La TV busca restañar sus recuerdos
Volver, "Rescate emotivo" y los archivos de Rodríguez Arias y Portal hacen punta
Desde que la TV argentina celebró su cincuentenario, dos años atrás, somos testigos de una permanente sucesión de tributos, reconocimientos y menciones a pioneros y figuras de otros tiempos. Pero semejante desfile de halagos no encuentra correspondencia en una realidad que muestra baches notorios y pérdidas casi irremediables en materia de patrimonio televisivo.
Se sabe que las cosas cambiaron muy poco desde que LA NACION, en una investigación publicada en 1998, constató que de las casi 600.000 horas de transmisión que acumuló la TV local en medio siglo de vida apenas se conservan unas 100.000 horas. El canal de cable Volver, tras laboriosos trabajos de recuperación, cuenta con más de 25.000 horas conservadas, pero Canal 7 -que nació con la TV argentina en 1951- guarda menos de 20.000 horas en sus archivos. Muy lejos, por ejemplo, de la BBC de Londres y de Televisión Española, que conservan íntegro su patrimonio de imágenes desde la década de 1950.
Hoy, la TV abierta emite programas como "Rescate emotivo" (Canal 13), que le agregan al homenaje un grado de compromiso tal que las ganas de ver otra vez, completos, algunos notables trabajos de Juan Carlos Mesa, el paso por la Argentina de Gaby, Fofó y Miliki y de la troupe uruguaya que llegó con "Telecataplum" o las grandes telenovelas de Alberto Migré se hacen casi irresistibles.
Precisamente desde "Rescate emotivo" es posible estudiar algunas de las explicaciones que llevan a esta situación de pocas memorias y muchos olvidos. Entre los extractos de programas rescatados de un pasado que quiere indagar más allá de la década del 80 son los menos aquéllos que pueden verse con una razonable calidad de imagen y de sonido. Para ir más atrás hay que encontrarse con materiales escasos y aislados, visiblemente deteriorados y que sólo conservan su intrínseco valor documental. Uno de los responsables de "Rescate emotivo", Esteban Farfán, suele decir que casi toda la TV de la década de 1970 está perdida para siempre. Parte de la historia televisiva de la década del 60 pudo ser recuperada a través de Volver y de fines de la década del 80 en adelante algunos canales conservan un registro más o menos sistemático de su acervo, según se desprende de ciclos como "Rec" (Canal 9) y "Vale la pena" (Telefé).
Esfuerzos particulares
Pero la conclusión general es que los esfuerzos por mantener vivo lo más genuino de la memoria televisiva y conservar sus archivos respondió en los últimos años casi exclusivamente a esfuerzos particulares, ajenos a las instancias institucionales de los grandes protagonistas del medio.
El primero en llevar adelante un infatigable trabajo de búsqueda y de acopio de imágenes televisivas fue Miguel Rodríguez Arias, que aplicó ese trabajo en programas como "Las patas de la mentira".
A partir de éste y otros ciclos, Rodríguez Arias primero y más tarde Gastón Portal hicieron punta en la utilización deliberada de ese archivo para reconstruir, a través de testimonios y programas, el lugar que ocupó la TV en la vida social y política de la historia argentina más reciente.
Pero a la vez, en términos estrictamente televisivos, ese verdadero trabajo de hormiga dejó al descubierto que no hubo en la Argentina una tradición y ni siquiera una mínima costumbre de conservar su propio patrimonio. ¿Cómo puede justificarse que el primer año de "Hora clave", que emitió ATC, haya desaparecido porque los tapes volvieron a usarse para grabar allí otros programas? ¿Dónde están los grandes musicales que jalonaron la mejor historia del viejo Canal 7? ¿Quién conserva aquéllas transmisiones extraordinarias que vio el país entero, como la llegada del hombre a la Luna en 1969?
En el próximo Festival de Cine de Mar del Plata, el público argentino tendrá la oportunidad de reencontrarse con Narciso Ibáñez Serrador y volver a ver algunas de sus mejores películas de misterio y de terror. Pero será imposible un tributo similar a la obra televisiva de su padre, Narciso Ibáñez Menta; aunque todos se acuerden de sus grandes programas de misterio y terror, para reconstruirla en imágenes no hay por dónde empezar.