
Jugando al doctor: "Hospital público"
El unitario, que se verá a partir de mañana, a las 23, por América, cuenta casos reales adaptados para la ficción y está siendo grabado en un hospital abandonado de la Capital

Si a la televisión, además de captarla a través de la vista y el oído, se la pudiera percibir por el olfato, "Hospital público" olería a esas salas de espera que nadie quisiera conocer pero que todo el mundo conoce. Esas donde la urgencia no descansa nunca y mucho menos los médicos encargados de atenderlas. Tal es el nivel de realismo que buscará alcanzar el unitario que se estrenará mañana, a las 23, por América. Allí, se contarán historias intensas, crudas y muchas veces dramáticas que médicos y pacientes comparten, de un lado y del otro de la camilla.
La trama de este ciclo realizado por Spark, productora que con él debuta en la TV, estará centrada en los diferentes casos médicos, basados en historias reales, que llegan a las puertas de este hospital de la ficción para ser atendidos por los doctores Javier Grotz (Mauricio Dayub), Luciano Benegas (Pablo Rago), Valeria Quiroga (Virginia Innocenti) y Florencia Lozano (Natalia Lobo). La idea es mostrar qué sucede cuando se cierran las puertas del quirófano o de los consultorios y empieza el trabajo de los profesionales de la salud, o de la enfermedad. Estos médicos, cada uno en su especialidad, lidiarán con la realidad de intentar salvar vidas en un contexto difícil.
"Me interesó hacer una ficción con muchos elementos de la realidad. Poca gente conoce la cárcel, pero todos conocemos los hospitales públicos. Por eso mismo, dentro de mis posibilidades, tengo que convencer al público de que lo que estoy mostrando es genuino, porque todo el mundo tiene una opinión sobre el tema", cuenta Edi Flehner, director y productor general del ciclo.
Para construir esa ficción con la mayor verosimilitud posible la producción decidió salir de los estudios para instalarse en un hospital que hasta hace pocos años funcionaba como tal. Camillas en los pasillos, aparatos para colgar el suero y camas ortopédicas, todo está ahí como si en cualquier momento los verdaderos heridos fueran a aparecer por la puerta. Si lo hicieran se encontrarían con un grupo de actores tan entusiasmados con sus nuevos papeles de clínicos, cirujanos y obstetras que hasta serían capaces de atenderlos.
Es que, cada uno a su modo, los cuatro protagonistas de "Hospital público", Rago, Dayub, Innocenti y Lobo, parecen haber adquirido una nueva pasión: la medicina.
Recorrida por las guardias
"Visitamos las guardias y vimos que son lugares de contención en los que la gente busca la palabra de alguien autorizado. Como mi personaje es el jefe de cirugía, fui a ver operaciones y hablé con cirujanos y de ellos tomé actitudes que nunca se me habrían ocurrido. Por ejemplo, si en una operación hay alguien parado en el camino del cirujano, lo empuja. Porque el tipo sabe que tiene segundos y que cada uno tiene que saber dónde pararse para no molestar. Ese detalle da cuenta de un tipo de personalidad que está muy bien mostrada, de manera realista, en las escenas que hemos hecho", cuenta Dayub entusiasmado.
Para todos los involucrados en el proyecto la visita a hospitales públicos fue una bisagra entre un proyecto más y éste, que todos llaman "especial".
"Les pregunté a algunos médicos cuánto se involucran con los casos. Que hacen si, como le pasa a mi personaje en el primer capítulo, les cae en la guardia un chico golpeado que se está por morir. Me contestaron que su nivel de involucramiento es mínimo. Todos cuentan que al principio es más duro, pero que con el tiempo se les pasa. Y tiene cierta lógica -explica Rago-, cuando vos le contás a alguien que no es actor cómo se hace para preparar una obra de teatro, en lo que uno piensa cuando está haciendo la función, te preguntan: "¿De verdad vos pensaste en eso cuando estabas en la escena?" Y creo que es lo mismo, son las características de cada profesión, es lo que uno hace."
