El Hotel de los Famosos: Sabrina Carballo y el Chanchi Estévez rompieron en llanto al recordar cómo terminó su relación de pareja
La actriz y el exfutbolista hablaron sobre el romance de cuatro años que los tuvo como protagonistas hace más de una década
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Durante el segundo programa de El Hotel de los Famosos, el equipo que perdió la primera prueba debió atender a los otros participantes, que disfrutaron de la primera noche y el primer día en carácter de huéspedes. Quien resultó ser la nominada del lunes, Militta Bora, volvió, desde las primeras horas de la mañana, a estar en el ojo de la tormenta: llegó tarde a la asignación de tareas.
“Todo muy gracioso, pero la señorita va a ser sancionada. No me gusta generar mal clima, pero esto lo hace una mala compañera”, expresó Gabriel Olivieri, el gerente del hotel, cuando la cantante finalmente apareció en la cocina. Como reprimenda, Bora fue asignada a la bacha, mientras que el resto de sus compañeros (Silvina Luna, Alex Caniggia, Kate Rodríguez, Pato Galván, Majo Martino, Walter Queijeiro e Imanol Rodríguez) se abocaron a exprimir naranjas, separar la manteca y la jalea en pequeños recipientes, preparar las tostadas para el desayuno y atender a los ganadores en el salón comedor.
Mientras sus compañeros trabajaban, los vencedores (Lissa Vera, Leo García, Matilda Blanco, Rodrigo Noya, Sabrina Carballo, Maximiliano “Canchi” Estévez, Melody Luz, Martín Salwe) comenzaron a llegar para disfrutar del desayuno. Luna, Queijeiro y Caniggia fueron los encargados de servirles y fueron elogiados por su desempeño. Martino, sin embargo, recibió un fuerte cuestionamiento de Blanco por su vestimenta. “Señorita, ¿usted lleva algo debajo de ese delantal?”, quiso saber la asesora de moda. Y aunque la periodista de espectáculos le mostró que sí, Blanco no quedó conforme: “Parece que tiene un baby doll”, aseguró.
El nombre de la exjefa de taller de Corte y confección estuvo, también, en boca de sus compañeros, pero por un motivo que nada tiene que ver con el glamour: la acusaron de ser la que más roncó durante la primera noche. Es que, al igual que quienes quedaron dentro del grupo que forma parte del staff del hotel, los huéspedes deben compartir habitación, aunque un poco más espaciosa y más equipada que la de sus contrincantes.
“El arranque no fue bueno. En el cuadro de honor de lo peor está la señora Milita Bora”, insistió Olivieri en su devolución tras el desayuno. “Llegó a cualquier hora e hizo todo lo que no se debe hacer cuando uno es empleado”, agregó. Y luego explicó: “Hay otros a los que les veo potencial”. Entonces, tomó la palabra Christian Petersen, el jefe de cocina. “Alex debería mejorar su lenguaje”, señaló en referencia al mellizo de Charlotte Caniggia.
Luego, mientras algunos de los perdedores lavaban la vajilla y otros dejaban el cuarto de los vencedores en condiciones, el otro grupo comenzó a disfrutar de las instalaciones, pero tuvo inconvenientes a la hora de abrir las sombrillas que rodean la piscina. Frente a esa situación, algunos decidieron ir al gimnasio a entrenar, mientras que otros, comandados por Blanco, pidieron ayuda a los miembros del staff.
Frente a los distintos requerimientos de sus compañeros, el que mejor se desempeñó fue Queijeiro, que preparó licuados y jugos para todos y se mostró muy pendiente de su tarea. Sin embargo, el día de ambos equipos dejó de transitar por los carriles normales cuando Pampita y José María Muscari llegaron a las instalaciones.
Tras llamar a los dos grupos, la conductora y el coach de convivencia quisieron saber cómo habían transitado la primera nominación. Carballo y Blanco, entonces, contaron que algo les llamó mucho la atención: que cuando votaban por Bora, Kate Rodríguez hacía gestos de satisfacción.
