Días de gallos, la serie que retrata el fenómeno de la cultura urbana y el freestyle desde una perspectiva audaz y adolescente
Ángela Torres, Tomás Wicks y Ecko revelaron las claves detrás de esta ficción producida en nuestro país, que ya se encuentra disponible en HBO Max
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Enfrentamientos en donde no hay violencia sino arte, el talento inmensurable de improvisar una rima que se convierte en canción, el poder de la palabra como arma y la cultura urbana en su máxima expresión. Todo eso y mucho más representan las Batallas de Gallos, un recurso que utilizan muchos artistas jóvenes para expresarse y que se terminó convirtiendo en un fenómeno que traspasó la frontera de los barrios porteños para instalarse en cada rincón del país.
La cultura del freestyle creció tanto en Argentina que HBO Max no dudó ni un segundo a la hora de producir una serie basada en este movimiento: Días de gallos. Para eso no solo convocó a grandes actores, sino a referentes del género que, además de interpretar un rol en la ficción, hicieron sus aportes a la historia.
“El espíritu del freestyle está muy presente en la serie, incluso más allá de las batallas de gallos. Es una ficción musical en todo sentido, que tiene hasta videoclips”, revela Ángela Torres, una de las tres protagonistas de esta historia. “Se logró crear un ambiente muy real y todos los que estuvimos ahí aportamos un poco de nosotros para que se sienta eso”, agrega el freestyler Ignacio “Ecko” Spallatti, que junto a Tomás Wicz completa el trío que lleva adelante la trama principal de la serie.
La ficción cuenta la historia de León (Ecko), un chico con una situación familiar difícil que decide irse de su casa para instalarse en la Ciudad. Allí se reencuentra con dos excompañeros de la escuela que cambiarán su historia: Rafaela (Torres), una exfreestyler que tiene un hijo y trabaja haciendo delivery para poder mantenerse, y Andy (Wicz), un joven no binario que intenta empezar a valerse por sí mismo bajo la mirada conservadora de los adultos que lo rodean.
-¿Qué desafíos les trajo interpretar a estos personajes?
Ángela Torres: -Yo había dejado de actuar porque sentía que los personajes para los que me convocaban no me enamoraban como antes, pero cuando leí este guion hubo algo especial que me hizo tener ganas de hacerlo. Ensayé mucho para lograr esto, para que se cuente la historia con verdad. A mí el proyecto me desafió por todos lados, pero creo que particularmente por el lado del rap, porque mi personaje rapea mucho y es algo que yo no había hecho nunca en mi vida. Me tuve que poner las pilas con todo ese mundo, porque además merecía hacerse con mucho respeto a la cultura. Le puse todo mi amor, dedicación y tiempo. Después preparamos las escenas para que salgan lo mejor posible en cuanto a la actuación, porque el personaje era muy distinto a todo lo que había hecho yo como actriz, con unos colores y una energía diferente a todo. Me siento muy contenta con como quedó, vi la serie hace poquito y me encantó porque nunca me había visto así, siento que en algún punto me redescubrí como actriz.
Ecko: -Para mí fue un intercambio constante, ellos no conocían del mundo del rap y yo no conocía del mundo de la actuación. Fue un aprendizaje mutuo en donde ellos me brindaron un montón de herramientas para que yo pueda resolver situaciones, y en los casos en los que lo necesitaron, yo también pude dar algún consejo. Fue mi primera vez actuando y siento que salió buenísimo. Nos gustó a todos, pero además lo disfrutamos, y eso es lo importante. Fue todo un desafío en el que me tuve que enfocar mucho durante los meses de grabación.
Tomás Wicz: -El mayor desafío para mí fue encarar por primera vez un papel protagónico en una serie de tantos capítulos. Es la primera vez que me toca hacer un personaje con un arco dramático tan extenso. Después me pasó mucho que cosas que consideraba que eran desafíos a la hora de grabar terminaban siendo mucho más fluidas, y al revés. Es el personaje más lindo que me tocó hacer. Tengo mucho de él y siento que de alguna manera fue liberar una parte que es muy mía. A la vez me siento identificado con muchas temáticas que toca el personaje.
-En las escenas en donde tenían que rapear, ¿podían improvisar o estaban guionadas?
Torres: -En mi caso fue más que nada guionado. Creo que la mayoría seguimos esa línea, pero había muchos raperos que aparecían en algunas batallas y ellos sí improvisaban, y eso le daba otro peso al momento. Lo mío era más de aprenderme un monólogo como actriz más que ser una rapera, porque no lo soy, y eso fue un gran desafío. Sí lo he visto a Ecko freestylear a lo loco y hay escenas en donde se nota que está improvisado.