Para Innocenti, el mundo de los bisturíes y "esa máquina maravillosa que es el cuerpo humano" fue poco menos que una revelación. "Al interpretar a una tocoginecóloga tuve que ir a ver un parto. Mi profesión es una bendición porque me permite meterme en mundos y ver cosas que de otra manera no me ocurrirían. Estar en el parto fue una experiencia maravillosa. Vi uno natural y otro por cesárea. En la cesárea, además, tuve la oportunidad de ver un cuerpo humano por dentro. Pensé que me iba a impresionar pero me apasioné, me deslumbré. Fue genial ver ese carnal trabajo en equipo", cuenta la actriz que en la ficción no sólo deberá lidiar con las exigencias de su profesión, sino también las que supone ser madre y esposa.
Algo muy distinto de lo que le sucederá al personaje que interpreta Lobo. Su doctora es cirujana residente de tercer año y tendrá el desafío constante de demostrar que es tan buena operando como sus pares masculinos. "Fui a ver varias operaciones, hablé con cirujanas y ellas me decían que los pacientes prefieren que los opere un hombre. Yo les tengo pánico a los médicos y pensé que en una operación me iba a desmayar. Pero no, me dio tal adrenalina, me gustó tanto, que creo que podría haber sido una buena cirujana", fantasea Lobo.
Sin George Clooney
En la TV argentina, los programas de ficción centrados en la medicina no son moneda corriente. Es que no es lo mismo escenificar conflictos de oficina o de barrio que aquellos que ocurren en el marco de un hospital. Tal vez porque, como dice Flehner, hay que tener en cuenta que hay casos que, por más que estén tomados de la vida real, parecen más increíbles que cualquier película fantástica y que "ser realista requiere de recursos".
Pero aunque por estos lados este tipo de historia es rara, son pocos los que no conocen algo de las exitosas series norteamericanas que cuentan las peripecias de los médicos del país del Norte. Claro que, según cuentan los actores y el director de "Hospital público", este ciclo no tiene nada en común con un programa como "E. R., emergencias", con excepción de las batas.
"Muchos nos preguntan si este unitario va a ser como "E.R." Y yo les contesto que cómo puede serlo si allá lo tienen a George Clooney y acá estoy yo. Hay una diferencia", se ríe Rago. Pero más allá de las diferencias en el casting, está la enorme distancia que existe entre la medicina pública de los Estados Unidos y la de la Argentina. "Lo que tiene en común este programa con las series de médicos extranjeras es el tema, pero acá tenemos recursos distintos, problemas distintos, necesidades distintas", dice la productora ejecutiva del ciclo, Mercedes Corso.
Mientras el elenco, que incluye a Rita Terranova, Mimí Ardú y Jimena Anganuzzi, entre otros, almuerza en un salón enorme, que no está ni cerca de estar calefaccionado, ninguno sale de personaje. Las batas y los estetoscopios colgados al cuello siguen en su lugar para la próxima escena. Pero no sólo los que están frente a las cámaras mantienen el disfraz. Asistentes y productores están listos para cualquier emergencia, que en este caso implica la falta de algún extra. Se sabe que en una guardia lo que sobra es gente.
"Me gustaría que la gente quiera al hospital público, porque por más que nos quejemos es una institución en la que se viven momentos muy importantes de la vida. Por eso no somos denunciantes, somos mostrantes", dice Flehner, el máximo responsable del unitario. Según él, habrá un segmento de la audiencia que no estará interesado en ver el programa: "Es gente a la que le interesa el entretenimiento puro y está bien que así sea. Hace cinco años puede que fuera la mayoría, pero creo que mucha otra gente hoy está interesada en encontrarse con la realidad para elaborarla. Y este programa tendrá algo para ellos. Pero, como se trata de un ciclo de televisión, sin dejar de ser entretenimiento".
Los doctores
Pablo Rago: interpreta al doctor Luciano Benegas, clínico e instructor de residentes. Es el encargado de admitir y diagnosticar a los pacientes que llegan a la guardia.
Mauricio Dayub: es el doctor Javier Grotz, jefe de guardia. Un muy buen cirujano que tiene que lidiar con todos los aspectos burocráticos del hospital.
Virginia Innocenti: es Valeria Quiroga, tocoginecóloga. Tiene dos hijos y un marido, pero está dedicada a su trabajo.
Natalia Lobo: interpreta a la doctora Florencia Lozano, residente de cirugía. Es muy ambiciosa y tiene un romance con Grotz.