Campanas en la noche: hoy se define el triángulo entre Vito, Luciana y Omar

Hoy Campanas en la noche llega a su final. La telenovela, con formato clásico, protagonizada por Calu Rivero , Federico Amador y Esteban Lamothe tuvo un público errático y en los meses que estuvo al aire -se estrenó el 14 de enero- no logró imponerse en en el prime time. Sin embargo tuvo una audiencia que se mantuvo firme durante los 80 capítulos que duró. En este último mes, la ficción promedió los 7 puntos de rating y pasó a emitirse cerca de las 12 de la noche, desplazada por ¿Quién quiere ser millonario? y la novela turca Mi vida eres tú.

Más allá de no haber logrado el objetivo de cautivar un mayor número de audiencia, la ficción de Telefe tomó algunos riesgos sobre el hilo argumental. Se trataron temas como violencia de género, abuso, femicidio, sectas religiosas y manejos mafiosos. Calu se animó a su primer protagónico, después de su alejamiento de la televisión tras sentirse incómoda compartiendo escenas con Juan Darthés en Dulce amor.

La actriz se puso en el papel de Luciana Cervantes, una estudiante de fotografía que en el pasado encontró a una mujer muerta en el Sur y vio a su marido escapar corriendo con su hija. El destino de estos personajes se volvería a unir mucho tiempo después.

Lamothe se enfrentó al primer papel de villano como Vito Paternó, el hombre con el que se topó Luciana después de descubrir el cuerpo de la mujer y quien más tarde se convertiría en su pareja; Amador (Omar Pereyra), en cambio, se convirtió en un galán tímido, humilde y bueno. A medida que fueron pasando los capítulos, este triángulo fue yendo y viniendo. No hubo tiempo de redención pero sí de mucha maldad por parte de Vito, que no solo fue el verdadero asesino de la mujer de Pereyra sino que es amante de la madre de Luciana y está metido en cuestiones mafiosas.

De cara al final: en qué están los personajes

Luciana y Omar esperan un hijo y por fin descubrieron quién fue el culpable de la muerte Iracema. No solo eso, gracias a la ayuda del insistente detective José Carabajal (Rodrigo Guirao Díaz), lograron ponerlo tras las rejas. Pero en esta ficción nunca nada está del todo dicho: Vito no solo logró que su suegra (Patricia Viggiano) lo protegiera de una bala sino que entabló una compañía de fechorías junto a Griselda (Eugenia Tobal), la eterna enamorada de Omar. Entonces, en medio del operativo policial que trasladaba al asesino, alguien lo rescató. Aunque en realidad el plan de Bartolomé Navarro (César Bordón), el abogado de Vito, y Griselda se vio frustrado por Rita (Bárbara Amaral), la hermana de Iracema, y el jefe del culto religioso al que se hizo devota, quienes se adelantaron y se llevaron a Vito antes de que pudieran rescatarlo. Su plan es vengar a su hermana y "liberarla" a través de una ceremonia sangrienta. Objetivo que se vio interrumpido por su expareja, Carabajal, y por Omar. Juntos impiden que Rita mate a Vito, pero quedan atrapados dentro del galpón. Antes de que Luciana y Bruna (interpretada por la gran sorpresa de la tira: Azul Fernández), por diferentes vías, descubrieran la verdadera naturaleza de Griselda, la enamorada de Omar tuvo acceso a la ubicación de Rita y se la pasó al otro villano. Los hombres de Navarro llegaron justo para rescatar a Vito y tomar de rehén a Omar.

Vito no solo logró escapar sino que se llevó un pequeño trofeo con el que volvera a enloquecer a Luciana. Esta noche, este triángulo se resolverá y, seguramente, alguno de los tres no saldrá vivo. Pero tratándose de un culebrón, lo más probable es que quien finalmente reciba su merecido sea Vito.

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