Estatuillas de tres kilos, ceremonia sin cena y con “Gauchos” en el Cervantes, así fue la primera entrega del Martín Fierro
El 9 de junio de 1959, en la sede de Argentores, un reducido grupo de periodistas fundaba APTRA, la asociación que poco después inauguraría la tradición de reconocer el trabajo de los hombres y mujeres de la radio y la televisión
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Para LA NACIONPablo Mascareño
Este domingo se llevará a cabo la 50° edición de la entrega del premio Martín Fierro, el galardón más importante y codiciado de la industria televisiva y radial de nuestro país. El reconocimiento es entregado por APTRA, la Asociación de Periodistas de la Televisión y la Radiofonía Argentina, entidad que comenzó a funcionar el 9 de junio de 1959, razón por la cual, cada 9 de junio se celebra el Día del Periodista de Espectáculos.
La diferencia entre los años transcurridos desde la apertura de APTRA y el número de ediciones del premio -el próximo domingo será la entrega número 50- da cuenta de una pausa forzada durante la +ultima dictadura militar.
Hoy, la ceremonia de entrega es una gran fiesta, ineludible en el calendario de las celebridades argentinas y muy esperada por el público que convierte a la transmisión en lo más visto de cada temporada con cifras de rating altísimas. Sin embargo, la austeridad marcó la identidad de las primeras ediciones.
Pioneros ilusionados
“Se empezó a organizar en 1958 y las primeras reuniones se hacían en Argentores”, explica la periodista Adela Montes, quien, a los 93 años, no solo es la gran decana del oficio, sino una testigo vivencial de aquellos años fundacionales de APTRA.
Adela Montes, que se inició en el medio como cazadora de autógrafos e inspiró el personaje Cholula, loca por los astros, forma parte de esa primera camada de aventureros que buscaron reconocer a sus artistas, periodistas y locutores más destacados.
El primer padrón de la Asociación estaba conformado por solo diez profesionales, especialistas en el acontecer de la radio y la televisión. En aquellas deliberaciones en Argentores fue designado como presidente Manuel Ferradás Campos, quien además de periodista, era letrista musical. En poco tiempo, el padrón se amplió llegando a veinte integrantes. Hoy, APTRA cuenta con más de un centenar de asociados.
Una vez que Aptra fue fundada, se comenzó a organizar la primera entrega del premio que contó con el apoyo del Fondo Nacional de las Artes, el Ministerio de Educación y la Dirección Nacional de Cultura, lo cual significó un gran espaldarazo para el flamante emprendimiento.
La primera entrega
La ceremonia inaugural fue pautada para fines de noviembre de 1959. El concepto de la reunión difería mucho a las fiestas despampanantes que se instituyeron en los últimos años. La sala principal del Teatro Nacional Cervantes dio marco a esa ceremonia de tono mucho más formal que la gran fiesta multitudinaria de la actualidad, que suele llevarse a cabo en hoteles cinco estrellas de la ciudad.
“Las grandes comidas no existían, a lo sumo hubo algún cóctel. Con el paso de los años se pensó que una cena podía ser muy atractivo y vistoso”, explica Adela Montes. En esa primera premiación solo se contempló la actividad televisiva ofrecida por Canal 7, la única emisora de aire existente, que llevaba nueve años en el aire. Algunos años después, la entidad comenzó a reconocer la actividad radial.
En el inicio, Mariano de la Torre, vicepresidente de APTRA, y más conocido en el medio como Dante de Palos, presentó formalmente a la institución y al premio que, rápidamente, cobró notoriedad y generó un efecto aspiracional en el mundo del espectáculo.
Los primeros premiados
La lista de los galardonados en esa primera edición es una fotografía exacta de un tiempo de oro del medio. Entre otros, en aquel mes de noviembre de 1959 resultaron favorecidos Nelly Trenti, locutora pionera que décadas después se convertiría en la voz de los programas de Mirtha Legrand, el director Martín Clutet, los ciclos Historia de jóvenes y El show de Nat King Cole y los actores Narciso Ibáñez Menta, Dringue Farías, Olinda Bozán, Pedro López Lagar, Luis Medina Castro y Myriam de Urquijo.
En aquellos tiempos, los rubros que se evaluaban eran solo 18, otra de las diferencias con la envergadura actual del premio. En la ceremonia de 1959 se incluyeron categorías como “Microprograma” y “Producción comercial”, que luego fueron discontinuadas. Desde ya, también se evaluaba la dirección de cámaras y escénica, la labor de los actores, los teleteatros, los libretistas y los referentes en la comunicación periodística, entre otras áreas.
La estatuilla
La icónica figura de bronce que hoy se entrega, no siempre fue la misma. En aquella primera edición el premio se denominaba “El gaucho” y se trataba de una figura que pesaba alrededor de tres kilos.
Un año después, se rebautizó al galardón como Martín Fierro, toda una alegoría de identidad epopéyica y la figura que se entregó era menos pesada y con líneas más estilizadas. Durante esa segunda ceremonia, Tato Bores resultó uno de los premiados.
En marzo de 1976, cuando en la Argentina se instauró la dictadura militar que derrocó al gobierno constitucional, muchos fueron los actores que tuvieron que exiliarse o vivían recluidos. Entre los nominados de APTRA se encontraban Norma Aleandro, David Stivel, Bárbara Múgica, Héctor Alterio y Carlos Carella, quienes estaban silenciados por el gobierno de facto.
La entrega de ese año, que premiaba a la producción de 1975, fue realizada sin transmisión televisiva, ya que las emisoras estaban intervenidas por el Estado que no veía con buenos ojos la realización de la ceremonia. Finalmente, entre gallos y media noche, se entregó el premio en un reducto pequeño y sin repercusión. Fue la última edición antes de una pausa forzosa de varios años.
El 8 de mayo de 1988, desde el estudio 1 de ATC (Argentina Televisora Color) volvió a entregarse el premio en una ceremonia emotiva con atmósfera de reencuentro.
“Todo el mundo lo desea, por eso se habla tanto del premio”, dice con conocimiento de causa y sentido común la experimentada Adela Montes, testigo privilegiada del nacimiento del mayor galardón que entrega la industria del entretenimiento local y el que despierta las mayores polémicas, seguramente por todo lo que implica ganarlo. Hoy, la entidad es presidida por el periodista Luis Ventura.
Este domingo, por la pantalla de Telefe, volverá a recrearse esa atmósfera de nervios contenidos y celebración, de competencia y guiños amistosos. Millones de televidentes aguardarán por esa ceremonia brillante y bulliciosa a la que a todos les gustaría asistir y que hasta llegó a realizarse en el mismísimo Teatro Colón. En su aniversario número cincuenta, el Premio Martín Fierro goza de buena salud. En aquella ceremonia de noviembre de 1959 ya podía augurarse que nacía un premio que haría historia.
Por Pablo Mascareño
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