El relato, por sobre los actores

"Gitanas", telenovela protagonizada por Saúl Lisazo, Ana de la Reguera, Dolores Heredia, Manolo Cardona, Marco Treviño, Saby Kamalich y elenco. Guiones: Basilio Alvarez y Laura Rosa, a partir de "Romané", de Sergio Bravo. Dirección: Jorge Fons y Víctor Hugo Martínez. Productores generales: Carlos Payán, Rafael Uróstegui y Epigmenio Ibarra. Una producción de Argos y Telemundo. Por Canal 13, de lunes a viernes, a las 17.

Como suele ocurrir con las telenovelas latinoamericanas de largo aliento y respaldadas por una gran producción, "Gitanas" es tan ardua de explicar con palabras -por la cantidad de personajes comprometidos en varias subtramas que giran en torno de un conflicto central- como fácil de entender sin demasiadas demoras por cualquier televidente dispuesto a dejarse llevar por las convenciones del género de ficción más clásico de la pantalla chica.

Por lo visto hasta ahora, el interés por esta telenovela concebida por la poderosa cadena norteamericana Telemundo para llegar en principio al cada vez más vasto universo de residentes de habla hispana (mexicanos, ante todo) en los Estados Unidos y beneficiada desde su estreno, a mediados de este año, con las mediciones de audiencia más elevadas para un estreno de estas características en aquel territorio, descansa mucho más en el despliegue de su producción y en algunos hábiles giros narrativos que en un trabajo interpretativo incapaz hasta aquí de convertir a los personajes en figuras auténticamente carismáticas.

La trama se desenvuelve a partir del conflicto que, por esas cosas del destino que siempre tercian en las tramas de las telenovelas, ponen frente a frente a una familia de gitanos que regresa a su terruño mexicano tras una larga ausencia y una tradicional familia local "gayó" (término utilizado allí para aludir a quienes no son gitanos), los Domínguez, algunos de cuyos integrantes tienen cuentas del pasado todavía no saldadas con Jovanka, la hija del patriarca gitano Vanya.

Los cruces entre los integrantes de ambos grupos (y, por extensión, de ambas etnias) no tardan en estallar en torno del problemático e inevitable vínculo, que oscila entre la atracción y el rechazo, de una de las jóvenes hijas de Jovanka, María Salomé (Ana de la Reguera), y uno de los Domínguez, llamado Sebastián (Manolo Cardona). En el medio de ambos, obligado a inclinarse según el caso hacia uno y otro lado aparece el "gayó" Juan (personificado por el actor argentino Saúl Lisazo), cuya apostura de potencial galán choca con los votos religiosos a los que decidió consagrarse.

Una vistosa presentación y la muy apropiada descripción de la frondosa tribu gitana de la que surgieron las tres generaciones representadas por Vanya, Jovanka y María Salomé fueron las más que correctas cartas de presentación del relato, urdidas por la mano hábil de un especialista en cuestiones melodramáticas tan consumado como el realizador Jorge Fons ("El callejón de los deseos"). Lo mismo puede decirse de cómo fueron aprovechados hasta aquí al servicio de la acción los bellísimos exteriores del desierto de Sinaloa y del puerto de Topolobambo (rebautizado Malarribo para la ficción) en el mismo estado mexicano.

El relato progresa cuando las tensiones entre ambos mundos se tornan irreversibles y adquieren el tono clásico de todos los contrastes "de manual" que sugiere el género. Pero varias de esas instancias, por lo general de impecable concepción visual, se deshilvanan por la poca convicción y el escaso vigor del que hacen gala nada menos que tres de los protagonistas clave (Lisazo, Ana de la Reguera y Cardona), a quienes parece todavía faltarles el fuego sagrado que reclama la historia y que por ahora sólo pertenece, en los papeles centrales, a la convincente Dolores Heredia (Jovanka).

De todos modos, la historia hasta aquí demuestra que puede sostenerse por sí misma y, sobre todo, por los atractivos visuales que disimulan las citadas flaquezas interpretativas. Queda esperar, por encima de todo, que Canal 13 respete las expectativas que la propia emisora genera a partir de los ampulosos calificativos de sus promociones y no repita en este caso esa muy poco feliz costumbre de dar por terminada abruptamente una ficción de origen extranjero sin respetar su desarrollo original.

• 6,9 puntos. El jueves cayó en su franja con Telefé y fue lo menos visto de la tarde del 13.

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