Claudiomanía en Cipolletti
El ganador de "Operación..." Claudio Basso, volvió a casa
CIPOLLETTI, Río Negro.-Claudio Basso es una estrella mediática que añora las costumbres de barrio, las empanadas picantes de su madre y el olor fresco de los frutales de las chacras.
El ganador de "Operación triunfo" regresó a Cipolletti, su ciudad natal, y desató una "claudiomanía" que atravesó horizontalmente desde sus vecinos hasta el intendente del pueblo, Julio Arriaga, que le entregó las llaves de la ciudad. Basso fue recibido aquí con los brazos abiertos de una comunidad que se siente reflejada en el éxito de este muchacho tímido que interpreta con la misma pasión un tango como un tema melódico.
"Es como nosotros, por eso estamos aquí", dijo una de sus fans, una adolescente que lo esperó en el aeropuerto de Neuquén con pancarta y vincha junto a otras cien personas.
El producto creado con este joven cantante reúne todos los requisitos de una historia de novela. Nació en un hogar humilde, su padre es albañil desocupado, su madre trabaja en un hospital y viajó a Buenos Aires con un sueño del cual todavía no parece despertar.
Basso grabará un compacto, firmó contrato con una productora por cinco años, le anticiparon 50 mil pesos a cuenta de futuras producciones, tiene un automóvil cero kilómetro y ya sabe que andará con la maleta a cuesta de gira en gira.
"Lo primero que quiero es comer las empanadas picantes de mi madre", fue lo primero que dijo Claudio en cuanto llegó a su tierra. En el aeropuerto de Neuquén se abrazó con su madre, María Aramendi, con su padre, Carlos, su esposa, Jessica, y sus dos hijos.
El cantante luego encabezó una caravana desde Neuquén hacia Cipolletti. Y en esta ciudad rionegrina recibió el afecto de su gente que le demostró, con una movilización de tres cuadras en la calle, lo que ahora significa Claudio para esta ciudad que ha creado lo que algunos definen como su propio "Palito" Ortega.