La semana de ShowMatch 2021: cómo aparentar normalidad en tiempos anormales
Tras sus primeras cuatro emisiones, la propuesta del ciclo de Marcelo Tinelli no muestra cambios de fondo en relación con la tradicional fórmula del “Bailando”
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Cómo aparentar normalidad en tiempos que no resultan normales para nadie. El regreso de Marcelo Tinelli a la televisión dejó expuesta esa encrucijada al término de una semana corta de cuatro días que al conductor le debe haber resultado interminable.
En la superficie Tinelli reapareció con el ShowMatch de siempre. “La Academia” es por ahora nada más que un título de apariencia innovadora que hasta el momento no consigue mostrar en los hechos algo distinto a lo que conocimos en las largas temporadas del “Bailando”. Respecto del pasado, el único matiz fue un vistoso dispositivo geométrico colocado en el centro del estudio, alrededor del cual las parejas tienen que moverse y ejecutar coreografías sincronizadas con sonidos de pop electrónico. Pasamos del “baile del caño” al “baile del cubo al cuadrado”. ¿Diferencias de fondo con las competencias anteriores? Ninguna.
El entorno también es el mismo. Un jurado que califica según las pautas conocidas del show, que incluyen por supuesto sutiles diferencias internas y choques de todo tipo con los participantes, por ahora atenuados. Reglas que se irán acomodando a las necesidades de cada momento (¿habrá en el mundo alguna otra competencia televisiva de este tipo en la que la esposa del conductor forme parte del jurado, aunque fuese de manera interina?). Chicanas y pasos de comedia improvisados entre los competidores y el presentador, casi todos viejos conocidos con muy pocas excepciones. Reidores que acompañan en off cada intervención con muestras del humor varonero que siempre caracterizó al programa. Escenografías, luces, graphs, movimientos de cámara y sonidos al modo tradicional del programa. Hasta el debut como jurado de Jimena Barón tiene la impronta de lo conocido: la chispeante “Cobra” funciona desde su filoso desparpajo como una versión más joven del estilo que Moria Casán supo imponer en ese lugar. Un cambio de nombres para que nada se altere en el fondo.
Pero no todo es igual, empezando por la atmósfera general que rodea al programa. ShowMatch regresó en el momento más complicado de la pandemia y nadie duda de que la evolución del programa va a estar determinada en los próximos días y semanas a lo que pase fuera del inmenso estudio montado en Don Torcuato con las medidas sanitarias y las restricciones impuestas por las autoridades.
El diseño de la semana inicial fue un primer ensayo de respuesta, siempre condicionada, a esos desafíos. Tinelli deberá acomodarse a ellos, con resultados que seguramente no siempre estarán en línea con sus aspiraciones. Hizo en la jornada inaugural un gran alarde de producción con un despliegue multitudinario que algunos todavía le siguen criticando. El cuestionamiento público que le hizo el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, no será el último. Y en la medida en que sigan las quejas también llegarán las respuestas de Tinelli, al que vimos llamativamente furioso y agitado mientras recordaba en cámara el miércoles todos los asuntos pendientes con la Justicia del funcionario que lo aludió.
Curiosamente, poco después de ese episodio Tinelli presentó a una de las parejas con el auspicio de la propia gobernación bonaerense. En el ShowMatch 2021, la publicidad no tradicional (PNT) dentro del programa vuelve a ser la fórmula más usada para el sostén comercial de las emisiones. De hecho, fue la única mención de ese tipo en las dos jornadas inaugurales. El miércoles y el jueves se incorporaron por primera vez tandas tradicionales en el tramo final previo a la despedida. Entre los avisos llamó la atención la abundancia de marcas de suplementos alimenticios y complementos dietarios de venta libre.
El poder político es uno de los interlocutores que, por acción u omisión, siempre tuvo Tinelli en sus programas. El martes, en un contacto con Telenoche previo a su programa, el conductor refutó todas las críticas a la apertura de su ciclo 2021 y reveló que no hace mucho mantuvo una larga charla con el presidente Alberto Fernández. Y a partir del viernes 28, el segmento Politichef promete ser la respuesta semanal de Tinelli a lo que pasa en la actualidad. Todo lo que piense el conductor estrella de la televisión, así como las eventuales réplicas a quienes lo cuestionen o lo apoyen, encontrarán el eco de las voces de los imitadores de los políticos que desfilen por allí.
