Cuéntame cómo pasó: la historia argentina, según una típica familia de clase media
Inspirada en un exitoso ciclo español, la ambiciosa ficción dominará el horario central de la TV Pública con su reconstrucción de lo ocurrido en nuestro país entre 1974 y 1983
Dos de los estudios del edificio de la TV Pública están asignados con exclusividad a narrar la historia cotidiana de la Argentina entre 1974 y 1983, con el día del fallecimiento de Juan Domingo Perón (1° de julio de 1974) como punto de partida. Esa memoria aparece en una sucesión de vastas escenografías trabajadas y cuidadas hasta el mínimo detalle, puestas al servicio de Cuéntame cómo pasó, la ambiciosa ficción que ocupará desde esta noche, a las 22, el horario central de la TV Pública de lunes a viernes.
Hay varios ambientes completos de lo que semeja una típica vivienda de clase media del conurbano, en la que se pueden encontrar objetos de la época incluso dentro de los cajones de las mesitas de luz (que seguramente jamás se abrirán frente a una cámara). También aparecen con meticulosas reconstrucciones de época el clásico buffet de un club de barrio, la sacristía de una parroquia, el escritorio del responsable de una imprenta y una peluquería para mujeres que funciona en el interior de una casa de familia.
Las escenografías, de tan amplias, respiran por los cuatro costados y permiten apreciar cada rasgo particular: hay allí pósteres de películas de Leonardo Favio y Bruce Lee, imágenes de artistas de moda, portarretratos con fotografías en blanco y negro, útiles escolares, libros y revistas de la época, retazos de indumentaria, recipientes y adornos en los estantes.
El único espacio al que por ahora no tiene acceso LA NACION está ocupado por la grabación de una escena protagonizada por Esteban Meloni y Carlos Santamaría, a quienes se los ve dialogar desde un monitor. No muy lejos de allí, en el sofá del living de la casa de los Martínez -la familia protagónica de Cuéntame cómo pasó-, Marisa Grinstein y Liliana Escliar se acomodan para la charla. Lo mismo hace, en uno de los sillones contiguos, Osvaldo Santoro. Son las autoras y uno de los integrantes del amplio elenco de la versión argentina de un ciclo que se pone en marcha con el ambicioso objetivo de recuperar para la ficción el prime time de la TV Pública.
"Ésta es una adaptación libre del Cuéntame español, que muchos conocen -comienza Grinstein-. Allí la historia arrancaba casi al final del franquismo, cuando esa sociedad empezaba a ver la luz. En cambio, aquí hacemos el recorrido inverso, entrando a la oscuridad." Las autoras de Mujeres asesinas, que llevan muchísimo tiempo escribiendo juntas, enfrentan ahora el desafío de tomar una estructura familiar como núcleo de un relato histórico en clave de telenovela que seguramente abrirá más de una polémica.
"Era imposible que esa realidad no te atravesara y que no sintieras algún tipo de miedo. De cualquier manera, los protagonistas no integran lo que llamaríamos una familia testigo de la época. No eran ni montoneros ni militares. Simplemente les tocó, como a tantos, ver frente a su casa cómo metían a alguien a la fuerza dentro de un auto", completa Escliar.
El ciclo reproduce con fidelidad el título de su original hispano, pero a través de emisiones semanales y no diarias, como ocurrirá aquí. De cualquier manera, los episodios se emitirán de lunes a jueves, y cada viernes quedará reservado, también a las 22, para Cuéntame un poco más, en el que algunas escenas de la semana funcionarán como disparadores de preguntas y cuestionamientos a historiadores, periodistas especializados y testigos. A cargo del espacio estará Teté Coustarot, que vuelve a incursionar en un terreno bien conocido por ella, cercano a la aplaudida experiencia de Siglo XX cambalache.
"Es una apuesta fuerte y una deuda que teníamos pendiente desde el comienzo de nuestra gestión. Desde hace 24 años, con Cartas de amor en cassette, que desde aquí no salía una ficción diaria con recursos ciento por ciento propios", dice el gerente de Programación y Producción de la TV Pública, Martín Teitelbaum.
La decisión de adaptar libremente el Cuéntame español, después de que unos 20 países, incluyendo Chile y Ecuador, lo hicieron en los últimos años, responde según Teitelbaum a varios factores. "Creo que una tira de este tipo jamás podría ser emitida por un canal privado, por su perfil y por una temática que a primera vista quizá le otorgue pocas perspectivas comerciales. Pero al mismo tiempo creo que tiene las características de llegada masiva y de compromiso de nuestra parte como para decidir abordarla con mucho entusiasmo", señaló.
