La larga vida de Rolando Rivas
La telenovela de Alberto Migré marcó un antes y un después en la TV argentina
A partir de este mes, Volver pone en el aire los 31 capítulos que todavía faltan emitir del ciclo completo de la legendaria telenovela de Alberto Migré Rolando Rivas, taxista . Desde abril de 2008 se repusieron otros 45 segmentos, con un considerable éxito de audiencia (promedio de 0,43 hogares con cable, de 7 a 24. Fuente: Ibope). En varios foros de Internet se consigna que el retorno de la tira -de la época en que la TV y la vida eran en blanco y negro- fue recibida con emoción, agradecimiento y felicitaciones. Los seguidores marcan, en principio, cosas como "la calidad del producto que no decayó", y también "la admirable proeza de los técnicos de Canal 13" que permitió ver otra vez la novela a 36 años de su estreno y a 27 de su última reposición televisiva. En esta fecha de 1979, en plena dictadura, se origina lo único que nunca se pudo recuperar del pasado: entre diez y veinte minutos de acción cortadas por la censura, porque el actor Luis Politti, que cumplía un importante papel, integraba el cerrojo de las listas negras y porque uno de los hermanos de Rolando Rivas (el actor Darwin Sánchez) se metía en un grupo guerrillero hasta que lo mataban y lo habían desaparecer. Debido a esta circunstancia, Migré se resistió durante largo tiempo a autorizar la reposición de su obra. No pasó fácil aquellos tiempos. Contó el autor, en una ocasión, que acudió a un llamado del presidente Lanusse, quien, bastante enojado, le dijo que no le levantaba la tira ni lo ponía preso porque con semejante rating medio país se le pondría en contra.
Entre marzo de 1972 y diciembre de 1973, Alberto Migré escribió para Canal 13 lo que él mismo, muchos de sus colegas y especialistas de la telenovela, como Nora Maziotti y Cecilia Absatz, consideraron su obra cumbre. Contaba la historia de un taxista porteño, muy identificable, protagonizado por Claudio García Satur, que en un viaje transportaba a Mónica Helguera Paz, papel que encarnaba la por entonces veinteañera Soledad Silveyra. El encuentro era accidentado porque, en un momento, agobiada por diversos pesares, el personaje saltaba del vehículo y caía en la calzada. Se salvaba, pero sólo a partir de ese momento llegaba lo mejor. Rolando y Mónica resolvían desde el ideal romántico su pertenencia a mundos sociales tan diferentes. Después, otras circunstancias, audaces para el momento, terminaban por empañar el buen talante de la relación.
"Era otra televisión, con tiempos más elásticos para el desarrollo de la acción", define Walter Sequeira, gerente de Volver, quien se confiesa orgulloso no sólo por la bondad del contenido, sino también por los resultados de un trabajo de recuperación que se extendió durante siete años. "Para recuperar una hora de programa se necesitaban entre cinco y siete horas de trabajo, porque las cintas estaban en muy mal estado y con demasiada frecuencia, por la fricción de los cabezales, las imágenes quedaban borrosas", agrega Sequeira. Relata el ejecutivo que las cintas originales se encontraron en 1994; se comenzaron a visualizar cuatro años después y, en 2001, en ocasión de los festejos por el cincuentenario de la televisión argentina, uno de los aportes de Canal 13 fue la presentación de dos capítulos completos.
"El capítulo de presentación de Rolando sigue siendo una clase de cómo debe ser un galán de telenovela: pintón, buen amigo, buen hermano, solidario y sin haber encontrado aún el verdadero amor, pese a que tenga varias mujeres enamoradísimas de él. Yo lo utilizo en mis clases para enseñarles a los alumnos cómo plantear y construir un personaje", describe Víctor Agú, actor, autor, director y albacea de parte de la herencia literaria de Alberto Migré. Agú vio esta novela por primera vez cuando tenía 12 años en Ercilia, el pequeño pueblo santafecino donde vivía. Y fue tal la conmoción que le provocó que le escribió una carta a Migré, a quien conoció personalmente muchos años después. "En Ercilia había sólo tres televisores, pero ninguno estaba en mi casa. Sin embargo, seguí uno por uno los capítulos. Te diría, saboreándolos".
Luego del inicial año de éxito de la tira, Soledad Silveyra se alejó para cumplir con otro contrato de Canal 13. Eso provocó en la audiencia un generalizado descontento. Rememora Agú: "Al mismo tiempo, el canal le pide a Migré una nueva temporada, para la que se incorpora, como protagonista femenina Nora Cárpena. Con el objetivo de que la gente empezara a querer a su personaje y, a la vez, olvidar al de Solita, Migré hizo algo muy común hoy, una especie de focus group . Preguntó qué es lo peor que puede hacerle una mujer a un buen hombre enamorado de ella. La respuesta fue ésta: «Abortar». Y Migré trasladó a la ficción esa elección: Mónica abortó un hijo de Rolando. La nueva heroína (divorciada y con un hijo, otra audacia) fue rápidamente aceptada".
Alberto Migré falleció en marzo de 2006, apenas unos días después de haber otorgado a Volver el conforme para la repetición. En 1974 se hizo una película, también con Claudio García Satur y Nora Cárpena; en 1988 se realizó una remake , titulada Ella contra mí , con Gustavo Garzón y Carolina Papaleo. Hoy, García Satur, con poca actividad artística, se resiste a referirse a esa parte de su carrera. Soledad Silveyra sigue protagonizando exitosas tiras, como acaba de suceder con Vidas robadas , pero también conduce ciclos documentales históricos. De entonces a ahora, la televisión argentina ganó en velocidad, pero también en vacuidad. Rolando Rivas sigue siendo recordada como un antes y un después de nuestra TV abierta.
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