Gran Hermano: la angustia de Licha en el confesionario no le impidió quedar en placa
En una nueva noche de nominación, seis participantes corren el riesgo de ser expulsados
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En el marco de una semana especialmente tumultuosa en Gran Hermano, con repechajes, discusiones y congelados, llegó una nueva gala de nominación. Santiago del Moro saludó a los hermanitos y hermanitas, y como es habitual, todos pasaron uno a uno a dar sus votos con el objetivo de nominar a sus rivales. Al final de la noche, la placa quedó integrada por seis nombres, entre los que hubo pocas sorpresas.
La emisión del miércoles comenzó con Del Moro adelantando que algunos posibles votos, iban a ser anulados por la producción, debido a sospechas de complot. Según reveló el conductor, hubo dos complots que se sucedieron durante las últimas horas, y que el ojo de Gran Hermano llegó a detectar. El primero de esos complots, tuvo como protagonistas a Martín y a Emmanuel. El “Chino” llevó a su compañero al baño, con la intención de hablar lejos de oídos intrusos. Emmanuel lo escuchó con atención, y en un momento intentó dibujar una V (en referencia a Virginia) en la pared de cerámica, una idea ingeniosa pero que fue capturada por las cámaras.
El segundo complot, mucho menos obvio, sucedió durante una charla entre Catalina, Zoe, Rosina, Isabel y Furia, en la que sugerían a quién querían ver afuera, pero procurando no nombrar a esa persona. Sin embargo, las obvias alusiones a Licha, y un gesto de Isabel con su cabello, alcanzaron para que Gran Hermano considerara que hubo complot en marcha. Como era de esperar, él terminó nominado, y se consolidó como uno de los nombres más controversiales dentro de la casa, sobre todo luego de la fuerte pelea que protagonizó con Juliana.
Visiblemente angustiado, Licha se tomó unos minutos para ir al confesionario, y expresó: “El ingreso de Isabel me tiene bastante desequilibrado, estoy bastante mal, y ayer me tuve que bancar la situación con Juliana, que me vino a insultar en la cara. Y con Isabel yo esperaba una explicación de por qué tanta distancia, está tan rara. Cuando ella se fue yo me puse mal, y no entiendo si es una estrategia o qué esta haciendo ella. No sé si le prometió a la gente que iba a jugar con Furia, pero la noto muy determinada con que de repente yo soy un pedazo de caca para ella”. Dicho eso, el jugador empezó a lagrimear y confesó: “No sé dónde puedo llorar tranquilo, hay mucha gente en la casa y no quiero que nadie me vea”.
Finalmente la noche terminó con la placa de nominados armada, que dejó al mencionado Licha, junto a Bautista, Joel, Agostina, Furia e Isabel (estas dos últimas, figuraron no por votos en contra, sino por sus respectivas sanciones). Hoy jueves habrá un nuevo episodio de cara a la próxima eliminación, cuando Nicolás, como líder de la semana, deba salvar a alguien y subir a placa a otro jugador.
La estrategia de Furia
Durante esta semana, Juliana protagonizó una polémica jugada, que le valió su incorporación a la placa de nominados. Si bien a Furia se la viene comparando hace tiempo con Cristian U, en esta oportunidad, una curiosa manera de replicar una actitud del exjugador llamó poderosamente la atención. Se trata de la autonominación. En ediciones pasadas, la posibilidad de enviarse de manera autónoma a placa de nominación existía y era reiteradamente utilizada por los jugadores, ya que ellos consideraban que si su tiempo en la casa había culminado, sería decisión del público sacarlos de la misma.
Sin embargo, esta estrategia también servía para presionar y, así, eliminar a otro jugador. Es decir, el participante se colocaba en placa para que la gente que lo apoyara votara a otro participante y así lograba su cometido: sacarlo del juego. No obstante, esta maniobra está prohibida desde hace varias temporadas porque producía que se perdiera la magia de nominar al otro y hacía que el juego cayera en la redundancia de nominarse a uno mismo constantemente.
Pero una particular actitud de Furia revivió la autonominación en esta edición. La jugadora reveló que Gran Hermano estaba silenciando su micrófono y entonces decidió quitárselo. Según creen los televidentes, Furia habría simulado un enojo con el “dueño” de la casa para ser sancionada intencionalmente. Tras una disputa por un paquete de cigarrillos, la jugadora habría apagado su micrófono y, luego de tres llamados al confesionario -los cuales no respondió- habría logrado su cometido.
“Gente, quedé nominada. Necesito apoyo para este fin de semana. Me nominé por estrategia, a ver si funcionaba lo del micrófono. No como Gran Hermano me hizo quedar. Me hizo quedar como que yo había comprado mal cigarrillos. Veremos qué sucede. Necesito su apoyo. Básicamente es: no me voten”, anunció la jugadora ante las cámaras para revelar su verdadera intención.
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