El hombre de tu vida
Sencilla y elegante, la ficción se luce por su atención al detalle
El hombre de tu vida, serie / Libro: Juan José Campanella, Marcela Guerty / Producción general: Mariano Berterreiz / Dirección: Juan José Campanella / Elenco: Guillermo Francella, Mercedes Morán, Luis Brandoni / Horario: los domingos, a las 22, por Telefé.
Nuestra opinión: muy bueno .
El hombre de tu vida tiene esa elegancia simple, que no necesita ostentar para revelarse superior, que acompaña a las obras de calidad indiscutible. De un conflicto central ingenioso (hombre-en-problemas-económicos-que-debe-aceptar-actividad-extraña-para-salvarse), pero sin garantías de no poder ser maltratado en otras manos, Campanella consigue un producto de orfebrería.
Recurre a su solida formación en las artes visuales y a su experiencia de trabajo en las factorías de primera línea de la industria televisiva para hacer esta serie, impecable en el tratamiento de todos los detalles que exige el medio. Pero a todo ese bagaje, difícil de igualar para otros directores en estas latitudes, le suma su conocimiento de las características culturales de nuestra sociedad, a las que mostradas con un pequeño desenfoque de la realidad –sin buscar la risa adrede– convierte en una comedia graciosa en sus tramos más amplios, emotiva en otros y tan agradable de seguir que uno se queda con ganas de más.
Las situaciones, las actitudes de los personajes y los diálogos escritos por Campanella y Guerty consiguen identificar o ver identificadas a personas que conoce cualquiera que viva por estos días en este país. El tratamiento visual de cada escena que hace el director (desde los planos elegidos hasta la iluminación, pasando por la elección de las locaciones) llama la atención por el plus de calidad que muestran respecto a los muy buenos trabajos que se consiguen en algunos programas de nuestro medio. Pero donde hay un resultado que marca diferencias y en el que se basa lo bueno de la serie es en la construcción de los personajes protagonistas y en el trabajo de los actores que los personifican. El primero, el de Brandoni, que interpreta a un cura que resulta una caja de Pandora para el espectador, que solamente espera que surja lo insólito en la actitud del religioso para largar la carcajada. Es un Brandoni canoso, pero que resulta más fresco y juvenil que en trabajos de años anteriores. El segundo, el de Morán, una mujer con un cinismo que le surge tan naturalmente que termina resultando gracioso y a la que la actriz construye con tanto detalle que deslumbra. Finalmente, el de Francella, un tipo tan crédulo de que el orden establecido funciona como dicen los manuales que termina despertando ternura y gracia en sus encontronazos con la realidad. En este último caso, la construcción de su personaje que realiza el actor es muy buena y alejada de lo que le vimos mostrar antes, aunque siempre se mueve al borde de caer en el precipicio en el que viven los tics de los roles que interpretó durante su carrera.
A estos personajes se agregan las participaciones especiales que prometen enriquecer la propuesta. En el primer episodio, la actuación de Virginia Inoccenti brilló a la par de la de los protagonistas. La de Germán Krauss, por el contrario, pasó casi inadvertida por lo poco que pesó su personaje, que parece que tendrá otras oportunidades de lucirse.
Sin dudas, una propuesta muy bienvenida a la noche de los domingos.
27,4
el debut de la serie se convirtió en lo más visto de la jornada de ayer