"Hoy no elegimos el poliamor", dicen las nuevas millennials de la televisión
Cuando hoy, a las 22.30, el flamante canal Net TV ponga en el aire Millennials, su primera ficción, para muchos significará un acercamiento primigenio a una generación misteriosa. A esa camada que llegó luego de la Generación X y hoy pelea el cetro con los centennials. Nacieron de los ochenta para acá y se extendieron hasta el final del siglo pasado. En esta producción buscan descifrar la conformación de su ADN desde el relato televisivo. Y allí estarán ellas. Seductoras, avasallantes. Así en la tele como en la vida. Noelia Marzol , Johanna Francella y Laura Laprida conforman el trío femenino protagónico de esta serie modo siglo XXl que se viene grabando, desde hace varias semanas, en los estudios de Endemol en el barrio de Palermo. Ese Palermo distante del de Jorge Luis Borges y estallado de bares, cervecerías, tiendas de diseño y estudios de televisión. Ellas son las caras nuevas de una televisión en la que no abunda la ficción local. Y son las representantes de un modelo de actriz que se aparta de ciertos convencionalismos a la vieja usanza.
Las chicas van llegando de a poco a la charla con LA NACION, que se lleva a cabo en uno de los sets del programa. Atardece sobre Buenos Aires y las luces de los estudios comienzan a apagarse luego de doce horas de grabación que arrancaron a las ocho en punto de la mañana. La primera en aparecer en escena es Johanna Francella. Simpática y muy correcta. Saluda y se sumerge en su teléfono celular. A los pocos minutos arriba Laura Laprida. Algo distante, un poco tímida, pero muy educada. Saluda y se sumerge en su teléfono celular. Falta Noelia Marzol. Mientras se bucea en el canal y en la calle aledaña para encontrar el mejor sitio para la sesión de fotografía, un operativo de búsqueda se pone en marcha para hallar a la tercera protagonista de la serie. GPS por los laberínticos pasillos de este edificio que alberga a decenas de producciones de casi todos los canales, un verdadero parque de diversiones de la televisión. Un cazador de selfies se volvería loco aquí dentro. Se devela el misterio: Marzol se está cambiando. Ya con el outfit escogido para la nota, irrumpe como una tromba. Pura simpatía y efusividad. Saluda y se sumerge en su teléfono celular. Tres millennials en estado puro. Y esto no es ficción.
-Chicas, disculpen, ¿comenzamos a charlar?
Vamos, que venimos
Pese a que queda poco para la salida al aire, se las nota relajadas. Desestimando presiones y expectativas ajenas. Y si hace años atrás, el prototipo de heroínas lo encarnaban Andrea del Boca o Luisa Kuliok, hoy, con ellas, se apuesta a un formato de liderazgo coral y poco divismo individual. No está mal. "El estreno nos calmará la ansiedad, pero estamos muy tranquilas", rompe el hielo Johanna Francella. "Estamos muy contentas por el producto final que se está logrando, pero, también, por el grupo humano que se creó. Eso no siempre sucede", confiesa Noelia Marzol, quien padeció varios encontronazos mediáticos en algunas obras de teatro en las que trabajó y en su paso por ShowMatch. La tira, que se emitirá de lunes a jueves con capítulos de cuarenta minutos de aire, ya tiene veinte episodios abiertos en proceso de grabación: "Tenemos mucha fe en que funcione bien", se esperanza Marzol.
Millennials contará la historia de tres chicas y sus respectivos novios, quienes desarrollan sus actividades en un coworking. Estos tres emprendedores cruzarán sus vidas en este espacio de trabajo compartido, donde, poco a poco -no podía ser de otro modo- la vida laboral y la privada comenzarán a mezclarse, incluyendo amores, infidelidades, desencuentros y luchas por triunfar en un mundo competitivo. El elenco masculino está encabezado por Nicolás Riera, Matías Mayer, Juan Guilera y Gastón Soffritti.
"Vivimos en un momento de cambios permanentes y nosotros nos adaptamos fácilmente. En eso me siento muy identificada con esta generación", explica Laura Laprida. En tanto, para Marzol "es muy millennials ir en busca de la felicidad. Actuar libremente en relación a lo que uno siente sin importar lo que mire el otro". De más está aclarar que, a las tres, se las ve muy libres, naturalizando este camino que emprenden y dando por sentadas cuestiones que, en generaciones anteriores, no estaban arraigadas. "Antes se soportaban cosas que hoy no. Eso nos diferencia con generaciones anteriores. Una persona de mi edad no tolera un amor incómodo o un trabajo donde no está bien. Somos más descartables, pero en el buen sentido de la palabra. Si uno no siente que tiene que estar ahí, se va y eso, a veces, es criticado. Pero, si no lastimás a nadie, es válido", reflexiona Francella. Las chicas hablan de lo prescindible como virtud. Apología de la evasión, quizás. "Sí, puede ser un defecto, pero la infelicidad también lo es. No remar una relación puede traer consecuencias, pero se busca elegirse a uno mismo, por eso me lo acepto", agrega.
"En el inconsciente colectivo, un millennial es alguien muy relacionado a las redes, con la tecnología, con las comunicaciones exprés, con facilidad para exponerse", reconoce Marzol, mientras que Francella suma: "Cuesta entender cómo pensamos, cómo vivimos, la libertad que tenemos, la cabeza abierta con la que pensamos. La generación que viene estará más cercana a nosotros; a diferencia de nuestros padres con nuestra generación".
