El tropezón de Netflix en la fiesta de los Globo de Oro
"Las películas ya no le interesan a nadie. Ya nadie va al cine, nadie mira TV abierta. Todo el mundo está viendo Netflix. Este programa debería resumirse a una imagen mía diciendo: ‘Bien hecho, Netflix. Ganaste todo’. Pero no, tenemos que estirarlo tres horas". Puede que en algunas de las cosas que dijo en su monólogo inicial Ricky Gervais, el conductor de la ceremonia de los Globo de Oro que se llevó a cabo anteanoche en Los Ángeles, tenga razón. Sí, la fiesta duró más de tres largas horas. Pero no: Netflix no ganó todo. El gigante del streaming entró a la premiación que organiza la Asociación de Prensa Extranjera en Hollywood con 34 nominaciones, repartidas equitativamente entre sus series y sus películas originales. Sin embargo, a la salida tenía solo dos galardones en sus manos. Uno de los premios fue para Olivia Colman, por su actuación protagónica en la tercera temporada de The Crown; el otro, para Laura Dern, por Historia de un matrimonio. Merecidos y celebrados, ambos triunfos no dejan de ser menores de cara a lo que no sucedió: El irlandés se fue con las manos vacías.
Cuando la mayoría de los pronósticos apuntaban a que anteanoche sería el comienzo de la marcha triunfal de la película de Martin Scorsese en la temporada de premios, los Globo de Oro eligieron otro camino. A pesar de lo que pensara Gervais, quien apuntó sus burlas a la distancia a la vida privada de los actores y sus pretensiones públicas, la mejor película no fue El irlandés, sino 1917 –se estrena el 6 de febrero en la Argentina, ver aparte–, y su director, Sam Mendes, se llevó el premio al mejor realizador.
Más allá de los méritos del film bélico, lo que dejó claro su éxito fue que la Asociación de Prensa Extranjera en Hollywood puso un freno a las ambiciones de Netflix. Y esto fue posible porque, a diferencia de la mayoría de los actores de la industria, los Globo de Oro no necesitan ni dependen de la atención de Netflix. De hecho, sus modos están en el lado opuesto del espectro del consumo. Los premios conservan su lazo con la TV tradicional, ya que son los canales de aire quienes pagan por los derechos de transmisión que sostienen a la Asociación. Las plataformas de streaming como Netflix, por el contrario, saben que los eventos en vivo son uno de sus pocos puntos ciegos. Como los eventos deportivos, los premios necesitan de la transmisión en directo para cobrar sentido. Sentido que, según Gervais, iconoclasta selectivo y serpiente sin colmillos, se ocupó de cuestionar toda la noche. Si el fracaso de Netflix anteanoche se derramará al resto de los premios por venir, específicamente a los Oscar, está por verse.
Más allá de los sobrados méritos de El irlandés e Historia de un matrimonio, de Noah Baumbach, lo cierto es que muchos de los que votan en los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas trabajaron, trabajan o trabajarán para Netflix. Si sus elecciones estarán influidas por sus compromisos laborales o por reacción a los votos de la Asociación de Prensa Extranjera se sabrá más pronto que tarde. Hoy cierra la votación de las nominaciones al Oscar, que se darán a conocer el lunes que viene. Y aunque nada está dicho todavía, de lo que sucedió en los Globo de Oro sí se pueden hacer algunas presunciones. A saber: Brad Pitt y Laura Dern, dos actores muy populares con dos grandes actuaciones en su haber en 2019 (él, Había una vez en... Hollywood y Ad Astra: hacia las estrellas; ella, Historia de un matrimonio y Mujercitas, en cine, y Big Little Lies, en TV), tienen enormes posibilidades de ser nominados al Oscar en el rubro de intérpretes de reparto y llevárselo a sus casas.
Por otro lado, quedan pocas dudas de que Dolor y gloria y Parasite serán las grandes competidoras en la categoría de mejor película internacional. Está por verse si Bong Joon-ho, director de Parasite, también podrá competir en otros rubros como el de realizador y guionista. De hecho, ayer se anunció que es uno de los nominados del sindicato de escritores en el apartado de guion original. De todos modos, la película de Corea del Sur ya hizo historia al ganar el primer Globo de Oro en la historia del país –que en 2019 festejó sus cien años de cine– y su realizador quedará en la memoria de muchos por su valentía.
Lejos de las provocaciones a veces vacías de Gervais, cuando fue su turno de agradecer el galardón, Bong instó a la platea repleta de las personas más influyentes de la industria–y a los espectadores en su casa– a "superar la barrera de apenas tres centímetros de altura de los subtítulos para conocer muchos films sorprendentes". Que lo haya dicho en su idioma aportó a la ceremonia algo de la diversidad que le faltó al resto de los premiados, con excepción de Awkwafina. La comediante norteamericana fue la primera de origen asiático en lllevarse el galardón a mejor actriz de comedia. Es la protagonista de la conmovedora The Farewell, la única película nominada (en la categoría de mejor película extranjera) dirigida por una mujer, Lulu Wang.
La TV también juega
"Ves, Ricky, no es todo Netflix. Perdón, Netflix". Si cabía alguna duda de lo que pensaban los invitados de los Premios Globo de Oro, Jared Harris, nominado por su papel en Chernobyl, de HBO –el galardón se lo ganó Russell Crowe por The Loudest Voice–, las despejó rápido cuando subió al escenario como parte de la comitiva ganadora de la miniserie sobre el desastre nuclear soviético.
En TV, como en el cine, de hecho casi nada fue de Netflix. La mejor serie dramática fue Succession, otro triunfo de HBO que seguramente conserve el envión hasta los Premios Emmy, que se entregan en septiembre. La comedia ganadora, para sorpresa de nadie, fue Fleabag (Amazon Prime Video), que también ganó el Globo de Oro a la mejor actriz de comedia para su creadora y protagonista, Phoebe Waller-Bridge.
En el caso del intérprete masculino de comedia, los votantes volvieron a demostrar que sus elecciones son las más impredecibles del mercado: el ganador fue Ramy Youssef, protagonista y creador de la serie sobre una familia musulmana de New Jersey que lleva su nombre. Con buenas críticas y sin demasiados datos sobre sus números de audiencia–la comedia es del servicio de streaming Hulu–, la continuidad de la serie está en duda. Tal vez el inesperado reconocimiento de los Globo de Oro la ayude a concretar una anunciada y nunca estrenada segunda temporada.
Se sabe: los premios no cambian el mundo ni le importan a mucha gente, incluyendo, según sus palabras, al vitriólico anfitrión de los Globo de Oro, pero lo cierto es que a todos les gusta ganarlos.
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