Vivi Tellas abre su personal archivo
Cuatro trabajos experimentales en el Sarmiento
El ciclo Biodrama es uno de los proyectos experimentales más sólidos de la escena local. Creado hace 7 años por la directora Vivi Tellas, en él dramaturgos y directores han trasladado a escena la vida de un argentino vivo. La nueva página del ciclo, que comienza mañana en el Teatro Sarmiento, del Complejo Teatral de Buenos Aires, posee características propias: será Vivi Tellas misma, directora artística de la sala y creadora del proyecto, la que presente esta vez una nueva propuesta.
En perspectiva, el ciclo tiene una vida propia seguramente nutrida por cada una de las fascinantes historias y sus personales decodificaciones escénicas. "Me gusta pensar a Biodrama como un cuerpo, un cuerpo que tiene su propio biodrama -dice una de las voces más representativas de la experimentación escénica-. Lo que más me emociona es el despliegue en el tiempo que tuvo el ciclo, ver cómo a partir de un punto de partida la idea se fue desplegando y cómo cada artista fue encontrando su propia perspectiva."
-Si se analiza a Biodrama en perspectiva, asoman algunos mojones particulares. Por un lado, y más allá de los resultados puntuales, la fuerte carga experimental que estaba presente en ¡Sentate! , de Stefan Kaegi, y Los 8 de julio , de Beatriz Catani y Mariano Pensotti. En otro extremo, Nunca estuviste tan adorable , de Javier Daulte, y Temperley , de Alejandro Tantanian, con un tipo de escritura más "tradicional".
-En todos los casos, me parece que lo más importante es el riesgo personal que tomó cada uno de ellos. En el caso de Daulte como en el de Tantanian es como si hubieran usado a Biodrama para desafiar a sus propios trabajos. Claro que esas propuestas fueron más "teatrales" que la de Catani/Pensotti, que era algo más agujereado, más ligado al azar, a otro tipo de investigación. De todos modos, en Biodrama hay algo central: todas las obras tienen un trabajo con la persona que está viva, que, de algún modo, pone en crisis a la autoría. Se elige a una persona para que ofrezca su historia y ésta es trabajada en forma poética; después esa persona viene a ver las obras, pero nunca se encuentra con su propia vida.
Más allá de los trece espectáculos que ya formaron parte del ciclo, en todos estos años el término biodrama (¿verdadera creación conceptual de Vivi Tellas?) comenzó a extenderse por la cartelera porteña. Así es como tantísimos espectáculos empezaron a probar ese formato. "Es cierto -apunta ella en su oficina con vista al Zoológico-. Biodrama ofreció un marco para que directores y dramaturgos probaran sus ideas. Terminó dando un marco estético y poético para trabajar."
- ¿Por qué pensás que se extendió más allá del marco institucional o de las modas?
-Mi vida en Buenos Aires fue muy difícil. Viví mucho tiempo con la sensación de que las vidas no tienen valor, o que no se les da valor a las experiencias... Hay algo muy doloroso en todo eso. En mi caso es como haber estado mucho tiempo haciendo de otra persona. Entonces, me pareció que había algo por revelar sobre lo que te pasó; había que darle un valor poético a tu vida. Y lo pensé mucho en función de hacerlo en un teatro público porque son los espectadores los que, con sus aportes, sostienen la sala. Por eso me pareció bueno volver la mirada hacia las personas.
Proyecto Tellas
Quizás en esa refocalización de la mirada radique la repercusión de este brillante ciclo que, en su próximo capítulo, saldrá al ruedo con Archivos, un trabajo de documentación escénica. La propuesta de Vivi Tellas está formada por dos reposiciones: Escuela de conducción y Tres filósofos con bigotes ; y dos estrenos, Mujeres guía y Disk jockey . Según escribe en la información de prensa, "la hipótesis de la investigación es que toda persona es un archivo, una reserva de experiencias, saberes, textos, imágenes, comportamientos. El proyecto consiste en destilar la teatralidad que acecha en esos mundos y ponerla en escena".
Entre los cuatro archivos cree que se arma un "algo". "Es bastante difícil entender lo que pasa con las obras. -explica-. Es complejo saber si es teatro o no... Por eso, después de cada una, haremos una picada temática con los intérpretes para poder hablar. Por ejemplo, después de los filósofos habrá una picada griega y, después del trabajo de los disc jockeys, pensamos dar panchos como sucede después de las fiestas. Me interesa mucho que el espectador no se sienta abandonado luego de ver la obra."
La mesa está servida. De jueves a domingos, cada noche, habrá archivos distintos que, como dice Vivi Tellas, arman en su totalidad algo complejo de definir. En definitiva, esa delicada línea de experimentación que define sus propuestas.
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