Juan castro: la vida después del caos
Tuvo un año difícil: estuvo internado como consecuencia de su adicción a las drogas. Pero el conductor de "Kaos en la ciudad", y nuevo director creativo de Endemol, apuesta a la creación como salvación
Hubo dos entrevistas previas que naufragaron poco antes de la hora convenida. La tercera fue la vencida. Juan Castro está de blanco impecable, de buen humor, sentado en el sillón de la oficina más grande de la productora Endemol. Por algún motivo, ataja el morbo antes de empezar: "Podemos hablar de todo, pero no soy nada más que un gay confeso o alguien que se recupera de una adicción".
La aclaración viene a cuento de nada, pero a Castro le parece necesaria. Desde que le dijo a la revista "Planeta urbano" que era gay -justo cuando se disponía a conducir "Confianza ciega", un reality de parejas-, quedó encasillado para los medios como "el chico que hace confesiones". Algo que se potenció aún más cuando este año salió en su propio ciclo, "Kaos en la ciudad", a contar que había estado en el infierno, tras estar internado por lo que en un principio se llamó sutilmente estrés. Algunos capítulos después, Castro volvió a la carga y, en la misma pantalla de Canal 13, llamó a ese estrés con todas las letras de la adicción a las drogas.
Más allá de su llamado de atención, está claro que hay bastante más detrás del personaje que cada jueves aparece de traje en la pantalla de Canal 13. Juan Castro está al frente de un programa que él mismo ideó y que más de una vez le ganó a "Videomatch". De un programa que comenzó hace dos años, a prueba y por sólo cuatro emisiones, y que se convirtió en uno de los más vistos de la franja de las 23. De un programa que el año próximo volverá, con algunos cambios en el equipo, a la misma emisora.
Además, este año, Castro fue el elegido para conducir el programa especial sobre la identidad que se vio por Canal 7. Y por si fuera poco, el chico que debutó en la TV con "Crema americana", junto al Pato Galván y Ari Paluch, acaba de asumir como director creativo de la empresa Endemol, la productora de Martín Kweller, responsable no sólo de "Kaos...", sino también de "Trato hecho", "Pulsaciones", "Dale Georgina" y "Química", que comienza el viernes, por Canal 9 con la conducción de Diego Korol.
Hay más todavía. Pero a Castro, por algún motivo, se le hace necesario aclarar. Casi todo. "Este año, cuando se hablaba de "mis confesiones", no me cerraba el término, porque uno confiesa algo que está mal. Y la verdad es que no decidí hablar de esos temas en otros programas. Hablé en mi espacio por un juego que se transformó en compromiso. Hay una película que se llama "El silencio de los inocentes", en la que el doctor Hannibal Lecter le propone a Clarice Starling el quid pro quo que es "Yo te doy y vos me das". Si hago un programa periodístico social y me encuentro con historias que tienen que ver con marginación -por sexualidad, por clase social, por elecciones- o con gente que tiene problemas con las sustancias, me parece muy careta no hablar. Y en el programa en el que yo hablé más abiertamente de mi recuperación de la adicción, venía de hacerle una nota a Estela de Carlotto en la que ella dejaba de ser una abuela de Plaza de Mayo para ser una abuela. Ella habló desde el lugar de la abuela Estela. Y en ese momento pensé: "Si esta mujer tiene los huevos para decir esto, por qué yo no voy contarle a la gente realmente lo que me pasó: que no fue un estrés sino un problema de adicción". Y por qué no contarlo en un país en el que la gente está acostumbrada a que los temas de adicción son eternos, o generan el morbo de ver cómo está Charly, cómo está Maradona. Muchos amigos, después de esto, me dijeron: "No conviertas batallas que no son tuyas en propias". Es que mucha gente malinterpretó lo que dije, creyendo que yo había dicho que me había curado. No estoy tampoco del lado de los que dicen si sos un adicto, sos un adicto toda tu vida. Todavía no hubo caída, y espero que no la haya. Pero es una pelea diaria. Y creo que en estos últimos meses descubrí -no sólo por mis temas de salud-, que no hay nada que te ayude más que ser creativo.
