Diego Leuco: "No hay que tomarse muy en serio ni los elogios ni las críticas"
Todo le pasó rapidísimo a Diego Leuco . Desde que Jorge Lanata lo convocó para reemplazarlo nada menos que a él mismo en su programa de radio, no paró de crecer profesionalmente. A los 29 años, pasó de panelista a conductor en un santiamén y hoy debuta al frente de uno de los noticieros más históricos de la televisión: el mítico Telenoche.
Está ansioso, pero tranquilo. Nos recibe en el SUM del edificio donde vive, en una zona estratégica de productoras y canales de TV. Dice que su monoambiente es "mínimo" y ofrece café de máquina en tacitas de diseño. No tiene azúcar, porque en su casa es "todo light". Se nota que cuida su imagen: se operó de miopía y les dijo adiós para siempre a sus clásicos anteojos. Y aunque no representa al estereotipo del típico motoquero, ama las motos. Después de separarse de su novia, una productora con la que estuvo cinco años en pareja, jura que está solo y que no sale con la ganadora del "Bailando...", Sofi Morandi. Algo adicto al trabajo, Leuco tiene su cabeza en el debut de hoy, donde además de su rol en la conducción, también se lo verá haciendo trabajo de campo, con notas en exteriores, por toda la Argentina.
-¿Ansioso por comenzar?
-A full. Esta buenísimo. Es un proyecto enorme Telenoche. Tiene un equipo periodístico increíble, es un noticiero súper emblemático. La verdad es que estoy con mucha ganas de empezar.
-¿Saliste a hacer notas?
-Sí. Apareció esta idea de hacer notas afuera, que es algo que nunca había hecho y está buenísimo. Me divierte mucho, aprendo un montón, porque yo siempre hice tele en vivo.
-Hiciste notas cuando empezaste para Noticias.
-Sí, sí. Estuve mucho tiempo en la revista, pero en la tele nunca había salido a grabar informes. Siempre había estado en vivo o a lo sumo un programa grabado, pero nunca saliendo del estudio. Yo digo que es mi lugar de comodidad el estudio, así que me propusieron hacer esto y me encantó.
-¿Qué tipo de notas son?
-Notas que tienen que ver con los problemas estructurales de la Argentina. Más allá de la política, más allá de los gobiernos, más allá de la grieta. Problemas que podrían resolverse muy fácilmente y que nunca nadie resolvió. Por ejemplo, gente que vive sin luz, que no conoce lo que es la luz, porque vive en un lugar donde nunca la instalaron y es acá nomás, eh. En lugares que no son de marginalidad extrema, sino de gente que labura, que gana un sueldo y que podría tranquilamente pagar esos servicios. Hicimos varias notas ya. Algunas en el Gran Buenos Aires. Fuimos también a algunas provincias... La idea es mostrar un poco eso: los problemas estructurales de la Argentina. Qué pasa con los ferrocarriles, qué pasa con las ciudades que crecieron al ritmo de una estación de tren o de un taller ferroviario y de pronto ese tren dejó de pasar, hace más de 40 años. Es ver la estructura y la infraestructura de todo lo que falta en el país más allá de las campañas, de los años electorales...
-Trabajás mucho, ¿tenés tiempo de hacer esas notas?
-Bueno, estoy laburando mucho los fines de semana y buscándome el tiempo en estos días en los que todavía no arranqué.
-¿No te molesta trabajar los fines de semana?
-A mí no me molesta trabajar. Me encanta y lo hago con ganas y esto lo encaré como un momento de aprender algo que nunca había hecho. Amo este laburo. Amo estar al aire, tanto en la radio como en la tele. Me gusta aprender y soy muy curioso. Todo lo que sea nuevo y sea desafío, me divierte y me llena de pilas. ¿Hay que laburar el fin de semana? Vamos...
-¿No te desconectás nunca?
-Yo siempre discuto con mis amigos, incluso algunos periodistas, que se van de vacaciones y dejan de leer el diario. Yo no lo puedo creer. Para mí, la información es un insumo vital, no es una rueda de la que te podés bajar. O sea, no podés volver de estar diez días afuera y decir "ah, ¿pasó algo?". Obvio que a veces estás cansado y es importante encontrar espacios para descansar y hacer otras cosas. Pero el hecho de que te apasione lo que hacés, es una ventaja que está buenísima.
