La 1-5/18: tras haber visto a Miranda besando al padre Lorenzo, Lola sufre un accidente

Las relaciones entre los protagonistas de La 1-5/18 siguen entrelazándose y desencadenando conflictos. Mientras algunos afianzan sus lazos, afloran viejos secretos y otros sufren nuevos desencantos.

Lola (Agustina Cherri) se entera de que Bruno (Gonzalo Heredia) debe dos materias del secundario e intenta convencerlo de que asista a las clases de apoyo en la parroquia. A pesar de que en un principio él se niega, termina accediendo y, en la clase, se da cuenta de que está empezando a sentir algo por la maestra.

A su vez, gracias a un amigo hacker, Lorenzo (Esteban Lamothe) logra ubicar el lugar desde donde salieron las amenazas a su antecesor en el barrio, el padre Antonio (Héctor Calori). Por eso, junto a Lola, van hacia el lugar para averiguar quién se esconde detrás de esos mensajes. Al llegar, los atiende una chica y les dice que el celular del que salieron es del padre de su hermanito, que está preso.

Cuando vuelven por la tarde para hablar con la madre de la adolescente, una vecina les cuenta que la gente de aquella casa abandonó el lugar. Ellos no lo saben, pero detrás de aquella huida esta Lautaro (Nico García), que los obligó a desaparecer por un tiempo. De todas maneras, lejos de angustiarse, Lorenzo se da cuenta de que están investigando en la dirección correcta.

Chacho (Maxi Ghione) se olvidó la videocasetera en la casa de Vivi (Leticia Brédice), y Rogelio (Yayo Guridi) se la lleva y aprovecha para recordarle que no quiere verlo cerca de su mujer. Ya solo, Chacho se pone a ver viejos videos de su hijo, que murió hace unos años.

Horas después, Nito (Oscar ”Coto” Fernández) le cuenta a Vivi que no puede encontrar a Chacho en ningún lado. Ella decide buscarlo y lo ve en la estación de micros, un lugar que le gustaba mucho al pequeño. Si bien en un primero momento lo encuentra algo perdido, al hablar con ella, Chacho vuelve a la realidad y le confiesa que extraña mucho a su “único” hijo.

Esas palabras quedaron resonando en Vivi y eso la lleva a contarle a Noelia (Leonor Manso) su gran secreto: Chacho es el padre de su hija, Malena (Ornella D´Elía).

Por otro lado, Ciro (Arturo Bonín) aparece en la parroquia para avisarle al padre Lorenzo que el Vaticano decidió apoyar su decisión de quedarse en el barrio y le cuenta que él, como obispo, recibió un llamado de atención por no haberlo acompañado en eso. Resentido, le advierte a su sobrino que va a estar vigilándolo y que va a reportar cualquier situación extraña en la que lo vea involucrado.

Lautaro, a su vez, cambia de estrategia y trata bien tanto a Rita (Lali González) como a Noelia. Sin embargo, su esposa está decidida a seguir trabajando en la casa de Sebastián (Luciano Cáceres) y se lo comunica. Ante su sorpresa, su marido reacciona bien, pero -en el fondo- tiene otras intenciones.

Al llegar a su trabajo, Rita soporta una vez más los reproches de Renata (Bárbara Lombardo). Allí se encuentra con que Matías (Balthazar Murillo) está por ir a un campamento, pero lo siente afiebrado y se queda preocupada.

Cuando Sebastián llega a su casa, la encuentra mirando una foto de su familia, emocionada. Él aprovecha para preguntarle si tiene hijos, pero se ve obligado a abandonar la conversación por una urgencia en la clínica.

Al volver, el médico le pregunta a Rita cómo se tomó Lautaro el haberlos visto juntos en el auto. Ella lo tranquiliza y aprovecha para contarle que vio a Matías algo pálido y lo notó afiebrado. Cuando Sebastián lo llama, se da cuenta de que tiene la voz tomada.

Por la noche, Sebastián le confirma a Rita que Matías estaba enfermo y le agradece que se haya dado cuenta de que a su hijo le pasaba algo.

Jonathan (Lucas Demario) le pide disculpas a Tulio (Gregorio Barrios), pero cuando están conversando son interceptados por Wilson, Cholo y su banda, que les advierten que no pueden pasar porque ese es su territorio. Lorenzo y Lola interceden, pero Wilson amenaza al cura.

Gina (Angela Leiva) le echa en cara a Roxy (Julieta Bartolomé) que haya “mandado al muere” a Tulio con Jonathan, pero su amiga la convence de que ese es un tema de los hombres.

La cercanía entre Gina y Bruno es cada vez mayor, y ella se siente cada vez más atraída por él. Por eso, mientras lo está ayudando a estudiar, fantasea con que lo besa, pero decide contenerse.

En la cevichería, Emilia (Shirley Briceño) está feliz, y le cuenta a Vivi y a Noelia que su hermano Guille dejó la banda de Wilson. En ese momento, llega un pedido de ceviche para 20 personas que las alegra a todas; pero no todas son buenas noticias: alguien le robó a Emilia su cadenita de oro. Cuando va a encarar a su hermano, lo encuentra con Wilson y se da cuenta de que fue él quien le robó.

A instancias de Wilson, Rafa decide ir a pedirle disculpas, pero cuando Emilia le dice al maleante que quiere a su hermano trabajando con ella, los dos se niegan y la muchacha termina echándolos.

En el bar, Lomo (El Polaco) le reclama a Jonathan por qué no lo tiene en cuenta para sus planes más importantes. En eso, aparece Lucy (Julieta Ruíz) y le insiste a Lomo que se sume a las clases de Lola para terminar el secundario. En ese momento, Jonathan la insulta y Gina sale en defensa de su amiga.

Después de haber encontrado a un periodista intentando sacarle una foto con el celular, Emanuel (Roly Serrano) le pide a Rogelio que ponga un guardia en la puerta de la peluquería, pero el puntero no se lo toma en serio. “Me quieren ver caído”, le explica a Gina, sin revelar el gran misterio de su pasado que lo obliga a vivir casi escondido.

Miranda (Romina Gaetani), a su vez, aparece en la parroquia para convencer a Lorenzo de que vaya junto a ella a la reunión con sus excompañeros del secundario. Él se niega, pero termina aceptando ante la insistencia.

Como Emilia y las demás mujeres están muy atareadas, Lola se ofrece a llevar el gran pedido de ceviche. Al llegar al lugar, se lleva una gran sorpresa: se da cuenta de que es una fiesta y, entre la gente, ve a Lorenzo bailando con Miranda. La mujer, al notar su presencia, besa al cura en los labios.

Angustiada y confundida, Rita se sube a la moto del reparto y es atropellada por un auto.

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