El regreso de “Yo soy Betty, la fea”
La continuación de la historia mostrará a la protagonista casada y con una hija
En el universo de los seguidores de las telenovelas no hay momento más feliz que cuando, al final de la historia, los protagonistas logran por fin superar todas las dificultades para ser felices y comer perdices.
Claro que, penurias del fanático de las tiras, ése es también el instante más triste, cuando todo termina y ya no podrán saber qué sucederá en la vida de su personajes favoritos. La desolación de ese instante es directamente proporcional al afecto que el espectador haya desarrollado por esas criaturas de la ficción. En el caso de "Yo soy Betty, la fea", dejar de conocer qué sucedería con el patito feo convertido en cisne; su marido, el reformado Don Armando, y todo el elenco de graciosos personajes que habitaban los pasillos de Ecomoda seguramente le rompió el corazón a más de un televidente. Ese que desde hoy, a las 18, por Telefé, volverá sonreír cuando se estrene, "Betty la fea 2. Ecomoda", la esperada segunda parte de la telenovela colombiana.
Según Fernando Gaitán, el creador de la telenovela, esta vez, la historia tendrá la forma de una serie que retomará los personajes principales, Betty y Armando (Jorge Enrique Abello), casados, padres de una nena de un año y al frente de la empresa que ella salvó de los manejos de él en la primera parte.
Después del fenómeno de la telenovela, que aquí llegó a medir más de treinta puntos de rating, parecía que una continuación no podía hacerse esperar. Sin embargo, como contó a LA NACION hace dos años, cuando se estaba grabando el programa, Gaitán se encontró con un obstáculo: "En el inicio había armado un elenco con actores que al final de la tira se habían convertido en estrellas, con Ana María Orozco [Betty] a la cabeza". Se necesitaron mucha persuasión y dinero, pero finalmente el autor reunió a todos los actores para que repitieran sus personajes. Aunque con algunas diferencias.
"Ahora la historia tendrá mucho más humor del que ya tenía la tira, especialmente con los enredos de oficina que ocurrirán en Ecomoda. La empresa está en crisis y para salvarla aparece una compañía norteamericana que aporta el capital que se necesita; con él llega una bonita ejecutiva norteamericana. Y se sabe que cualquier mujer que aparezca en la historia no hará más que traer problemas a la vida de Betty", detalló el autor, todo una institución en Colombia.
Si en la primera parte la realidad colombiana ingresaba en la ficción en la forma de un soborno, en este caso será la presencia de los capitales extranjeros los que le darán el toque de realismo a la trama. De hecho, del choque de culturas entre la mentalidad colombiana y la norteamericana surgirá gran parte de la comedia.
Más transformaciones
Si alguno teme que Betty pierda su belleza por alguna vuelta del guión, su autor aseguró que eso no sucedería porque "aquí feas sobran". Todavía le quedan seis feas por transformar, las seis amigas inseparables de la protagonista. Y no sólo ellas. En el último capítulo de "Yo soy Betty, la fea" nacía la hija de los protagonistas; las expresiones vistas en la cara de sus padres y abuelos permitían intuir que la beba era todo menos linda. Un verdadero problema de casting. "La hija de Betty y Armando no es bonita. No queríamos un bebé de propaganda. Se hizo un casting, pero fue un poco complicado decirles a los padres que se elegía a su hija por fea", contó con una sonrisa Gaitán.
Hubo que esperar bastante, más de tres años, pero desde hoy, a las 18, por Telefé, Betty y su gente tendrán una nueva oportunidad para cautivar a los espectadores argentinos. Esos que, cuando llegue nuevamente el final, seguramente se alegrarán y se entristecerán en la misma medida.