4 años ya hacía sonidos y música en el piano. Mi viejo y su familia siempre hicieron guitarreadas y eso formó parte de mi vida”. Actualmente, Lisandro trabaja para una aplicación de transporte de pasajeros y gracias a los horarios flexibles, puede seguir dedicándose a su gran pasión.

Amante del folclore, el participante optó por cantar “Puerto Tirol”, de Heraclio Pérez y Marcos Ramírez. Lisandro no logró conmover a los coaches, pero de todos modos se llevó algunos elogios.

La siguiente fue Bernardita Sonzini, una estudiante de derecho de 24 años de la ciudad de Córdoba. Este es el tercer casting de La Voz en el que se presenta y es la primera vez que llega a la instancia de las audiciones a ciegas.

En la primera de las estrofas de la canción “Dance Money” de la cantante australiana Tones and I, Soledad giró su butaca y al final del tema se sumaron Lali Espósito y Mau y Ricky a la competencia. Los hijos del autor de “Déjame llorar” fueron los elegidos por la cordobesa.

“Crecí en un ambiente lleno de música. Canto desde los 15 años, pero esta es la primera vez que voy a hacerlo en un escenario importante”, contó Uriel Ruiz, un chico de 18 años de Guernica, provincia de Buenos Aires. Y, a pedido de Marley, reveló que el año pasado pasó por una situación muy complicada. “Me electrocuté. Caí de una gran altura a las vías del tren, me golpeé la cabeza. Estaba con dos amigos y mi hermano. Mi amigo Emiliano murió. Estuve mucho tiempo mal, sin caminar, con quemaduras internas y externas. Tuve también amnesia por el golpe en la cabeza. Fue un caos”.

“La música para mí es todo, es amor, es la forma en la que mejor me expreso”, aseguró, antes de cantar “Que me alcance la vida”, de Sin Bandera.

Uriel tampoco consiguió que los coaches giraran sus sillas, pero los cinco coincidieron en que tiene muy buena voz y en que “hizo cosas bonitas”.

Notablemente conmovido, Marley alentó al adolescente a seguir practicando y volver a audicionar en el futuro. Más tarde, compartió una imagen junto al joven y su madre en su cuenta de Instagram. “Uriel, 18 años, de Guernica se presenta por primera vez en la televisión. Sufrió un grave accidente junto a un amigo que falleció y ahora en #lavozargentina viene a dedicarle este momento a su amigo que ya no está”, escribió el conductor.

Desde Comodoro Rivadavia, Chubut, llegó luego Esteban Miguel Muia, un bonaerense de 32 años. “A la música la siento como un remedio. Como algo que nos cura por dentro cuando no estamos felices. Hay una frase que dice que la vida sin música sería un error, y es real”, expresó antes de subir al escenario.

Allí, acompañado por su guitarra, entonó “Indio toba”, el clásico de Ariel Ramírez popularizado por Jairo. Mau y Ricky fueron los primeros en darse vuelta, pero tiempo después hicieron lo propio Lali y Soledad. Puesto a elegir, Esteban optó por Soledad.

Martina Terzián, una porteña de 20 años, fue la siguiente en audicionar. Primero, contó que a los 10 años comenzó a estudiar en un conservatorio y luego brindó una versión de “Silencio”, el tema Los Tipitos.

Al igual que ocurrió con algunos de los participantes de la noche, Martina no logró convencer a los coaches, pero todos les recomendaron seguir intentando porque le auguran un gran futuro dentro del mundo de la música.

Llegó el turno, después, de Vanesa Henriquez, una santacruceña de 24 años. “Me puedo definir como madre y también como música. Soy música independiente y trabajo también como docente”, se presentó.

En el escenario, cantó “Soledad y el mar”, de Natalia Lafourcade. En el último acorde, Lali decidió girar su butaca y así Vanesa se aseguró un lugar en el programa.

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