Federico “Manzana” Farías, de Gran Hermano: la carrera que abandonó por la música, el amigo que lo ayudó y su máximo sueño
El cantante que fue eliminado del reality el último domingo habló con LA NACIÓN sobre su estadía en el juego, lo que aprendió del encierro y lo que espera para su futuro
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Cuando ingresó a Gran Hermano, Federico “Manzana” Farías estaba lejos de ser un anónimo. Oriundo de Tucumán, varios de los temas de este cantante de 24 años, ya contaban con varios millones de vistas. Estrella ascendente del streaming, Big Apple tuvo una estadía en el reality que le permitió darse a conocer para una generación de televidentes que jamás lo había visto y demostrar un carisma que lo convirtió en uno de los jugadores más queridos de esta edición. En una charla con LA NACIÓN, habló de su paso por la casa más famosa de la TV, su infancia en Tucumán y qué espera para su vida a partir de ahora.
-¿Te sorprendió ser eliminado?
-No me lo esperaba. La verdad es que podía irse cualquiera, Martín o yo, y creí que podía llegar a quedarme, pero la gente lo decidió. Me quedo tranquilo que en estos casi cinco meses que estuve di lo mejor de mí en el juego, me mostré tal y como soy, y eso me llevó muy lejos adentro de la casa. Uno siempre quiere quedarse, sobre todo cuando estás en la recta final, pero se dio así.
-¿Qué fue lo que más disfrutaste de tu paso por Gran Hermano?
-Lo que más disfruté fue aprender las cosas que te enseña esa casa en el día a día. Por ejemplo, pude abrirme y contar cosas de mi niñez o de mi vida a personas que no conocía, en eso me ayudó el juego. Ese fue un aprendizaje que me sirvió mucho y lo disfruté porque pude enfrentar situaciones que quizá en otro momento no hubiera podido. Esa es una de las cosas que más rescato y también la fuerza de voluntad que tuve para entrenar, sobre todo por mi salud.
-¿Cómo fue tu infancia, qué recuerdos tenés?
-Yo era un niño normal, nunca me faltó nada. Siempre fui muy sencillo, muy simple desde chiquito y eso lo mantuve a lo largo del tiempo. Mi mamá y mi papá trataban de darme todo lo que podían. Ellos siempre se esforzaron por mí, me mandaron a un buen colegio y yo rescato esas cosas buenas y los valores que me inculcaron. Los dos siempre me dejaron ser libre, aunque cuando me tenían que retar lo hacían, y así me fueron forjando.
-¿Tenés a tu mamá y a tu papá con vos?
-A mi mamá sí, pero mi papá falleció.
-¿Cómo era tu relación con él?
-Yo siempre me llevé mejor con mi mamá y mi hermano se entendía mejor con mi papá. Esa era la relación que teníamos, pero siempre todo bien. Por ahí de chiquito me costaba abrirme ante mis propios padres, pero porque nunca trabajé eso. No sé por qué me costaba tanto, pero era tímido.
-¿Y durante el último tiempo, sentís que perdiste esa timidez?
-Sí, aunque es algo que todavía trabajo. Por eso rescato que la casa me enseñó a poder abrirme sobre todo frente personas que no conocía. Esa fue una facilidad que me dio el juego. Y ahora lo voy a poder poner en práctica con quienes realmente quiero, como mi mamá, mi novia y mi hermano.
-¿Y cómo se combina ese Manzana tímido, con el chico que alguna vez se animó a stremear? Porque ahí te animaste a una mayor exposición...
-Creo que ahí jugó parte de mi carisma. Con mis amigos yo hablaba y todos se morían de risa. Así que en 2019 cuando empecé a streamear, me planteé hacer eso mismo, pero frente a una cámara. Y de a poquito la gente se sumaba y aunque la primera vez me costó porque me agarraron nervios y no sabía bien qué decir, traté de hacer las cosas a mi manera, muy tranquilo, sin escapar a lo que soy y haciendo todo de forma natural. Por eso es que no me costó tanto y también porque practiqué mucho.
-¿Y cómo surge tu interés por la música?
-Todo empezó con un amigo de Tucumán, Rhino, que es con el que saqué la primera canción. Él es cantante y cuando yo hacía streaming, me molestaba con que tenía que hacer algún tema porque decía que la mía era una voz rara, pero yo no quería hasta que un día me llevó al estudio, sacamos una canción y pasó todo lo que pasó. Fue una locura total.
-¿A quién le contaste primero que te habías anotado en Gran Hermano?
-Le conté a mi mamá, pero recién cuando estaba más seguro de tener chances de entrar. Ella se puso contenta, se emocionó, pero me dijo: “¡No te vayas a mandar cagadas!”
-¿Cómo era tu vida en Tucumán? ¿Cuándo te mudaste a Buenos Aires?
-En Tucumán, estudiaba periodismo deportivo, me faltaban unas seis materias cuando dejé la carrera. En esa época, yo salía del instituto, me tomaba dos colectivos para ir a la casa de un excompañero de colegio, y como en mi casa no tenía compu, él me la prestaba para stremear. Así arranqué con esto y de a poquito me empezó a ir mejor, había más gente que se reía conmigo, me aumentaban los seguidores, y me puse en contacto con los streamers de Buenos Aires. Después me mudé acá a comienzos del 2021 porque era donde estaba la movida.
-¿Te gustaría volver al mundo del periodismo deportivo?
-Sí, a mí me encantan los deportes, pero más que nada el fútbol. Ese es mi sueño máximo, estar vinculado al mundo del fútbol. Yo soy muy fanático, sé mucho sobre eso.
-¿Y qué te gustaría hacer en el futuro?
-Jamás dejaría de lado la música, pero hoy en día me encantaría seguir incursionando en la televisión, aprender y estudiar para saber y mejorar. También me gusta el streaming. Yo pienso que me voy a ir dando lugar, paso a paso, para tratar de aprender y poner en práctica las cosas que me gustan. Esta es una oportunidad muy linda, me veo con condiciones y me encantaría avanzar. Ahora quiero ir por este camino y darle para adelante.
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