Aquella revelación de la charla con Fernández ocurrió el único día de toda la semana en que Tinelli pudo hacer su programa en vivo. En el primer balance el conductor seguramente habrá sopesado las ventajas y los riesgos de llevar adelante un programa en tiempo real, como es su costumbre, o dejarlo grabado de antemano. Esta última opción le asegura en principio menores riesgos y más controles en materia sanitaria, pero lo separa de la realidad. ¿Qué pasará cuando llegue el momento de las definiciones en cada tramo de La Academia?
Anoche, ese contraste entre emisiones en vivo y grabaciones anticipadas fue más notorio que nunca. Media hora antes del comienzo programado de ShowMatch el escenario general se alteró por completo con el anuncio por cadena nacional de un cierre fuerte y extendido de todas las actividades a lo largo de nueve días. Al haberse grabado con anterioridad su programa, Tinelli salió ese día sin mención al tema, como si estuviese atravesando ese momento en una realidad paralela. Todos los participantes de ShowMatch esa noche se anticiparon al encierro general dispuesto por decreto. Parecían dentro de los muros de una casa al estilo de Gran Hermano, ajenos por completo a lo que ocurría en el exterior. El desapego se pagó en las planillas de rating: Tinelli perdió el jueves mano a mano frente a la telenovela turca de Telefé Dr. Milagro después de haber pisado fuerte en las mediciones el día del arranque.
Esta circunstancia dispara una pregunta: ¿a qué público le está hablando Tinelli desde su programa? En principio queda claro (y el conductor lo repitió varias veces esta semana) que el regreso de ShowMatch está pensado ante todo como una válvula de escape de la dramática realidad que nos toca atravesar. Ese público que todavía confía en una televisión generalista, que no habla de “pantallas” como sustituto de “TV” y que sigue atento a lo que ofrecen los canales de aire todavía se siente representado por lo que ofrece Tinelli, algo que también ocurre en el caso de MasterChef Celebrity.
Pero Tinelli va más lejos. Recurre cada vez más a participantes surgidos del mundo de las nuevas expresiones mediáticas, de los influencers y los todoterreno de las redes sociales como el cordobés Lizardo Ponce y la salteña Mar Tarrés. Esta última fue protagonista del episodio más desgraciado de la semana, con una alusión denigratoria a la comunidad judía que pretendió hacer pasar como un chiste. Lo peor vino después, cuando sus aparentes disculpas terminaron justificando palabras que tuvieron hasta una condena de la DAIA. Con estas participaciones, el creador de ShowMatch claramente busca un posicionamiento en espacios de enorme potencial de difusión, ideales para explorar eventuales fusiones entre medios tradicionales y nuevas expresiones.
A la vez, el ShowMatch 2021 le habla al Gobierno a través de sus protagonistas menos estridentes. Son los bailarines, preparadores y técnicos que encuentran en este programa la única posibilidad laboral en medio de una parálisis casi total de la industria local del entretenimiento que lleva más de un año. “De este programa depende la subsistencia de más de 300 familias” fue una de las frases más escuchadas a lo largo de las primeras cuatro emisiones. Toda una paradoja, porque del otro lado Tinelli también recibe constantes mandobles de quienes cuestionan que la ventanilla de ShowMatch siga abierta mientras el resto de las actividades enfrentan cierres compulsivos por las restricciones sanitarias.
El conductor se defiende repitiendo a cada momento que el programa cumple con todas las medidas y protocolos exigidos por las autoridades. El jueves reforzó esa apuesta: mencionó más de una vez al aire la cantidad de personas que estaban en ese momento frente a las cámaras, como para desmentir la imagen de ShowMatch como una permanente, descontrolada y multitudinaria fiesta televisada.
Son los riesgos que enfrentan quienes quieren aparentar normalidad en medio de una realidad que no resulta normal para nadie.
El rating de ShowMatch vs. Doctor Milagro
Lunes
ShowMatch (eltrece): 18,8 puntos
Doctor Milagro (Telefe): 15,3 puntos
Martes
ShowMatch (eltrece): 15,4 puntos
Doctor Milagro (Telefe): 16,3 puntos
Miércoles
ShowMatch (eltrece): 10,7 puntos
Doctor Milagro (Telefe): 15,6 puntos
Jueves
ShowMatch (eltrece): 10,8 puntos
Doctor Milagro (Telefe): 17,3 puntos
Rating promedio del ciclo en ese día de emisión. Fuente: Kantar Ibope Media
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