-¿Cómo se dio lo de Telenoche? ¿Te lo propusieron antes de que te vayas de El diario de Mariana?
-No, de hecho hubo un par de meses en que había otros proyectos dando vueltas.
-¿Tenías otras propuestas estando en el programa?
-No, no. Siempre que hablaba con alguien o me cruzaba en algún lugar, me decían de hacer algo en algún momento. Pero la verdad es que yo estaba muy bien en el programa. Fueron casi siete temporadas en las que yo estuve muy bien. Como dije el día que me fui: El diario de Mariana me dio todo lo que un programa le puede dar a alguien. Me dio la primera oportunidad, me dio la posibilidad de crecer, de aprender, de eventualmente estar conduciendo el programa cuando Mariana no estaba... O sea, nunca estaba pensando en irme. Hasta que en un momento tuve esa sensación de que quería aspirar a conducir, que es lo que a mí más me gusta.
-¿Siempre en el rubro periodístico?
-La conducción en general. Me encanta El diario de Mariana porque es bien magazine. Me gustan los programas de entretenimientos y me gustaría probar en algo parecido a eso. Entonces dije, bueno, me la tengo que jugar a ver si me sale.
-Pero ya eras conductor en El diario de Mariana.
-Sí, pero no era el titular. Estaba en un rol que estaba buenísimo, que me encantaba hacer, pero ya lo había hecho durante siete años. Entonces quería ver si me salía algo nuevo. Renuncié en noviembre. Avisé y me preguntaron si me podía quedar hasta febrero. Les dije que sí, que mi idea era irme lo mejor posible, que iba a estar a disposición el tiempo que necesitaran y, ahí, cuando se conoció la noticia de que me iba, empezaron a aparecer algunas ofertas. Varias, muy lindas, que me daban ganas de hacer. Me costó mucho tomar la decisión. Me llevó como dos meses.
-¿Qué te ofrecieron?
-Había alguna cosa de Telefe... No era específicamente para el noticiero, querían hacer algo conmigo ahí. También me ofrecieron conducir Intratables.
-¿Es verdad que pediste mucha plata?
-No, no, con América no hubo ningún inconveniente de nada. Simplemente ellos necesitaban que algunas cosas fueran de una manera y yo prefería que fueran de otra. No tuvo que ver con la plata en lo más mínimo y, bueno, no llegamos a un acuerdo.
-¿En qué no se pusieron de acuerdo?
-Cosas de contrato, pero para nada fue por el tema económico. De hecho, era una oferta muy generosa la de América.
-¿El problema era el tiempo del contrato?
-Exacto. Eran cuestiones más vinculadas al tiempo, entonces no se dio. Y después apareció lo de Telenoche. Me gustó porque para mí significaba menos cambio, es un canal que ya conozco, la posibilidad de continuar con TN, donde tengo mi programa. Además yo trabajo en Radio Mitre... Cerró todo.
-¿Que sentías al tener tantas buenas propuestas?
-Por un lado, es muy lindo y por el otro, me daba un miedo terrible. Mirá si me equivocaba... Se terminó dando esto que me pareció lo más orgánico. No tener que dejar mi programa de TN fue muy importante. Yo estoy muy contento con mi programa y lo quiero mucho. Nació el año pasado y lo hacemos con mucho esfuerzo, le ponemos mucha garra. Y bueno, este proyecto me permitía quedarme con el programa. Eso fue una cosa que pesó. Obviamente, la idea de conducir Telenoche es espectacular.
-No tuvo que ver con la oferta económica, entonces...
-No, la plata no es un tema cuando tomo decisiones sobre mi carrera. Es otra cosa más integral y la idea de poder mantener mi programa fue muy importante a la hora de decidirlo.
-¿Charlaste ya con María Laura Santillán?
-Sí, sí. Hemos tenido reuniones. Con Luciana Geuna también. La verdad, tienen un equipo increíble. Yo quiero sumar, no tengo problema de nada. Ya le dije a María Laura que voy a estar mirándola, para ver cómo se hace, cómo son los truquitos de un programa así.