-¿De qué manera te ayuda?
-Yo creo que, al menos en mi caso, la gente creativa tiende a ser insegura, y a tener algunas características bipolares: creerse mucho y muy poco a la vez. Y eso hace que haya momentos creativos. Ayer, en el medio de varios cuestionamientos (¿me merezco el lugar que tengo?, y esas cosas), mientras se grababa el piloto de un programa de Ronnie Arias, empecé a entrar en un espiral -¿estará bien?, ¿estará mal?- y eso me hizo pensar en una ficción que posiblemente hagamos el año que viene. A veces, está la idea creativa que te cubre ese vacío. A veces no. Y entonces, te vas para abajo. Lo bueno es no irse tan abajo como ya estuve. Lo bueno es que haya mesetas. Si no, es insoportable, como era antes...
-¿Ese antes, es antes de que estuvieras internado?
-Una vez, este año, me preguntaron cuál fue el peor momento de este año.Y le repregunté a Viviana Canosa cuál pensaba ella que había sido mi peor momento: "Cuando estuviste internado", dijo. Y no, fue antes. Cuando estaba internado sabía al menos que ya había llegado al peor lugar al que podía llegar. Llegado ese punto, sólo te queda quedarte ahí o salir. La estaba pasando mal. Había mucha brecha entre el arriba y el abajo. Ahí, mientras estaba internado, apareció la idea de hacer otros programas, pintar, cantar, hacer teatro, sacar los demonios por medio de la creatividad. Cuando uno mira la cantidad de libros que escribe Stephen King por año, uno piensa: "La única manera que tiene este tipo de sobrevivir es escribiendo sobre sus demonios".
Para Juan Castro, espantar demonios también parece una cuestión de supervivencia. "Me acuerdo de un momento, cuando era muy chico, y dejé de ver a mi abuelo y me contaron que mi abuelo se murió. Esa fue la primera vez que enfrenté la idea de lo que es la muerte: "Uy, ¿esto se acaba?". Inmediatamente, empecé a preocuparme, no por mi muerte, sino por la muerte de la gente que quiero. Y es enloquecedor. Después viví la muerte de dos personas muy cercanas: mi mamá y mi tía. Y creo que eso, más algunas otras guerritas familiares me apartaron un poco de la idea de que todos tenemos nuestros fantasmas, nuestros dolores y nuestras cosas complicadas. Por eso, ahora, en lugar de guardarlos, los comparto. Los exteriorizo, no los c-o-n-f-i-e-s-o", le deletrea al grabador, para que quede bien claro y subrayado.
Pero además de exteriorizarlos, él trata de reciclarlos en algo más ecológico para su salud. Por eso, dice, sus demonios aparecen en "Kaos en la ciudad", en las consignas de su programa de radio ("Mix urbano", que diariamente conduce , en FM Metro, de 18 a 20) o en ideas para otros ciclos que ahora se puede dar el lujo de concebir bajo el nuevo cargo que tiene en la empresa de Martín Kweller.
-¿Cómo te llegó este nuevo cargo dentro de Endemol?
-Yo trabajé en varias productoras, intenté tener una propia y perdí plata a lo loco. Acá, en Endemol, siempre se me dio la oportunidad de presentar mis ideas. Las puertas de las oficinas siempre están abiertas, así que mis locuras las puedo comentar. Eso implicaba "Kaos..." u otros programas. Ahora, Endemol Argentina crece y es Endemol Argentina y Chile. En ese contexto, Mariano Chiade va a ser productor creativo y artístico de ambos países. Entonces, ahora hay un grupo de creativos detrás de él para apoyarlo. Estamos armando nuevos formatos que tienen que ver con el reality, el periodístico y la ficción. El año que viene creo que podemos sorprender con la ficción. El piloto ya está hecho y es muy bueno. Se trata de historias de sexo de gente común, una idea de Martín Kweller.