Las tres vienen de familias conservadoras. Johanna es hija del actor Guillermo Francella y hermana de Nicolás, que sigue los mismos pasos artísticos: "En casa entienden mi trabajo porque nos criamos con un papá actor, así que puedo pedir consejos, aunque la decisión final es mía". Lejos de pesarle el apellido, ella disfruta de la sangre que corre por sus venas: "La presión no es mía, sino del mundo que se arma el medio. Tenemos el mismo apellido, pero somos personas diferentes, cada uno hace su carrera".
Noelia se crió en Iriarte, en el norte de la provincia de Buenos Aires, con un papá y una mamá que no comprenden demasiado la vocación de la heredera: "A mis viejos les resulta extraño este mundo, pero se lo bancan. A su modo, apoyan".
Laura Laprida, quien perdió hace pocos meses a su hermana Geñi, es hija de la Trilliza de Oro María Eugenia. Su padre es un reconocido polista y empresario. Nació en Pilar y apostó por una carrera universitaria. Durante dos años ejerció como radióloga en el Hospital Fernández hasta que la sangre artística, heredada de su madre, pudo más: "Mamá está chocha porque estoy haciendo la carrera que ella hubiese querido hacer. Papá es más conservador. De todos modos, mis trabajos no tienen que ver con los que hicieron mi mamá y mis tías que eran más... prolijitas, más ingenuas". Y sí, ella se arriesga en Millennials con escenas audaces. "Mi papá no lo va a ver", se convence o ¿ruega?
Millennials... ¿conservadoras?
Los italianos Darío Fo y Franca Rame rubricaron Pareja abierta, aquel texto que hablaba de la hipocresía burguesa en torno a cuestiones maritales. Johanna, Noelia y Laura sorprenden con una mirada un poco más pacata. Una versión más pudorosa de una generación que apuesta a las prácticas del amor de manera más desprejuiciada. "Soy muy tradicional, desde hace dos años estoy en pareja con mi novio y no pienso en una pareja abierta como posibilidad. Pero vivimos en una época de gran libertad para hablar de la sexualidad y eso es positivo porque hay mucha falta de información al respecto. Soy obsesiva con el tema. Tiene que haber educación sexual. Se tiene que hablar", dice Marzol. Francella, en cambio, repite varias veces durante la charla: "Soy sola...". Todas ríen con la gracia. "Al amor lo veo de manera libre. No te juzgo nada, me encanta que cada uno viva como quiera vivir. Eso es Millennials. En lo personal, no me imagino en una relación abierta, pero no veo mal a quien lo practica. Acá no hay poliamor, pero si me contás tu poliamor, no pasa nada", remarca. Y Laprida cuenta: "Yo estoy de novia desde hace dos años y soy tradicional, pero no puedo decir que voy a pensar lo mismo dentro de diez años porque no sé qué va a pasar. Cada relación es un mundo y estoy de acuerdo en que hay que hacer todo lo que sea para que la pareja funcione".
Al ser consultadas sobre la posibilidad que una pareja les plantee la posibilidad del poliamor, las chicas tienen respuesta elaborada. "Me da escalofrío con solo pensarlo. Desde ya, si mi novio buscase cosas nuevas, me gustaría que las comparta conmigo. En ese sentido puedo ser un poco más abierta, pero siempre charlado y pactado, viendo las limitaciones de cada uno. ¡Yo no lo propondría ni loca", dice una Marzol más cercana a la chica del pueblo de mil habitantes que a la bomba sexy mediática. "¡Soy sola!", vuelve a repetir Johanna ante las carcajadas del resto. "No juzgo, hoy no lo siento, pero en diez años no sé", dice la hija del popular actor. Laprida, quizás la de familia más conservadora y de estirpe de elite reconoce: "No lo necesito, no tengo la curiosidad. No te digo que nunca lo haría. Jamás diría que no haría algo. Si la pareja lo necesita...". Ante la pregunta final, las tres se ufanan a coro: "Hoy no elegimos el poliamor", y vuelven a enfrascarse en sus teléfonos para testear las redes sociales. En realidad, no dejaron de hacerlo durante toda la charla. Millennials en estado puro.
Quién es quién
Noelia Marzol. Nació en 1986. Su personaje es Florencia Argañaraz, de novia con Juan Manuel Losada (Juan Guilera).
¿Cómo es Florencia? "Es desinhibida, no tiene demasiados códigos, persigue estar conforme, ser feliz consigo misma. Es impulsiva, intensa y bipolar".
¿Cómo es Noelia? "Soy bastante impulsiva y desestructurada, pero Flor es más extrema que yo".
Johanna Francella. Nació en 1993. Su personaje es Alma Carrizo, de novia con Rodrigo Ruíz (Matías Mayer).
¿Cómo es Alma? "Es, en cierta medida, la mamá de su novio. Ella lo ayuda para que no se frustre, pero ella se pierde en ese tránsito y aparece la atracción por otro chico. Alma no mide las consecuencias de lo que puede desencadenar".
¿Cómo es Johanna? "Uno se parece siempre un poco al personaje porque le pone algo propio. Cuando leí el guion por primera vez sentía a Alma muy lejana a mí. Fue un desafío. Yo no me tiro tanto a la pileta como ella".
Laura Laprida. Nació en 1990. Su personaje es Ariana Beltrán, de novia con Benjamín Céspedes (Nicolás Riera).
¿Cómo es Ariana? "Vive con su novio, tiene una enfermedad cardíaca muy compleja y terminal, pero lo naturaliza y se adapta. Ella le descubre a su novio errores serios, oscuridades, pero le busca la vuelta y le propone hacer algo juntos".
¿Cómo es Laura? "Me identifico con ella en el poder de adaptación para atravesar la realidad".
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