En busca del destino
Looking es una de las grandes propuestas del año de HBO; explora el universo de tres hombres gay que construyen su camino
LOS ÁNGELES.– La primera de las escenas es vertiginosa: Patrick (Jonathan Groff) parece estar perdido en un parque y se lo ve torpe y nervioso, mientras lucha por encontrar algo entre los arbustos. Rápidamente, con la abrupta entrada en escena de otro hombre, nos damos cuenta de que Patrick estaba allí para un encuentro sexual casual con el que se proponía incursionar en el mundo del cruising. Así, mientras la accidentada aventura erótica del protagonista se convierte en una graciosa anécdota (como sucede, luego, con otras situaciones), Looking, una de las nuevas series de HBO, comienza su primera temporada y nos hace saber, desde un principio, que el universo de sus protagonistas, –tres hombres homosexuales–, nos será revelado sin velos y sin tapujos.
Pese a que se acaba de estrenar el primer episodio (en la trasnoche de las 0.30 de hoy en la Argentina, en simultáneo con los Estados Unidos), ya hay quienes la comparan con Girls, la controvertida serie de Lena Dunham, que comenzó hace una semana su tercera temporada, también en HBO.
Si se analizan sólo las líneas argumentales de Girls y Looking, pueden trazarse algunas similitudes: se trata de jóvenes adultos inmersos en un ámbito urbano y actual, solteros y conflictuados por la siempre dificultosa búsqueda del propio destino. Pero la propuesta de Michael Lannan y Andrew Haigh, los creadores de Looking, ofrece quizás un abordaje distinto al de otras ficciones. Aquí, según cuentan los propios creadores, la realización (que abunda en planos subjetivos, cámaras en mano y en tomas de una San Francisco real y distinta a la de la postal) se propone estar al servicio de un mundo esencialmente íntimo.
"La idea original era para una película independiente. Pero luego HBO leyó el guión que yo había escrito, tuvimos una muy buena reunión y me contrataron para hacer un formato de media hora. Vimos Weekend [un film de Haigh] y trajimos a Andrew a bordo, porque la película tenía mucho de las grandes cualidades que queríamos que tuviera el programa: naturalismo, intimidad, sentido del humor y un hermoso estilo. De alguna forma, fue lo mejor de los dos mundos: la belleza del cine de Andrew, el lindo formato de un programa de treinta minutos y la calidad de HBO", dijo Lannan a la nacion y otros medios, en la presentación de la serie para la prensa extranjera. Por su parte, Haigh agregó: "Es muy difícil captar la intimidad y hacerlo real... Nosotros grabamos principalmente en exteriores, en locaciones, y no tanto en sets. Además, les damos a los actores la libertad de improvisar. Se trata de hacer que las cosas se sientan más espontáneas y reales... Inevitablemente, cuando la gente lo empiece a ver, quizá piense: «Es un programa gay», pero espero que, cuando lleguen al final, casi se olviden de que estos personajes son gay y se conecten con sus historias y con lo que están atravesando. El aspecto gay es parte, pero no es todo aquello que lo define".
Puede que no suene a novedad que una serie televisiva ponga en el centro de la escena a la homosexualidad. Ya la hicieron años atrás Will & Grace y Queer as Folk (que, según Lannan, fue una gran fuente de inspiración). Looking ofrece ahora una mirada más actual, sin necesidad de encasillarse en la comedia o en el drama, como una suerte de drama cómico, en el que el humor se presenta casi como un resultado no buscado. Otro de los elementos que sus creadores señalan como distintivo es que los protagonistas de Looking no están lidiando con el conflicto de develar ante el entorno su condición sexual y ésta fue una decisión artística que, según relatan, tomaron apenas comenzaron a trabajar. "Una cosa que hablamos desde el principio es que la serie se iba a tratar de personajes cuyas vidas están en construcción. Están en sus tardíos veinte o en sus treinta y nosotros los conocemos cuando hace ya tiempo que salieron del clóset", aseguró Lannan.
Los protagonistas
Jonathan Groff es el rostro más reconocible de Looking. El actor, conocido por su interpretación de Jesse St. James en la taquillera Glee, entra ahora en la piel de Patrick, un diseñador de videojuegos que intenta encontrar pareja, aunque su propia torpeza e inmadurez parecen frustrar sus encuentros amorosos. "Lo que hizo a esta experiencia tan única es la manera en la que Andrew Haigh dirige y crea el ambiente en el set. Está realmente centrado en ese momento y buena parte de la preparación actoral es estar listo para mirar a alguien y encontrar la escena en el momento. Eso es lo que creo que hace que la serie se vea viva, humana y auténtica", observó.
Con respecto al impacto que desea que el programa tenga en el público, Groff, quien asumió su homosexualidad públicamente hace ya un tiempo, dijo: "Cuando estaba en octavo grado, yo sabía que era gay, pero no había salido del clóset. Y recuerdo haber visto el póster de Will & Grace y, a pesar de que no sentía: «Yo soy Will» o «Yo soy Jack», el hecho de saber que había personajes gay ahí afuera y todo un mundo gay me hacía sentir bien. Entonces, si hay un chico en algún pueblito que ve el póster de Looking o que ve la serie y se siente más cómodo o más visto, o más conectado, para mí sería hermoso".
El actor, que también protagonizó en Broadway Despertar de primavera, junto con Lea Michele, forma parte de otro de los grandes estrenos de HBO para 2014. Se trata de The Normal Heart, un film basado en la obra teatral homónima, escrita por Larry Kramer, sobre la epidemia de sida en los años ochenta. En este proyecto comparte elenco nada menos que con Julia Roberts, Mark Ruffalo y Jim Parsons (Big Bang Theory).
Otro de los protagonistas de Looking es Frankie J. Álvarez. Este actor, nacido en los Estados Unidos pero hijo de padres cubanos, tiene un largo recorrido en teatro y debuta en esta ocasión con su primer protagónico en televisión. Interpreta a Agustín, un artista de 31 años que, cuando comienza la serie, decide ir a vivir con su novio, aunque empieza a enfrentarse con algunos dilemas que, entre otras cosas, lo llevan a cuestionarse la idea de la monogamia. Al igual que los creadores, Álvarez destaca que la serie no toma a la homosexualidad como la única circunstancia que define la vida de los personajes y, al hablar de la representación de las minorías étnicas en la serie, agrega: "Incluso las minorías que están representadas en este programa no están lidiando con lo que significa ser una minoría... Es una circunstancia entre muchas".
El australiano Murray Bartlett completa la fórmula protagónica interpretando a Dom, el más adulto de los tres, un hombre al filo de los cuarenta que se enfrenta con sus propias frustraciones (amorosas y profesionales) cuando se encuentra con un viejo amor que parece estar en la cresta de su ola. Para el actor, admirador de Haigh por su trabajo en Weekend, una de las grandes motivaciones para formar parte del proyecto fue la presencia de la dupla creativa Haigh-Lannan. "Creo que lo que quería HBO y Michael [Lannan] cuando trajeron a Andrew al proyecto es poder mostrar a los personajes, particularmente a los personajes gay, de una manera en la que quizá no han sido mostrados antes, en términos de honestidad. Sin licuar nada, sin glorificar nada, sino revelando todo como es."