Ecko: -Desde el personaje de León, si bien tenía algo guionado y un lugar a donde tenía que llegar o una terminación que no podía faltar, siempre aporté para que se note ese lado de la improvisación. Por supuesto que como repetíamos muchas veces las escenas tenía que tratar de decir más o menos lo mismo, pero siempre buscando la manera de que se note que no estaba todo guionado. Es más, hay cosas que sí pasaron como en las batallas de verdad.
-Es una serie juvenil que, además de la cultura del freestyle, utiliza un lenguaje propio de la edad de los personajes ¿Ustedes pudieron aportar desde ese lado?
Wicz: -De base, el dialecto de los personajes estaba muy bien escrito. Había un buen entendimiento de como nos comunicamos los jóvenes, pero si aparecían palabras que no nos resonaban teníamos la libertad de cambiarlas. Me parece zarpado que aparezca el lenguaje inclusivo y que haya un personaje que se identifica como no binario al cual su entorno lo trata de manera natural. Que eso sea un tema tan importante en la trama es algo que me flasheó, porque es importante que haya alguien representando esas identidades.
Llevar una cultura a la ficción
“Creo que el movimiento en los últimos años fue ganando poder. En el 2012/2013 éramos solo 10 o 20 locos en una plaza, hoy hay miles”, asegura Ecko, uno de los pioneros del freestyle en el país. “Yo creo que el rap le va a portar masividad a la serie”, agrega Torres a su lado, antes de que su compañero vuelva a tomar la palabra. “El freestyle ganó tanto lugar que era de esperarse que algo pase y se visualice de esta manera. Que una plataforma como HBO Max se base en esto para hacer una serie y quiera mostrar todo lo que pasó a lo largo de estos años dándole vida, obviamente es un gran aporte y termina de consolidarlo”.
Hernán Guerschuny, showrunner del proyecto, también enfatiza en la importancia de crear una historia que muestre la idiosincrasia de gran parte de la juventud actual. ”Buscábamos conformar un producto que venga a ilustrar y encarnar un mundo muy particular y contracultural, llevándolo a las grandes audiencias”, revela. “Tratamos de incorporar cosas que hagan subir la vara, por eso agregamos videoclips, raperos de verdad, artistas invitados y un montón de cosas más que en un esquema habitual de grabación normalmente serían desestimadas, porque complicarían la producción”, explica.
Para lograr el resultado final, era importante entender el mundo del freestyle. “Había que ser muy respetuosos con la gente que pertenece a esa cultura, por eso me ocupé de investigar, meterme en el mundo, leer, ver millones de videos de grandes batallas y de batallas más caseras, todo me venía bien”, cuenta Joaquín Bonet, el guionista de la historia. “Tuve muchas charlas con Juan Ortelli, que es periodista y jurado de batallas, y con él entendí muchísimo de todo. Tratamos de vincularnos con mucho respeto y buscar la excelencia desde todo nivel, porque era una buena oportunidad para potenciar la industria”, agrega.
El director de Días de gallos, Joaquín Cambre, también tuvo esa visión de entendimiento. “Me propuse acercarme un poco a esta generación y entenderla para interpretarla. Por suerte tiene algo en común con lo que uno hace: tiene poesía, tiene narrativa y tiene una estética. Todo eso te simplifica mucho el trabajo”, analiza. “Creo que fue cuestión de escuchar a los verdaderos protagonistas, los freestylers. Fue un proceso muy interesante en donde los protagonistas de las historias participaron mucho para construir algo verosímil”, añade.
-¿Creen que fue importante trasladar la cultura urbana a la ficción?
Ecko: -Siento que es un tema delicado y que depende de como se afrontara podía molestar o gustar, y eso fue lo que tratamos de cuidar todo el tiempo: que se mantenga la esencia de la cultura del rap. Para mi, que vengo de ese mundo, de vivir el freestyle, fue un proceso de aportar todo lo que traía. En la serie no era Ecko, pero León es un personaje que me representa en mis inicios. Jugué un poco con la experiencia que gané durante esos años y ese fue el mayor aporte que pude darle al personaje y a la historia.
Wickz: -Yo siento que es importante que empiece a haber series destinadas a un público joven, pero que no sean infantiles. Días de gallos apunta a un segmento adulto juvenil, toca temáticas actuales de la juventud de hoy, no solo en cuanto al freestyle sino también con respecto a otras cosas. Es importante que se le de espacio y voz a lo que pasa.
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