-¿Por qué pensás que Lanata te eligió para reemplazarlo?
-No sé.
-Él dice que tenés autoridad, que vos hablás y los demás se callan.
-Puede ser, nunca lo había pensado así. Yo voy apasionadamente. Voy para tratar de hacer el mejor programa que esté dentro de nuestras posibilidades. Hay días que es más fácil porque tenés una nota buenísima. Hay días en que hay que remar más. Yo disfruto todo. ¿Viste cuando un chico entra en una juguetería? Yo me siento así laburando. En la radio, cuando está Jorge y mi rol es más de columnista político, le pongo más a eso y cuando no está Jorge y tengo que conducir, le pongo todo a eso. Lo mismo en El diario de Mariana.
-Tenés un ego bastante dominado.
-Porque lo hago desde el disfrute. Yo trato de buscar que todo el tiempo nos estemos riendo, por ejemplo en los cortes. Empecé a escuchar AM desde muy chico porque mi viejo laburaba con Fernando Bravo, que para mí es un crack de la radio. Y Fernando tiene una frase que para mí es maravillosa y yo trato de aplicarla todo el tiempo. Él dice: "Este programa se ríe cuando puede y se pone serio cuando debe". Siento que ésa es un poco la clave porque cuando lo hacés contento y con ganas y todos los que estamos en el programa estamos contentos, eso se nota, se transmite y le da una calidez distinta al programa.
-¿Nunca te tocó un conductor autoritario?
-No, todo lo contrario. Lanata, Mariana y... ¡mi papá!
-¡Ja!
-La experiencia con Mariana, como con Jorge, fue muy muy buena. Está claro porque en ambos casos tuvieron la generosidad de dejarme el programa a cargo cuando se fueron de vacaciones. La verdad, nunca tuve problemas. Llevo poquito tiempo en el medio y tengo amigos en los dos grupos de laburo. Para mí, eso es fundamental. Tener amigos donde laburás, te cambia la vida. Es como cuando ibas al colegio y decías: "Por lo menos estoy acá con amigos". La paso muy bien en el laburo.
-¿Siempre te apasionó el periodismo?
-Desde chico, siempre tuve ganas de trabajar en los medios. La idea de hacer periodismo, así más concreta, fue a mediados del secundario. Al principio, decía que quería ser relator de fútbol. Me gusta mucho el fútbol, soy fanático de Boca. Después empecé a descubrir más la política y me empezó a gustar y ahí lo decidí. Pero lo que más, más, más me gusta, lejos, es la conducción. Generar un clima, poder cambiar de tema. Estás hablando de economía, después de espectáculos, después una cosa más social... Eso Telenoche también lo tiene. Me divierte.
-¿Sos hijo único?
-Sí.
-¿Fuiste muy mimado?
-La verdad es que con mis viejos siempre tuve una relación espectacular. Nunca se metieron en cuanto a las cosas más fuertes de mi carrera o de mis estudios. Siempre me dejaron hacer lo que quisiera. Hice magia, cocina, teatro, equitación... Y siempre me acompañaron, me apoyaron. Fueron compañeros.
-¿Fue fácil trabajar con tu papá?
-Viste que laburar con la familia no es fácil. Me ha pasado un montón de veces que me paraban en la calle y me preguntaban cómo hacía para laburar con mi viejo porque ellos laburaban con el suyo y se peleaban. Con mi viejo nunca tuvimos un problema. Tenemos una relación súper sana. Una relación de mucho amor mutuo. Yo quiero que a él le vaya espectacular y él quiere lo mismo para mí y siempre fui medio payasito en las reuniones familiares.
-¿En serio?
-Sí, en las reuniones familiares preparaba alguna cosa, mostraba algo... Tenía esa inquietud y, bueno, se fue dando y fueron apareciendo las oportunidades.
La pelea en los Martín Fierro fue para defender a mi papá. Obviamente no era la manera, pero ahí reaccioné más como hijo que como periodista
-El gran salto lo diste cuando te llamó Lanata, ¿cómo fue?
