Lo mejor y lo peor de una semana imprevisible en la pantalla local, que incluyó además una incomprensible defensa del peor Maradona
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Semana imprevisible en la TV abierta, para bien y para mal. Flavio Azzaro insiste con los desbordes y en decir lo que piensa de la peor manera posible. Esta vez, el depositario de su incontinencia verbal fue Marcelo Tinelli, gracias a un comentario del conductor de La Academia que, presumiblemente, le habría dedicado. Demasiado poco para el enojo, demasiado bueno para el show. Julio Bocca ofreció un grato momento como invitado de Los Mammones hasta que se le ocurrió empatizar con Diego Armando Maradona en uno de sus peores aspectos, y nadie dijo nada. Y en Cocineros argentinos, una sección de consejos saludables terminó en un paso de comedia que fue uno de los momentos más divertidos del 2021.
Aquellos vientos trajeron estas tempestades
Que sabe de fútbol, sabe de fútbol. Que ha encontrado su lugar en los medios a partir de abrazar a su niño (de barrio) interior: gritón, inmaduro y desbordado, también. Pero como a veces “show mata periodismo”, Flavio Azzaro ha decidido parársele de mano a algunos famosos para luego recoger las esquirlas de sus estallidos. Cuando su cruce con Ricardo García Moritán todavía estaba tibio, llegó el retruque a Pampita, y enseguida su diatriba contra Lionel Messi en la entrega del Balón de Oro (aunque hay que ser justos, esta la ligó de rebote). Y como si no alcanzara para llamarse a silencio, al menos hasta la semana que viene, una chispa de Polémica en el bar le encendió otra vez la mecha, esta vez contra Marcelo Tinelli. Sucedió que en La Academia, el conductor había hablado de “esa manga de giles” que criticaban a Lionel y Flavio, por las dudas, se hizo cargo. “Tinelli no me nombra pero me trató de ‘gil’. Se metió con una cuestión personal, porque no es que me dijo mal periodista, me dijo ‘gil’. Así que yo también le voy a contestar de manera personal y le digo: mis amigos pueden dormir tranquilos conmigo, porque yo nunca les voy a mirar a la mujer”. Si lo anterior había sido innecesario, esto también.
El Bocca de Maradona
Hacía rato que no se lo veía a Julio Bocca en el prime time, y después de su paso por Los Mammones a lo mejor sería bueno que se tomara otras vacaciones antes de volver. Todo venía más o menos bien, con el artista relajado y mezclando anécdotas de la infancia con algunos de sus grandes logros profesionales. Pero la agudeza de Bocca para las respuestas hizo agua cuando a Jey Mammón se le ocurrió preguntarle por sus recuerdos con Diego Maradona. “Divinos -comenzó-, nos conocimos en un programa de Susana cuando yo apenas empezaba. Una onda genial, después nos vimos en Milán, en Dubai”. La evocación podría haber terminado ahí, pero el invitado se fue solito a la banquina: “Viste que ahora se habla mucho, hay mucho opinólogo, y es difícil estar en el lugar de él. Yo me acuerdo de cuando estaba en la casa, con la escopeta de balines tirándole a los periodistas, y yo hubiera hecho lo mismo”. Jey Mammón, sorprendido y sin capacidad de reacción por falta de horas de vuelo como entrevistador, siguió la nota. Vale recordar que el episodio dejó cuatro heridos y tuvo una sentencia firme de dos años de prisión en suspenso para el futbolista. Un momento televisivo para el olvido.
Cocineros y comediantes
Hay que decir que Cocineros argentinos nunca fue un programa de cocina tradicional, aun cuando sus recetas siempre se caracterizaron por estar al alcance del paladar, la destreza y el bolsillo de la mayoría de los argentinos. Pero tanto en la “administración Calabrese” como en la actual, capitaneada a talento y permanencia por Juan Braceli y Juan Ferrara, el espíritu festivo y descontracturado ha sabido acompañar cada consejo y cada preparación. Sin embargo, lo que sucedió esta semana superó todos los límites. En un living improvisado en el estudio, el nutricionista Diego Sívori se preparaba para representar un encuentro saludable entre amigos. Así llegaban los dos Juanes y Sofía Pachano (incorporación de esta temporada luego de la partida de Ximena Sanz) para someterse a un menú que tenía entre otras “delicias”: chips de vegetales, fondue de calabaza y pizzetas de coliflor. Accidentes durante la degustación, tentadas, frases como “Me siento que estoy en un programa de Guillermo Bredeston y Nora Cárpena”, “Se te va la gente a las ocho de la noche con todo esto” o “Esto hay que ser muy valiente para comerlo” dieron por tierra cualquier intento del especialista por hablar en serio, por lo que se terminó sumándose a la broma. No se aprendió mucho, pero el momento fue de los más divertidos que dio el programa en toda su historia. Y eso que tuvo muchos.
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