Diez besos apasionados que hicieron historia
En una ficción, se sabe, la instancia del beso es un punto de coyuntura. Se trata del momento en el que la historia toma su rumbo prefijado, y en el que los enamorados deciden dar rienda suelta a sus sentimientos sin importar lo desfavorable del contexto. Y las novelas argentinas desde siempre presentaron grandes besos, y por ese motivo, repasamos diez ejemplos que quedaron grabados en la memoria del público local.
1. Rolando Rivas, taxista
Alberto Migré es el padre de la novela argentina, y en los setenta, alcanzó uno de los picos más altos de su obra con títulos clave como Piel Naranja o Pobre diabla. Pero el gran hit de ese período fue en 1972, con Rolando Rivas, taxista. Con el protagónico de Claudio García Satur y Soledad Silveyra , la historia prácticamente inauguró el costumbrismo en la televisión, presentando personajes cercanos al televidente, en un entorno que se alejaba de las grandes mansiones. En esa época, el beso se hacía esperar, y los protagonistas atravesaban todo tipo de conflictos antes de dar ese importante paso. Y debido a eso, cuando Rolando y Mónica sellaron su amor, el país se paralizó para presenciar el que seguramente fue uno de los más importantes besos de la televisión nacional.
2. Amo y señor
Arnaldo André es sinónimo de novelas y pasiones, y en 1984, con una muy joven democracia, Amo y señor fue una ficción de ruptura luego de un extenso período de censuras. Al frente de la historia, el actor y Luisa Kuliok tuvieron una química innegable, y sus besos demolían las pantallas de la época, y si bien hoy resultan algo inocentes, en esa época eran de una explosión de hormonas. En su momento, la serie impactaba también por las bofetadas que el galán le daba a su amada, un elemento inadmisible que hoy bajo ningún punto de vista podría ser parte de una tira. Que en las novelas actuales los protagonistas no tengan ese comportamiento es una prueba de cómo la televisión tuvo el deber de crecer a la par de su público, y de reprobar acciones que nunca debieron estandarizarse.
3. ¡Grande pá!
Esta versión porteña de los Von Trapp encontraba a Arturo Puig en la piel de un viudo que debía criar solo a sus tres hijas, hasta que llegaba a esa casa María ( María Leal ), una mujer que era para "las chancles" esa figura materna que tanto necesitaban. La vida transcurría en relativa armonía y Arturo transitaba por relaciones que resultaban en fracaso, hasta que casi al final de la serie, ambos descubrían que eran el uno para el otro, entregándose al ansiado instante del beso. ¡Grande pá! era una novela familiar y el romance no era el eje,pero su desmedida popularidad (más de sesenta puntos de rating) y el cariño que recibían semana a semana los protagonistas, hicieron del beso entre Arturo y María uno de los momentos más tiernos de la televisión noventosa.
4. La marca del deseo
En 1994, la pantalla de Telefe apostó por un thriller erótico que sacaba chispas. La marca del deseo fue una miniserie protagonizada por Gerardo Romano , en la que interpretaba a un peligroso hombre que luego de seducir y tatuar a distintas mujeres, las mataba. La encargada de atraparlo era una policía (Sandra Ballesteros) que no tardaba en obsesionarse con su objetivo. La ficción de trece episodios resultó demasiado para la televisión abierta, y luego de dos episodios fue levantada del aire (inmediatamente después fue lanzada completa en VHS). En La marca del deseo, la evolución del conflicto era caprichoso y los personajes se desdibujaban irremediablemente, pero la trama era un poderoso caballo de Troya que escondía un desfile de besos (¡y más que besos!) que de golpe se colaban en el living de las familias argentinas. Indudablemente el elevado contenido sexual era el atractivo de un título que prometió mucho pero cumplió poco. Como dato curioso, vale recordar que el autor de esta serie fue Claudio María Domínguez.
5. Perla negra
En el extenso recorrido de Andrea del Boca por el mundo de las novelas, Perla negra siempre tuvo un lugar de preferencia. En esa ficción ella era Perla, una joven que roba la identidad de su amiga fallecida para cuidar a su hijo, producto de una breve pasión con un mujeriego de nombre Tomás ( Gabriel Corrado ). Perla, en la piel de Eva, siente un profundo desprecio por ese hombre, un sentimiento que como es de esperar, pronto mutará en algo más. La relación de ambos pasaba por varias etapas, mientras los fans seguían con fidelidad esa historia de amor que tuvo un esperadísimo beso. Perla negra fue uno de los mayores éxitos de Andrea del Boca, y tuvo adaptaciones en México y Brasil. En 2013, y con su popularidad casi intacta, la actriz anunció una secuela que lamentablemente no se llegó a materializar.
