En foco: Combate y los secretos del duro entrenamiento para ganar
Te contamos la ejercitación intensiva que realizan todos los días los participantes delreality show antes de salir al aire
De lunes a viernes, entre las 17 y las 19, los integrantes de los equipos que participan en Combate muestran sus habilidades en la competencia que se ve al aire por la pantalla de Canal 9. En realidad esto es solo como la punta de un iceberg. El trabajo de entrenamiento para estar a punto física y técnicamente en los juegos que realizan los competidores tiene lugar en exigentes rutinas que se repiten a diario desde el mediodía hasta la hora en la que el programa sale al aire. Una práctica en la que sobra transpiración y no abunda el maquillaje como sucede durante el tiempo en el que las cámaras están en funcionamiento.
Los martes, lo estipulado es la visita de docentes de la escuela de acrobacia de Flavio Mendoza que se encargan de entrenarlos en los secretos de esa disciplina. El estudio 3 de Canal 9 es el lugar donde está armado el gimnasio para las prácticas. Allí hay trapecios de distinto tipo, argollas, sogas con nudos y telas. Todos elementos a los que algunos concursantes se resisten a subir. Los coachs los van convenciendo y les explican los trucos y la manera de manejar el cuerpo para vencer a la fuerza de gravedad con la ayuda de esos aparatos. Pero la lucha verdaderamente dificil es conseguir que Micaela Viciconte, una de las integrantes más populares del equipo verde, acate las consignas sin protestar y sin lanzar una catarata de palabrotas entre sus quejas. Aunque igual ya todos la conocen bastante y su aparente mal carácter genera mayor cantidad de carcajadas que malestar. Un camarógrafo y un cronista del equipo de producción del programa graban el backstage de este entrenamiento y Viciconte es a quién toman de punto para ponerle humor a sus notas.
Pero si la rutina de entrenamiento de acrobacia es agotadora, mucho peor es lo que deben pasar los lunes, cuando Hector "Tito" Esperanza los tiene a su cargo y los somete a un plan de ejercicicios demoledor, para eliminar de sus cuerpos todo residuo de las licencias que se hayan tomado en el fin de semana. Los miércoles, el trabajo con el preparador físico se repite con una exigencia un poco menor y también los viernes, cuando todo es más relajado todavía. El día de la semana que resta, el jueves, la práctica tambien es exigente, pero más divertida. Es cuando tienen las lecciones de baile que cansan, pero a las que ninguno le quiere escapar.
Cerca de las tres y media de la tarde es el momento en el que los competidores van al estudio 2, adonde está armada la escenografía que saldrá al aire. En ese momento se enterarán cuáles son los juegos que se propondran esa jornada y tendrán la oportunidad de practicar un poco para superarlos. Uno de esos juegos se llevará a cabo en el ámbito en el que está armada la pileta y hacia allí se dirigirá un grupo interesado en encontrar el punto de equilibrio que le permita superar el peligro de caer al agua en medio de la competencia. Otros practicarán con los elementos con los que se desarrollará el desafío, por ejemplo unos enormes guantes de box, con los que deberán pelear sobre una pasarela muy finita dispuesta sobre el agua. Un tercer grupo, elegirá fortalecer la tensión de sus musculos para superar la prueba de levantar un conjunto de más de una docena de ladrillos apretándolos con ambas manos. Mientras tanto, unas máquinas de humo saturan de niebla el estudio hasta que los iluminadores se sienten conformes con la manera en que se marcan los haces de los reflectores.
A las 16.30 llega la orden de que los participantes vayan a maquillaje y vestuarios a prepararse para salir al aire. Es el momento en el que permiten la entrada del público al set. Dos hinchadas ingresan y se ubican en sendos balcones a los costados del estudio. Unos cien seguidores entran con sus banderas para alentar al equipo rojo y otro centenar, con sus símbolos y carteles que los identifican como fanáticos de los verdes. Como quien no quiere la cosa aparece en escena el "Gato", mejor dicho el actor que interpreta al personaje, enfundado en el traje de felino y con la cabeza del minino bajo el brazo. Su tarea por el momento es armar, en un rincón fuera de cámaras, una provisión de agua helada a la cual poder acercarse cada tanto, entre una aparición y otra en el programa, a calmar la sed y el calor que genera su disfraz.
Afuera del estudio, en el estacionamiento del canal, está armado el otro escenario para las competencias al aire libre. Allí por el momento, camarógrafos, utileros, iluminadores y sonidistas ajustan los detalles para la salida al aire. Quienes más problemas tienen son estos últimos que deben calibrar los micrófonos direccionales para que no se escuche el barullo que hacen unos cincuenta chiquilines, quienes observa lo que ocurre asomados a una pared que da a la calle aledaña a la emisora. Una utilera portando unas enormes bolsa de lo que parece ser ropa llega al lugar. Sus compañeros festejan el arribo con gestos de que es necesario lo que trae. Se trata de muchas toallas, con las que se secaran los participantes en el estudio al salir de la pileta, quienes participaran de las pruebas al aire libre, que también incluyen agua y el "Gato" que en sus locuras no duda en mojarse en abundancia.
Casi a las 17, los competidores ya volvieron al piso. No son los mismos. Las chicas están con el cabello arreglado, con maquillaje que realza los colores de la cara y con bastante más superficie del cuerpo descubierta que la que lucían durante los entrenamientos. Los varones, también muestran mejor aspecto y cuidado en sus vestimentas que la que tenían antes. Una pelota de fútbol es el instrumento con el que varios calman sus nervios haciendo jueguitos o jugando un "Loco". Otros conversan con sus fans y la mayoría no ve la hora de que se enciendan a pleno las luces, que las cámaras empiecen a moverse y que se largue de una vez el juego de esta tarde. Pero eso ya no hace falta contarlo, porque puede verse a diario en la pantalla del televisor.