America Ferrera: "La atmósfera política de EE.UU. en este momento está muy cargada"
La actriz habló con LA NACION de la nueva temporada de Superstore y sobre sus inquietudes personales
La figura de America Ferrera , desde lo literal como así también desde lo figurativo, marca un bienvenido cambio dentro del mainstream de la televisión norteamericana. Lo literal tiene que ver con que ella, desde el subidón de popularidad que tuvo con Ugly Betty, elige no construirse como una de esas tantas “mujeres canon de belleza” que parecieran fotocopiarse en todas las series; y desde lo figurativo, porque siempre buscó a través de sus ficciones representar personas “comunes” con las mismas inquietudes que podrían tener sus propios espectadores. Para la actriz de padres hondureños cuestiones como los inmigrantes indocumentados o la importancia del voto son dentro y fuera de la pantalla, tópicos de lo más importantes y, en buena medida, eso tiene que ver con su propia historia y con su rol en Superstore.
En plena etapa de promoción de la segunda temporada de la serie, la actriz atiende, vía telefónica, a LA NACION y a otros medios latinoamericanos y sin dudarlo responde sobre todo, incluso sobre política en un momento tan especial para los Estados Unidos, en donde la comunidad artística se debate entre mostrar su descontento con Donald Trump o apoyarlo.
-Teniendo en cuenta el lugar en el que transcurre Superstore, ¿cuál considerás que es la importancia de esos supermercados en el día a día de una persona?
-Creo que el planteo de Superstore permite que aparezcan muchos tipos de personajes. Ya sea porque trabajás ahí o porque comprás ahí, un supermercado muestra distintas clases de individuos de muchos contextos distintos. Aunque estés en el lugar de empleado o en el de cliente, un sitio así brinda la oportunidad de potenciar la comedia, pero también de mostrar conversaciones que den cuenta de variados puntos de vista porque los supermercados son nexos en los que se encuentra de todo.
-¿Encontrás rasgos de tu personaje, Amy, que tengan que ver con tu personalidad?
-Ella es alguien que hace un trabajo principalmente por el pago y creo que muchas personas están, o han estado, en ese mismo lugar. El arco de la primera temporada arranca con Amy algo desencantada, pero hacia el final ella siente que todo puede cambiar. Yo coincido mucho con eso, con que mucha gente puede relacionarse con esa idea de pasar de estar sin esperanza a creer que las cosas pueden cambiar y lograr momentos de inspiración. Se trata de un personaje bien plantado: es madre de familia y le importa el cuidado de ella misma y de su familia... pienso que mucha gente puede identificarse con alguien como Amy.
-En Superstore sos actriz, pero también productora, ¿qué tan difícil es desempeñarse en esos dos cargos?
-Ambos roles van de la mano. Yo disfruto siendo productora asociada porque junto a los otros productores siempre estamos viendo cuál debería ser la dirección de la serie y ese costado creativo es el que amo de ser productora. Justin Spitzer es el creador de la ficción, él sabe lo que está haciendo y yo disfruto mi rol como productora asociada, así que es muy gratificante para mi colaborar en ese aspecto.
-Casualmente Justin formó parte del equipo creativo de The Office, por eso quería preguntarte qué tan importante es esa serie como referencia.
-Justin estuvo muchos años en The Office y allí hizo un trabajo muy importante como coordinador. En esa serie aprendió mucho como escritor y creo que el vínculo entre ambas es que tienen personajes muy bien definidos y que las dos son comedias sobre el lugar de trabajo. La gente quiere ver cómo crecen y se desarrollan estos personajes y eso es algo que compartimos con The Office. Pero Superstore es su creación, tiene su voz y creo que si bien es distinta a The Office, el beneficio que obtenemos es contar con su experiencia, que trabajó tanto en una serie tan exitosa y divertida como esa.
-¿Cómo cambió Superstore tu vida personal?
-Siempre me interesó hablar con los empleados que trabajan en los supermercados y creo que los personajes que presentamos no están definidos por sus empleos, motivo por el que estas personas son tan atractivas a los fines de la serie. Creo que el estar en ese lugar da la experiencia que el trabajo es solo el medio de conseguir un sueldo. Yo crecí en el seno de una familia trabajadora y sé lo que es trabajar en algo que no te define y que es solo una forma de sobrevivir. Así que pienso que esa es toda una experiencia, por eso siento que cada personaje se define por otras cosas: sus familias, sus orígenes y la gracia del show parte de juntar personajes distintos y encontrarlos en un trabajo que no los define en absoluto.
-Las sitcom han evolucionado mucho con el correr de los años, ¿cuál considerás que es la mirada de Superstore al género y al momento social de los Estados Unidos, previo a las elecciones presidenciales?
-Vivimos un momento de coyuntura para la clase obrera y para varios sectores sociales y la atmósfera política en este momento está muy cargada. Yo crecí rodeada de comedias como las de los setentas, que a pesar de ser entretenidas también se involucraban mucho en lo que estaba sucediendo en el mundo y lo que le pasaba a la gente común. Y creo que Superstore es un poco una vuelta a ese tipo de ficciones, que no huye de las cosas que impactan en la clase trabajadora. Creo que lo genial de esta sitcom es que los guionistas están muy involucrados con lo que le importa a la gente en la actualidad y en esta segunda temporada tenemos episodios que lidian con cuestiones como la píldora del día después o las elecciones y eso tiene que ver con que el lugar en el que se desarrolla la serie permite que aparezcan personajes con ángulos muy distintos y que no tomen partido por las mismas ideas.
-Siempre interpretaste a mujeres reales, hechas de carne y hueso, con problemas reales, ¿creés que tus personajes pueden influenciar a tu audiencia?
-Desde Las mujeres de verdad tienen curvas hasta Ugly Betty, siempre representé mujeres que no suelen aparecer mucho en las ficciones y creo que en Superstore se muestra a muchas personas y sectores a los que les interesa verse reflejadas y que tienen ganas de aparecer. Por ejemplo, en la serie hay un personaje filipino que es indocumentado, algo que le importó a la comunidad filipina que vio en la televisión alguien que los reflejó y la devolución que tuvimos fue enorme. Eso es en gran medida lo que el programa busca.
-¿Qué tan importante es en la segunda temporada de Superstore aumentar el rating?
-No creo que aumentar el público sea necesariamente el objetivo primordial de Superstore. Ahora que hay más maneras y plataformas para ver ficción es clave llamar la atención de la gente y para eso es realmente importante saber quién sos. Creo que por eso tuvimos tanto éxito en la primera temporada, porque hicimos un show que quizá no era para todos y si bien a la gente le tomó algo de tiempo encontrarnos hubo una audiencia para el show. Con el tiempo la esperanza es que, en el boca a boca, el programa siga encontrando a la gente que realmente quiere vernos. Me parece que eso es lo que podemos buscar: hacer que el programa sea algo en lo que creamos. Puede que no seamos para todo el mundo y eso está bien porque de otra forma todo comenzaría a desinflarse y terminaríamos no siendo atractivos para nadie. Por eso debemos mantener con fuerza nuestro punto de vista y nuestra voz.
Cuándo verla: la segunda temporada de Superstore estrena hoy, a las 20.20, por Warner Channel.
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