6. Resistiré
El año 2003 fue marcado por la poderosa química de Celeste Cid y Pablo Echarri , protagonistas de Resistiré. En cada uno de sus besos, Echarri y Cid desprendían una sensualidad animal, y la piel que mantenían era tanta que incluso años más tarde, la propia Nancy Duplàa llegó a reconocer que sentía algo de celos de Celeste, que "estaba en su mejor momento". Pero el mérito de esa saga, es que el romance no perdía fuerza aún a pesar de estar enmarcada en una trama de giros impredecibles y secundarios extravagantes. La fama de la pareja central fue tal, que la canción "Down With My Baby" de Kevin Johansen , que acompañaba las escenas de amor, se convirtió en un verdadero himno romántico.
7. Farsantes
Históricamente, las televisión argentina no solía retratar el romance entre dos hombres (ni hablar de dos mujeres) de una forma que se escapara de clichés que podían ser chatos o francamente ofensivos. Pero paulatinamente, la tele (y los guionistas) maduraron y se pudieron construir relaciones entre parejas del mismo sexo, tratando el tema como lo que es: simplemente el amor entre dos personas. Y en ese sentido, el vínculo romántico entre Guillermo ( Julio Chávez ) y Pedro ( Benjamín Vicuña ) en Farsantes, aún es recordado con gran cariño por los fans de esa novela. Los abogados se conocieron, se enamoraron y no pudieron darle la espalda a un sentimiento que los atravesaba. El primer beso entre ellos tuvo una importancia capital, y cuando el momento llegó, Pedro y Guillermo fueron tapa de diarios y los medios (y los fans) celebraron la concreción de ese amor tan absoluto.
8. Dulce amor
Una fórmula tradicional, protagonistas maniqueos y una trama sobre un hombre y una mujer destinados a estar juntos. A pesar de no asumir riesgos de ningún tipo y refugiándose en un esquema predecible de principio a fin, Dulce amor hizo de sus debilidades sus mayores fortalezas. La historia está sostenida por Marcos ( Sebastián Estevanez ) y Victoria ( Carina Zampini ), figuras de clases distintas que comparten un flechazo, y cuyos entornos en mayor o menor medida ponen todo tipo de obstáculos en la concreción de ese vínculo. Fiel a las raíces de las que bebe, Dulce amor hizo del primer beso un verdadero evento, explotando al máximo la palpable tensión sexual entre Marcos y Victoria (y que llevó al público a fantasear con un romance que iba más allá de los límites de la tele).
9. La Leona
La tira de Nancy Dupláa y Pablo Echarri fue una original vuelta de tuerca al mundo de los romances de ficción. Partiendo de una estructura tipo novelesca, los personajes se encontraban en el centro de un retrato social que tomaba reglas del género para llevarlos hacia otros extremos. La serie era consciente de su necesidad por romper moldes, y por ese motivo cerró su episodio inaugural con el primer encuentro entre la pareja protagónica. Ambos estaban enfrentados por cuestiones sociales, pero sin embargo se veían arrastrados a una pasión que los llevaba de las narices. Y el beso no terminaba con los problemas, sino que los dinamitaba, porque a partir de ahí ambos iban a luchar por ignorar ese poderoso sentimiento, en medio de un grave conflicto laboral.
10. Las estrellas
Flozmín fue un fenómeno que tomó por sorpresa a la pantalla televisiva. Al comienzo de Las Estrellas, nada parecía vaticinar que Florencia ( Violeta Urtizberea ) y Jazmín ( Julieta Nair Calvo ) iban a protagonizar la historia de amor más importante. Pero luego de muchas idas y vueltas, y de Jazmín demostrando una paciencia casi infinita mientras Florencia se animaba a entregarse a un sentimiento al que le tenía miedo,el primer beso entre ambas fue uno de los grandes hitos de esa tira. El público pronto hizo de esa pareja la más popular, y a dos años de su emisión, Flozmín no pierde vigencia y los fans estallan en las redes ante cada foto que comparten Violeta y Julieta.
De yapa: ¿No hay un piquito para mí?
Y como epílogo, un beso muy breve pero de gran fama: ese con el que Medina ( Martín Seefeld ) seducía a un empresario mexicano como parte de un operativo. Ese momento fue tan popular, que el invitado volvió en la segunda temporada de Los simuladores, en un reencuentro que fue mucho más allá de un simple piquito.
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