-Cuando yo estaba en Noticias, le hice muchas notas, todas las notas que había sobre él me tocaban a mí. Le hice como doce entrevistas, lo conocía mucho. Obviamente, él tenía relación con mi viejo y un día yo estaba conduciendo mi programa en La Once Diez y en una tanda me llama el abogado de Lanata, me dice: "Te quiere hablar Jorge". Me cuenta que se iba a operar y que iba a estar un tiempo sin estar al aire, que necesitaba a alguien que pudiera hacer de columnista cuando él estuviera y que pueda conducir el programa cuando no. Casi me muero. Me largué a llorar porque no podía creer lo que me estaba diciendo. Yo tenía 23 años.
-¿Qué pasó después?
-Me llamó Jorge, me citó en su casa. Estaba descalzo, como siempre que está en su casa. Me hizo la propuesta y me dijo: "Si me decís que no, sos un pelotudo" y, bueno, le dije que sí. El mismo llamó a la Once Diez para que me dejen ir de la radio. Por suerte, Baltazar Jaramillo, que es el director, me dijo: "¿Cómo yo te voy a decir que no vayas a trabajar con Lanata?" A los diez días ya estaba en Mitre. Laburar con Lanata es extraordinario. Todos los días es aprender, es estar ahí... Lo mismo con Mariana y lo mismo voy a hacer ahora con María Laura.
-Vos siempre supiste manejarte, casi no tenés escándalos, salvo esa pelea en un Martín Fierro.
-Sí, eso fue para defender a mi papá. Obviamente no era la manera, pero ahí reaccioné más como hijo que como periodista. Aprendí mucho de eso también. Siempre trato de que el respeto sea el principal insumo de cualquier momento del laburo. A veces se pone un poco salvaje este medio.
-Hay gente que lo surfea muy bien. Es tu caso.
-Yo trato siempre de hacer todo con el máximo respeto y si en algún momento alguien no siente eso, no tengo problema en pedir perdón.
-¿Te pudiste reconciliar con esta gente con la que casi te peleas en el Martín Fierro?
-Ni siquiera sé quiénes son los que lo hicieron. No porque no los conozco, sino porque nunca los vi. Vos fíjate que nunca acusé a nadie, nunca di ningún nombre. Para mí fue un episodio súper puntual que además... ¡no llegó a nada! No pasó absolutamente nada. "Decí quién fue", me pedían y no sé quién fue, yo no acuso a nadie, no quiero pelearme con nadie. No disfruto de la pelea. No es lo que a mí sale, lo que me gusta, hay gente que sí y lo hace bárbaro. La tele necesita que haya gente más belicosa y está perfecto terminan siendo un sector importante del "entretenimiento", pero yo no me siento cómodo en ese rol y trato siempre de evitarlo. No me guardo lo que pienso, pero trato de respetar al mango.
-Tu papá sí tiene mas conflictos.
-Mi viejo es más calentón, tenemos personalidades distintas.
-¿Heredaste gente que no lo quiere?
-Hay gente que, obviamente, por una cuestión política no lo quiere a mi viejo, y no me quiere a mí.
-¿Lo entendés?
-Lo entiendo, Rolo Villar dice que en esta profesión lo primero que tenés que entender es que no le podés caer bien a todo el mundo.
-No te enganchás...
-Cero.
-¿No te dicen cosas agresivas o injustas en las redes, por ejemplo?
-Pero a todo el mundo le dicen cosas injustas en redes. Un ejemplo tremendo fue cuando se enfermó el hijito de Luisana Lopilato. Luisana o la hermana, no recuerdo, pusieron algo así como "rezamos por Noah" y había un montón de gente que la insultaba. Le decían "en vez de rezar mándalo al médico". Si hay gente que insulta a una familia que está atravesando por una enfermedad tremenda de un nenito chiquito... yo no me puedo preocupar. Por suerte, en la calle jamás tuve un comentario feo ni nada.
-¿Presiones políticas tenés?