Multiplicación
Ya están concluidos alrededor de 30 capítulos sobre un total de casi 80 que tendrá la tira, que culminará sus emisiones a fines de diciembre. Luego de su emisión regular a las 22, cada capítulo podrá revisarse desde el sitio oficial de la TV Pública en Internet. A la vez, se pondrá en marcha una campaña ambiciosa en redes sociales, en las que aparecerán los personajes centrales narrando en primera persona algunos hechos destacados del tiempo que les tocó vivir, pero como si estuvieran en el presente. Antonio y Mercedes, la pareja central de la historia, son interpretados por Nicolás Cabré y Malena Solda. Tienen tres hijos: Inés (Candela Vetrano), Toni (Franco Masini) y Carlitos (Luca Fernández Ciatti), más una abuela (Leonor Manso). Le toca a Carlitos, ya adulto, narrar en off desde la actualidad toda la historia, con la voz de Martín Seefeld.
"Lo primero que hicimos fue ponernos a mirar frenéticamente los episodios de la tira original. Hicimos una depuración de los personajes y armamos la estructura principal. Lo que no se nos cruzó jamás por la cabeza fue bajar línea. No íbamos a convertir esta historia tan apasionante en una especie de tribuna", aclara Escliar. Pero todas las delicadas cuestiones ligadas a una época marcada por la violencia política, la interrupción del Estado de Derecho y el miedo extendido por toda la sociedad estarán muy presentes, incluso con nombre y apellido. "Es un material que requiere estudio e investigación, pero debía partir de una certeza incuestionable: no caer en el negacionismo", explica Santoro, cuyo personaje es un abogado jubilado de extracción radical que se transforma en una suerte de guía político de la situación por su compromiso con los derechos humanos. "Lo peor que le puede pasar a un actor es opinar sobre la realidad a partir de la interpretación de su personaje, pero tal como se plantea la historia y como fue escrita me deja muy satisfecho", completa.
Tanto las autoras como el actor pusieron en juego la evocación personal en la preparación de la historia. "Me acuerdo muy bien de los comunicados del Ejército. Nadie sabía qué podía pasar", recordó Grinstein. Escliar revivió aquel 24 de marzo de 1976 como un día en el que experimentó su primer beso. "De repente todos nos asomamos a la ventana de nuestro departamento sobre la avenida Entre Ríos para ver pasar los tanques en dirección al Congreso. En el tocadiscos sonaba «Mediterráneo», de Serrat", rememoró.
Santoro recuperó el recuerdo de un hermano menor que permaneció cuatro días secuestrado en una comisaría hasta que pudo ser rescatado. Como referentes políticos de su personaje cita a Juan Carlos Pugliese y César Jaroslavsky. "Estoy por cumplir 70 y vivo esta experiencia casi como el cierre de una historia personal, muy dolorosa pero también de gran crecimiento. En 1974 acababa de egresar del Conservatorio Nacional de Arte Dramático junto a Jorge Marrale y Beatriz Spelzini. Ahora puedo experimentar qué se siente desde un lugar similar al de mi padre en aquel tiempo", dice el actor, muy cerca de concluir con bajísimo perfil mediático sus cuatro años de mandato como concejal del peronismo en el municipio bonaerense de Tres de Febrero.
El Cuéntame argentino, que Santoro augura "inevitablemente polémico, pero a la vez de gran estímulo para el ejercicio del pluralismo", también exigió a las autoras el cuidado de poner en boca de sus personajes palabras, expresiones y modismos propios de otro tiempo. "Trabajamos -completa Grinstein- con tres muy buenos dialoguistas jóvenes, Lola Sasturain, Lucila Díaz Castelli y Luis Martelli, y hubo que compartir con ellos nuestros recuerdos de las acciones físicas, del uso de los espacios y de expresiones que ellos no conocieron. Eso sí, sin distinción de ideologías todos lloraron al ver las imágenes que cierran el primer capítulo".
Una ambiciosa producción que usa el archivo
El elenco de Cuéntame cómo pasó se completa con Leonor Manso, Carola Reyna, Carlos Portaluppi, Ludovico Di Santo, Mónica Scapparone, Paula Kohan, Diego Alonso y Laura Azcurra. Flavia Palmiero, Fabián Mazzei, Fabio Di Tomaso y Matías Mayer harán participaciones especiales. La producción general es de Gustavo Villamagna y Patricia Moser, con asesoramiento artístico de Andrea Stivel y colaboración creativa de Víctor Tevah. Se recurrió a unos mil extras para realizar las 1600 horas aproximadas de grabación que tendrá esta primera temporada. El canal adelantó que por primera vez se pone a disposición de una ficción buena parte del archivo de imágenes de la TV Pública (algunas de ellas pocas veces vistas), por las que los intérpretes pueden interactuar junto a los personajes históricos.
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