-Parecés bastante obsesivo y comprometido con los proyectos. ¿Cómo te resulta estar detrás de ciclos en los que no vas a aparecer?
-En "Zoo" aprendí una lección. Yo figuraba como idea, conducción y productor general... Imposible. En "Kaos..." soy idea y conducción. Aprendí que mejor que ser obsesivo es delegar. En "Zoo" mi vida era un caos. Hoy en día, Rubén Vivero, que es productor ejecutivo del programa, está a mi lado y las decisiones finales sobre algunas cosas son de él. Tengo confianza ciega en él. A veces, hacer un programa como "Kaos..." genera que a las 23.15 esté saliendo un video recién editado desde Palermo al canal, en taxi. Y muchas veces tenemos que cambiar la rutina para que llegue. Eso es adrenalina. Y esa es la buena adrenalina.
-¿Y la mala?
-La mala es la que te hace girar en un solo lugar y no llegar a ningún lado. Me ha pasado en mis épocas en las que estaba mal. Es la adrenalina por el riesgo mismo. Ahora es más divertido. Y cuando llega la noche favorita, como le decimos en la producción a la noche del jueves, la de "Kaos", nos vestimos como para un cumpleaños de quince o un casamiento. Pero quizás debería corregirme. No quiero hablar de adrenalina sino de energías. Lo que me pasa es que ahora manejo mejor mis energías. Por eso estoy feliz, en paz. El año pasado una de las cosas que yo pedía era más paz. Y la paz es poder estar solo con vos mismo, bancarte eso teniendo tanto caos, y poder preguntarte ¿qué hago?, ¿me enfermo la vida, como antes, o trato de ser creativo? Y es un tira y afloja todo el tiempo. Pero está bueno ganar el partido.
Con muchos proyectos
- Ahora que Juan Castro es director creativo, su función en Endemol ha cambiado un poco. Pero sólo un poco porque lo cierto es que Castro ya irrumpía en las oficinas de los gerentes para anunciar sus ideas. Lo que cambió es que ahora, por ejemplo, se para detrás de cámara para controlar el piloto del nuevo programa que está grabando Ronnie Arias, y que se verá desde enero en Canal 13. También está colaborando en las puntadas finales de una tira de ficción -la primera que hará Endemol- sobre historias de sexo entre gente común, que protagonizarán Carlos Santamaría y Carolina Peleritti, entre otros. La productora de Martín Kweller también está terminando de armar "Uno Versus Cien", que conducirá Alfredo Casero, en Canal 13, desde enero. Y por si fuera poco, también están detrás del nuevo ciclo que prepara Viviana Canosa para Canal 9, a las 20.
Camino a la fama
"Feedback": "A los 16 años, era el oyente pesado que siempre estaba en el piso de la radio escuchando el ciclo de Pergolini y Ari Paluch".
"Malas compañías": en 1987 fue productor del programa de la Rock & Pop que condujeron Pergolini y Eduardo de la Puente.
Chico modelo: al mismo tiempo empezó a trabajar de modelo y a estudiar periodismo y locución en el ISER.
"Crema americana": se enteró de un casting un viernes. Llamó a Pato Galván, su compañero de estudios en el ISER, y se presentaron. El lunes ya conducían "Crema americana", en América, junto a Ari Paluch, y con la producción del ahora gerente de Telefé, Claudio Villarruel.
"Telefé Noticias": tuve la suerte de tener dos jefes que me ayudaron a crecer: Oscar Obregón y Rubén Saieg.
"Zoo": una idea que Castro elaboró durante siete meses. Se vio en América durante tres años.
"Unidos y Dominados": "Fue una experiencia fallida. Me puse el traje de Grondona y Lanata. Y no era que me quedara ni grande ni chico. No era el mio".
"Confianza ciega": "Endemol me llama para hacer este reality (que se vio por Canal 9). Pero a cambio, pedí que miraran un proyecto".
"Kaos": el proyecto era "Kaos", que hace dos años que se ve por Canal 13.