-A mí por suerte nunca, sí le pasaba mucho a mi viejo. El propio Néstor Kirchner lo llamaba, lo cual era muy fuerte. Yo nunca tuve un llamado directo. Sí me pasaba que había un clima de represalia al que era crítico del kirchnerismo. Entonces, a la noche, en los programas que se encargaban de difamar y qué se yo, me criticaban, pero siempre lo tomé como es. Funciona así y hay que tratar de estar fuerte. No hay que tomarse muy en serio ni los elogios, ni las críticas. Es difícil porque a veces estás un poco mas sensible y te afecta más, pero es parte de este laburo. Yo no peleo.
-¿Te sentís libre de decir tu opinión?
-Sí, recontra porque además tengo la posibilidad de laburar con gente muy distinta. En la radio con Lanata, a la tarde estaba con Mariana, ahora en Telenoche y tengo mi programa propio en TN. Entonces son como espacios distintos.
-Pero es un grupo en el que todos piensan más o menos lo mismo.
-En ningún momento sentí que no podía decir algo de lo que pensaba, para nada. Creo que si me pasa y considero que es un tema importante o grave, me iría. Por suerte, hay muchos medios para laburar.
-Hay como una sensación de que es un grupo afín al Gobierno, pero lo cierto es que también lo critican.
-Claro, nada que ver, permanentemente estamos hablando de la economía. Hace poco lo planteamos en la radio y en la mesa de Mirtha. El plan económico de Macri está claro que fracasó y además en los propios términos que Macri pidió que se lo evaluara: "A mi gobierno lo tienen que evaluar por la inflación y por la pobreza", dijo. Bueno, esas dos variables no le salieron y en Mitre tenemos la libertad total de decirlo. Tenemos todos opiniones súper diferentes, pero esa gente que cree eso, muchas veces no escuchó el programa. El prejuicio es parte del ser humano. No es ninguna novedad. Y en los medios de comunicación, hay acusaciones de todo tipo. Todo el mundo acusa a todo el mundo de todo.
-Evidentemente, te funciona ese temple de no alterarte por lo que se dice.
-Soy muy exigente en cuanto a lo profesional. Quiero que todo salga siempre bien y quiero hacer el mejor programa del mundo, siempre. Pero también trabajo esta idea de que hay gente a la que no le gusta lo que hacés, hay gente que te va a querer siempre y hay gente que no te va a querer nunca. Hay gente que un día te quiere y un día no y eso puede ir cambiando. Este medio es muy dinámico y hay que tratar de laburar mucho eso, de tenerlo claro y no sufrirlo.
-¿Cuándo te relajás?
-Salgo con mis amigos, muchísimo. Ando en moto, que es una actividad que a mí me encanta. Es mi gran pasión por fuera del laburo. Entonces salimos mucho a andar en moto... ¡No todo lo que me gustaría! Me encantaría irme quince días a andar en moto, pero no lo puedo hacer. Hay tiempos donde hay que aprovechar las oportunidades de laburo, pero siempre que termino de trabajar, me junto con amigos. No soy mucho de salir a bailar, exponerme... Pero sí a comer. Dos o tres veces por semana me junto y trato de hacerme el tiempo para tener una vida.
-¿Por qué te separaste de tu novia?
-Bueno, viste como son las cosas, a veces se terminan. Lo hablamos y la peleamos, pero se terminó. Por suerte, seguimos con la mejor. Tengo diálogo con ella. Tenemos un perro que se quedó con ella, pero cuando yo quiero voy y lo visito. Todos me preguntan si tenemos tenencia compartida y no, no tenemos. Si ella necesita algo, la ayudo y al revés también. En ese sentido por suerte tengo una gran relación con ella. Pero, bueno, a veces deja de funcionar.
-¿Saliste con Sofi Morandi?
-No la conozco. Ella vino un día a la radio, hicimos una nota...
-¡Y te encantó!
-¡Nunca más la vi! Ella hizo un chiste en el programa de Ángel de Brito y después Ángel hizo un chiste en Twitter y todo el mundo lo dio por hecho. Lo levantaron portales y eso generó una bola.
-¿Ese chisme te arruinó otras relaciones?
-No, porque no tengo nada con nadie. Estoy soltero. Estoy tranquilísimo.
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