De Got Talent Argentina a Noche al Dente, otra televisión es posible: los televidentes demuestran que quieren más que peleas y escándalos

La semana pasada pudimos ver cómo a partir de un mal entendido entre Andrea Rincón y la producción de Intrusos se desató un escándalo que abordó casi toda la televisión. La actriz, después de muchos años sin visitar el ciclo de América, accedió a ir con la promesa de un mano a mano con Flor de la V, pero cuando llegó al piso le comunicaron que la entrevista iba a ser con todo el equipo, como hacen habitualmente.

Esto provocó una fuerte reacción de Rincón que, luego de retirarse enojada de canal, realizó un encendido descargo en sus redes comparando lo que había pasado con “una violación”. Del otro lado, varios programas de espectáculo confrontaron duramente a la ex Gran Hermano y esto provocó una suba de audiencia en esos ciclos. Una fórmula que se repite en toda la televisión, la pelea, el barro y la confrontación da rating.

Sin embargo, con la llegada de Got Talent Argentina, de la mano de Lizy Tagliani, se abre una luz de esperanza en materia de audiencia. Los números de rating, que sólo pudo alcanzar este año Gran Hermano, entusiasmaron a la industria. Desde su debut el ciclo obtuvo un promedio de 17,33 puntos y 60,17% de share.

La fórmula es sencilla: en un estudio impactante, artistas de diferentes disciplinas buscan conquistar a los expertos en la etapa de audiciones. Solistas, dúos o grupos, sin importar la destreza y sin límite de edad, se presentan sobre el escenario para demostrar su talento. En un tiempo en donde para estar en televisión tenés que ser parte de un escándalo o provocar uno, el público, noche a noche le dice que sí a Got Talent con marca máximas que tocan los 20 puntos de rating.

Si bien el programa arrancó con un exceso de emotividad, producto de la edición, en donde el jurado, integrado por Abel Pintos, La Joaqui, el bailarín y coreógrafo uruguayo Emir Abdul y Flor Peña, lloraba en cada cuadro que veía, con el correr de los días eso se fue acomodando para que todas las miradas se centraran en los participantes. Un big show de calidad que nos emparenta a las grandes producciones del mundo, conquista noche a noche al gran público.

Pero este no es el único ejemplo de la televisión “buena onda”, esa que alejada del escándalo mediático logra atraer a los televidentes. Por el contrario de lo que se impuso en la mayoría de los programas de panel, en los que se denosta a propios y extraños casi como un deporte, cada canal guarda un espacio libre de peleas, al que la audiencia responde.

Es el caso de Darío Barassi con ¡Ahora caigo! (eltrece), que es el único que varias veces se impone en la pelea minuto a minuto con Telefe, con picos de más de 9 puntos, frente a Todo por mi hogar una de las novelas turcas que más audiencia cosecha. El actor devenido en conductor, desde 100 Argentinos dicen, conquistó a la gente con un estilo único mezcla de humor y desparpajo. En su ciclo los participantes tienen la posibilidad de ganarse hasta 2 millones de pesos por programa en un formato de juegos y entretenimiento, que busca a la persona que más sabe sobre cultura general en la televisión argentina. Once participantes deben responder la mayor cantidad de preguntas posibles y así evitar caer al vacío, el momento preferido del programa, el que Barassi se siente en su salsa.

En el rubro de entretenimientos, tanto Los 8 escalones de los tres millones, que desde esta semana pone en juego un departamento a estrenar, y Pasapalabra demuestran que el saber puede cosechar muchos puntos de rating. Guido Kaczka, por lo general, es lo más visto de eltrece compitiendo con tanques como MasterChef, Gran Hermano y ahora con Got Talent. Mientras Iván de Pineda prepara una nueva temporada del ciclo de preguntas y respuestas donde “El Rosco” es el rey, las repeticiones que está emitiendo Telefe, incluso con malos recuerdos de la pandemia, logran tocar los dos dígitos, un domingo por la noche.

Por otro lado, La peña de morfi si bien nació con un espíritu musical y lúdico, en el último tiempo se vio perjudicado en materia de rating por la condena pública que cayó sobre Jey Mammon, tras las acusaciones que hizo Lucas Benvenuto. Pero este fin de semana con el debut Diego Leuco, en reemplazo de Georgina Barbarossa, se abrió una luz de esperanza sobre el ciclo que obtuvo 9,2 puntos de rating de promedio, Es la medición más alta en la historia del programa y fue el tercer programa más visto del día. A pesar de todo, es uno de los pocos espacios, en donde se puede disfrutar de nuestros artistas en la pantalla chica.

América, un canal que se caracteriza por apuestas alternativas, logró instalar con éxito Noche al Dente. En horario central y con un promedio por encima de los 2 puntos, el conductor logra el clima necesario para que diferentes figuras del mundo del espectáculo cuenten anécdotas, canten y entretengan al público. Sin golpes bajos y con una fuerte apuesta a la emoción, demuestra que otra televisión es posible.

Hoy, a las 21.45, vuelve “Bailando por un sueño” y Noche al Dente pasará a emitirse “al término de...” El polémico ciclo hace su regreso en la pantalla chica, luego de cuatro años de ausencia. En su historia, esta competencia de baile se caracterizó por ser una mezcla de talento y de peleas (más peleas que talento en los últimos años). En la cintura de Marcelo Tinelli, conductor que tiene televisión en su sangre, estará la responsabilidad de olfatear qué quiere el público, en un tiempo en donde las audiencias están cada vez más críticas y de la misma manera que premian, castigan.

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