Echale la culpa al rating: el programa de Leo Montero y Zaira Nara, que fracasó con solo seis semanas en el aire
Todos contentos y bastante locos, el ciclo de entretenimientos que no pudo ser; tenía una buena dupla en la conducción y grandes humoristas, pero no logró alcanzar las expectativas
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Hay una frase que se acuña desde hace años en la televisión: “Vos sos tu último rating”. Cruel pero muy cierta, los números de audiencia pueden sostener un programa en el aire o generar que pase a mejor vida en cuestión de meses, horas y, a veces, días. En la historia de la pantalla chica hay varios ciclos que tenían todo para ser un éxito, pero que las circunstancias, el contexto de la competencia o el momento histórico, los dejó sin aire a poco de comenzar.
Todos contentos y bastante locos fue una apuesta fuerte de Telefe, para los sábados, en 2013. La primera emisión fue el 13 de abril y estaba conducido por dos buenos profesionales como son Leo Montero y Zaira Nara. Además el humor estaba presente en juegos de improvisación a cargo de cuatro humoristas: Noralih Gago, Dalia Gutmann, Rodrigo Bello y nada menos que el hoy exitosos Darío Barassi.
La propuesta, básicamente de entretenimientos, promocionaba juegos con famosos y grandes premios, pero la suerte no estuvo de su lado. Telefe decidió levantarlo a un mes y medio del estreno. Debutó con 7,2 puntos de rating. Del otro lado, su principal competidor, eltrece, emitió la película 007, otro día para morir, que promedió 9,3 puntos y fue lo más visto de la jornada.
La estructura del programa constaba de tres juegos diferentes: “Camuflados”, dos famosos invitados se sumaban a los equipos, cada uno con un participante, para ayudarlos a jugar. El objetivo del juego era identificar al personaje verdadero camuflado entre los cuatro falsos. Así, por ejemplo, debían distinguir al verdadero campeón de karate de los cuatro que fingían serlo, o a la verdadera bailarina árabe de las falsas.
“Ni el primero ni el último”, un juego de preguntas en el que el objetivo era no elegir nunca, ninguna de las respuestas extremas. Y el tercer juego se llamaba “Distracción”, 5 participantes debían responder la mayor cantidad de preguntas, sin importar lo que pasara a su alrededor, para evitar quedar eliminados. El objetivo era no distraerse. Ante cada pregunta, los participantes tenían que oprimir el pulsador para ganar el derecho a responder mientras, por ejemplo, un luchador les aplicaba tomas de lucha libre, o recibían un tortazo en la cara. Y cada vez que respondían mal, perdían uno de los premios de un modo explosivo.
Leo Montero le puso la impronta y el estilo de AM, el exitoso ciclo que conducía paralelamente por las mañanas del canal, y Barassi sumaba picardía. Por su parte, Zaira venía de conducir Justo a tiempo, junto a Julián Weich. Sin embargo, el programa contó solo con seis envíos al aire y la última emisión promedió 5.5, su marca más baja.
Todos contentos y bastante locos llegaba a la pantalla, de Telefe tras la salida de Marley con Minuto para ganar, y fue el mismo año de la tira Vecinos en guerra y Celebrity Splash. En la franja horaria, el programa competía con Televisión Registrada, en Canal 9; Secretos Verdaderos en América, y con las ficciones de eltrece.
En diálogo con LA NACION, Leo Montero recordó lo poco que duró el programa: “Me han levantado el programa a siete ediciones sin poder despedirme y me he despedido de AM con más de 3500 emisiones, me acostumbré a los embates de la tele”. Si bien reconoció que el canal sacó del aire el ciclo por no cumplir las expectativas con las que la producción de Endemol había llegado a la pantalla, calificó a la experiencia como positiva. “A mí la gente no me va diciendo en la calle el rating que tuve en la carrera, me dicen lo que les queda de mí. Si les gusta algo del contenido deportivo, lo que hago con los perritos, voy dejando mi presencia, mi profesión y mi carrera. No se acuerdan del rating, se acuerdan de lo que dejás para ellos. El microclima de la tele, es muy microclima”, reflexionó.
Sobre el fanatismo que despierta el rating, el conductor fue contundente: “Me parece patético que algunos disfruten que le vaya mal a otro. Todos trabajamos, la rueda gira y no hay que estar eufórico en el éxito y depresivo en el fracaso. Yo laburo con el rating, entiendo que tiene que estar vendido y el programa tiene que ser lindo en el contenido, yo me hago cargo de eso. Si tiene éxito y buen rating es una suerte, pero no se llega, no se puede”.
El 2013 fue difícil para toda la televisión y si bien Telefe ganó el año, todos los canales tuvieron que trabajar en la búsqueda de audiencia. Durante los primeros meses, hubo miles de especulaciones alrededor del futuro de Marcelo Tinelli, carta fuerte de eltrece. Finalmente, el conductor se tomó un año sabático, después de muchas idas y vueltas, el canal de Constitución transformó a Farsantes de unitario a tira diaria y junto a Solamente vos se adueñaron del prime time con 12,8 puntos de promedio versus los 11,3 que consiguió Telefe. Del otro lado, Tomás Yankelevich tenía éxitos como Casados con hijos, Los Simpson, las películas presentadas por Virginia Lago y la novela Avenida Brasil, que lograba 14 puntos de rating durante la tarde.
Telefe ganó 2013 con un promedio general de 8,6 puntos frente a los 8 puntos de eltrece. A diferencia de estos últimos tiempos, donde la señal de ViacomCBS es líder absoluto en materia de audiencia, eltrece lo superó en 2010 y 2011, y el canal de las pelotitas se impuso en 2012 y 2013. En aquel momento, las alarmas empezaban a sonar en las oficinas de los gerentes de programación porque este fue el año de menor encendido de la última década en la televisión abierta. Según datos de la medidora Ibope, la TV paga alcanzaba en el primer semestre de ese año una marca histórica porque por primera vez lograba captar la mitad del consumo televisivo total.
El encendido total, en aquel entonces, cerró en 27,5, con una baja de 3,7 con respecto a 2012, con un fuerte crecimiento del cable. Con la ausencia de Tinelli, ningún programa logró más de 18 puntos de promedio, salvo el fútbol o la ceremonia de los Martín Fierro que pasaron la barrera de los 30 puntos, cifra habitual en aquella época para éxitos como ShowMatch o Graduados. En este contexto de competencia tan fuerte, el futuro de Todos contentos y bastante locos estuvo signado por una tele que veía venir que el público empezaba a migrar hacia otras opciones y no había margen para prueba y error.
Desde 2013 hasta ahora, Montero se puso al frente de distintas producciones con resultados dispares, la última Es domingo, estamos a tiempo por América, y Zaira Nara pasó por Morfi, todos a la mesa y llevó las riendas de Flor de Equipo, en reemplazo de Florencia Peña cuando la actriz lo necesitó. Nadie tiene el cielo ganado, ni un buen número de rating de la planilla de Ibope garantizado. Ya sabemos que “las excusas no se televisan” pero, por suerte, en televisión siempre hay revancha.
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