Conducido por Mario Pergolini, Eduardo de la Puente y Juan Di Natale, reflejaba la actualidad con humor y desparpajo
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El 14 de abril de 1995, salió al aire la primera emisión de Caiga Quien Caiga, el exitoso ciclo conducido por Mario Pergolini, Juan Di Natale y Eduardo De la Puente que marcaría una estética propia y una manera irreverente de hacer periodismo con una buena dosis de humor.
El preámbulo de CQC, sigla instalada y trascendente, encuentra a Mario Pergolini y su socio Diego Guebel sin trabajo, una rareza en la nutrida y continuada actividad de ambos profesionales. Como Pergolini conocía al empresario Eduardo Eurnekian, quien recientemente había adquirido el canal América, le mostró el piloto de El rayo, aquel programa que marcaría una bisagra en la manera de editar en televisión.
Eurnekian no desechó El rayo, pero le puso una condición al conductor: pondría el programa en el aire si contaba con otro espacio conducido por el propio Pergolini. Rápido de reflejos, Mario observó una foto de La noticia rebelde, aquel programa disparatado en sus formas de mostrar la actualidad, y no dudó en decirle que sería interesante poder desarrollar un noticiero semanal que, de manera camuflada, se convirtiera en una sátira al tradicional formato.
Cuando se retiraron del despacho del máximo responsable de América, Pergolini le confesó a Guebel que la idea había sido improvisada. La estrategia salió bien porque El rayo consiguió su lugar en la grilla del canal. Claro que había que cumplir con el pedido de Eurnekian, así fue como nació no solo CQC, sino la productora Cuatro Cabezas, compañía que se acreditaría muchos lauros en su tarea creativa.
El noticiero sin concesiones vio la luz con mucha incorrección y humor sarcástico, en torno a la realidad política y la cobertura de eventos con la presencia de celebridades famosas, empresarios, modelos, mujeres de la alta burguesía, deportistas y representantes de la clase dirigente.
El tridente que tuvo la responsabilidad de conducir el programa estaba compuesto por, obviamente, Mario Pergolini, que cumplía así con el deseo de Eduardo Eurnekian, Eduardo De la Puente y Juan Di Natale. Junto a ellos, Nacho Goano era el encargado de brindar la información deportiva. El primer staff de cronistas en la calle estaba integrado por Juan Di Natale, Andy Kusnetzoff y Nacho Goano. Indudablemente, se tenía entre manos una fórmula precisa que había tenido antecedentes más cándidos en los recordados Semanario insólito y en La noticia rebelde, cuya foto inspiró a Pergolini.
Los conductores en el estudio apelaban a la mordacidad de sus comentarios. Se ceñían a un guion creativamente impecable, pero también aportaban iniciativa propia. La personalidad de Pergolini, con todos los tips de una celebridad y una gran sagacidad e inteligencia, se topaba con la intelectualidad de Di Natale y la ironía sarcástica y barrial De la Puente. Método perfecto.
Los cronistas del programa, gran pilar del original formato, apelaban a su rol periodístico y en ese ejercicio podían toparse con un presidente de la Nación, un legislador, la vedette del momento y un futbolista goleador en Europa. Ante lo variopinto de los interlocutores, siempre buscaban sacarles el casete a esos entrevistados. Si las cámaras de televisión son un atractivo para los políticos en campaña que buscan llevar agua para su molino, lo cierto es que el micrófono de CQC no siempre era bien recibido. Era tal la sagacidad de sus noteros que muchos preferían esquivarlos.
Luego de algunos meses en el aire, Andy Kusnetzoff le entregó a CQC una de sus mejores entrevistas. En medio de la Cumbre Iberoamericana de Presidentes, que se desarrolló en Bariloche en 1995, Kusnetzoff tuvo la oportunidad de entrevistar a Fidel Castro, que detuvo su marcha y le respondió algunas inquietudes al canoso cronista. “¿Cuándo es la próxima Revolución?”, le preguntó sin titubear.
Aquella primera etapa de CQC en el canal América concluyó el 21 de diciembre de 1999 con una emisión especial transmitida desde el teatro Gran Rex, sala en la que se realizaría un especial en 2001, a modo de ensayo y testeo de las posibilidades de una vuelta. Este programa se grabó previo a los disturbios acontecidos en el país en aquel fin de año de revuelta. Ante eso, Mario Pergolini improvisó unas palabras ante tal coyuntura política, económica y social. El especial salió por Canal 13, señal a la que el programa volvería poco tiempo después.