Pampita, entonces, propuso un juego que agregó más leña al fuego: la ruleta de la verdad. El primero en pasar fue Alex y tuvo que responder qué es lo que le da vergüenza. “El emperador no siente vergüenza por nada, Pampi. Cuando me miro digo: ‘¡Qué crack!’. Soy de otro planeta”, aseguró el heredero de Mariana Nannis. El segundo en pasar al frente fue García, que debió confesar sus deseos. “Deseo pasarla bien siempre”, quiso esquivar la pregunta, pero Ardohain fue incisiva y quiso saber sobre “el deseo carnal”. El músico, entonces, confesó que le gusta el locutor de ShowMatch. “Martín es muy sexual y se mete en la cama de todos, pero no en la mía, porque me tiene miedo. Me dijo que quiere hacer el amor conmigo”, explicó. Salwe, a la vez, negó haber hecho ese comentario.
A Carballo también le tocó hablar sobre el deseo y Muscari recordó que una de sus exparejas se encontraba también en el hotel. Estévez y Carballo vivieron un largo romance que culminó en buenos términos hace 12 años. El director teatral quiso saber por qué se había terminado el amor y el exfutbolista tomó la palabra: “Se gastó. Yo me fui a jugar afuera. Estuvimos juntos cuatro años”.
“No me gusta hablar de mi vida privada, pero lo importante es que el amor nunca se terminó. Él es mi familia. Si mañana necesita un órgano, se lo doy”, agregó la actriz. Sin embargo, cuando Pampita quiso saber si alguno de los dos había terminado con el corazón roto, se echó a reír nerviosa y agregó entre lágrimas: “No quiero hablar de eso. Yo lo requiero a él y siento que le rompí el corazón”. Al escuchar esas palabras, el deportista también rompió en llanto.
Para cambiar de clima, Muscari hizo una observación: “Dijiste que si te pide un órgano se lo das y te puede pedir un órgano sexual... ¡Me van a decir que vas a estar cuatro meses acá encerrados sin sexo, sin contacto, sin seducción con el otro”.
La suerte quiso que Kate Rodríguez ganara la posibilidad de hacerle una pregunta a sus compañeros, y arremetió contra quienes la acusaron de gozar con la nominación de Bora. En ese momento se dio una acalora discusión, sin sentido, entre la dominicana y algunos de sus compañeros.
Tras ese extraño momento, llegó la segunda competencia del reality. Esta vez, solo participaron los miembros del staff y el perdedor resultaría el segundo nominado de la semana, mientras que el ganador pasaría al equipo de los huéspedes. Leandro “Chino” Leunis les dio las indicaciones: debían llevar barro por las distintas plataformas hasta llegar a unas balanzas que determinarían quién es el que llevó más cantidad.
El ganador resultó Caniggia, quien a partir del miércoles comenzará a gozar de los beneficios de ser atendido por sus compañeros. Entre los cuatro últimos quedaron los dos Rodríguez, Martino y Luna, que terminó en última posición y se convirtió en la segunda participante en quedar en riesgo de abandonar el programa.
Para el final, mientras el staff preparaba la cena, Lissa rompió en llanto. “No quiero hablar porque voy a perder el control”, expresó. “Soy muy valiente, Lissa, que estás acá... Yo no tengo la suerte de tener hijos, pero no sé cómo hacés”, intervino Blanco.
“Es muy complicado... No puedo ni llamar para saber cómo están. Te soy sincera: no sé cómo voy a superar esta situación. Es la primera vez que me alejo de mis hijas tanto tiempo y estoy muy sensible. Quiero ganar, quiero llegar al final y a la vez pienso que en dos meses, mi nena de dos años durante dos meses, crece”, explicó la cantante. García, a su vez, encaró a Salwe y le echó en cara que se la pase hablando sobre la sexualidad de los demás y lo acusó de machista. El locutor, esta vez, no supo qué responder.
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