El ciclo podía reírse de todo y de todos sin ningún inconveniente. Con humor negro y sin ironías, CQC tenía una mirada no complaciente y con sus notas podía complicar el destino de una carrera política. Los hombres de negro, siempre de traje, marcaban la cancha hasta del más locuaz y fogueado con los medios. En ese sentido, Daniel Tognetti simulaba ser un cronista aprendiz que podía generar ternura o irritación en sus entrevistados del mundo político.
Marcelo, el “enemigo”
Con bastante de marketing y conveniencias mutuas, Mario Pergolini y Marcelo Tinelli decidieron establecer una suerte de rivalidad en torno a sus nombres, rango estelar y estilo de sus productos. Pergolini se paraba en la vereda más intelectual y menos popular, mientras que Tinelli era el hombre elegido por las multitudes que coronaban sus programas con un rating incalculable. A los contenidos más sofisticados de CQC se le oponía el tono campechano y el humor masivo que proponían VideoMatch o Ritmo de la Noche. Cuando Tinelli se mudó al eltrece, Pergolini se fue a Telefe. Cosas de divos, popes de la televisión.
Noteros
A partir de las variaciones en sus niveles de audiencia, el programa regresó a eltrece y luego se mudó a América, señal con menos exigencias de números. A medida que se sucedían las versiones, los noteros de exteriores también cambiaban. A los nombres fundacionales se sumaron Clemente Cancela, Diego Della Salla y Guillermo López, este último encargado de reemplazar a Andy Kusnetzoff. Más adelante se sumaría Diego Iglesias aportando estilo propio.
Alguna vez se insinuó el sino trágico que provocaba CQC con sus audaces cronistas, algo así como un maleficio que no les permitía descollar de manera independiente, escindidos de su casa matriz. Tal cosa no es cierta. El propio Andy es ejemplo de una carrera trascendente y con nombre propio. En 2019, Guillermo López fue invitado a PH, Podemos hablar, el ciclo de Kusnetzoff en Telefe, donde se refirieron a las envidias y competencia establecida entre los noteros del emblemático programa.
En 2019 se produjo un pequeño escandalete cuando Daniel Malnatti entrevistó a Mario Pergolini y le dijo: “Vos sos millonario porque sos un crack, sos un genio, sos un tipo diferente... Andy no sé por qué”. Una frase desafortunada en torno a cuestiones muy personales y desconociendo el éxito de su excompañero.
El mito de la mala relación entre Kusnetzoff y Pergolini es eso, un mito. Si alguna rispidez hubo en el pasado, lo cierto es que hoy el vínculo es más afectuoso. Es cierto que Mario nunca aceptó la invitación de Andy para participar de PH, pero lo cierto es que Pergolini no concurre a ciclos donde participan varios invitados.
Última era
La trascendencia de CQC atravesó las fronteras. El formato fue vendido o copiado en diferentes mercados internacionales. Además, algunas de sus secciones, como el Top Five de la Televisión Argentina, fue imitada y hasta convertida en programa con autonomía.
Más allá de la Argentina, el programa tuvo versiones en España, a partir del acuerdo con Globomedia, y en Italia es conocido como Le iene show. También se dio con talento local en Brasil, Chile, Estados Unidos, Portugal, Paraguay, Francia, Holanda, Israel y México.
A pesar de la notable injerencia del formato, cierta fatiga personal llevó a Mario Pergolini a plantar bandera en 2008. Eduardo De la Puente lo acompañó en aquella despedida triste para sus fanáticos.
En 2009, el ciclo, siempre con cierta atmósfera machista y patriarcal se deconstruyó y contó a Ernestina Pais como su conductora principal en reemplazo de Pergolini. Gonzalo Rodríguez también se sumó a la conducción suplantando a De la Puente. Y, en 2011, Guillermo López quedó en lugar de Rodríguez. En esa época, Martina Soto Pose se convirtió en la primera mujer cronista de exteriores del programa.
En 2011 se bajó Ernestina Pais y el programa pasó a América. En 2013 regresó a eltrece de manera semanal y con la conducción de Roberto Pettinato, junto a Clemente Cancela y Diego Iglesias.
Ninguna de las últimas versiones tuvo la penetración, el desenfado, la audacia y la creatividad rupturista de aquella etapa fundacional con Pergolini, De la Puente y Di Natale. El 17 de septiembre de 2014, el ciclo salió del aire para, por ahora, nunca más volver.
Todo nació cuando Pergolini vio una foto, de casualidad como suelen nacer muchos éxitos. Con la marca en el orillo de su creador y de Di Natale y De la Puente, CQC marcó un tiempo. Aún hoy podría volver al aire y seguiría siendo vanguardia.
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