Vidrieras que ofrecen historias y situaciones muy particulares
Recién llegada de una fiesta teatral, a Inés Efron ya le toca otra. De la Chicago helada y su festival internacional de marionetas donde el director Mariano Pensotti presentó Arde brillante en los bosques de la noche, obra que la actriz protagoniza, al FIBA de verano en el que dirige Vidriera, en un local de Palermo.
No es una experiencia nueva. Hace poco más de un año, Efron gestionó este proyecto y, con el apoyo de Mecenazgo cultural, se hizo cargo de la curaduría y dirección: alquiló un negocio a la calle por dos meses para mostrar lo que no se vende, lo que no se puede comprar pero sí es observable como un paisaje. Hasta el domingo vuelve a tomar esa misma vidriera para montar seis escenas, performances o situaciones habitadas. Cada una dura dos horas pero están pensadas para ser miradas de a ratos, entre mate y mate. "No hay un desarrollo narrativo, no hay principio ni fin, son situaciones que solo admiten un estado de contemplación. La gente pasa por ahí y se queda mirando; otros vienen y se sientan a pasar el rato, no requiere de atención permanente", dice Efron que invitó a su vidriera a actores, directores, bailarinas y artistas plásticos para que propusieran qué les gustaría hacer mientras la gente pasa.
La coreógrafa Ana Gurbanov en Un tiro, lanza cuchillos contra las paredes; los directores Walter Jakob y Agustín Mendilaharzu, en Juegos con pelotas, muestran cómo se divierten y matan el tiempo cuando no se les ocurre nada; el actor Lalo Rotaveria, desarrolla una cadena de copias de performances muy famosas en Me entusiasmé con la referencia; la actriz y fotógrafa Marianela Portillo del Rayo se transforma en mujer, en una "función", y en hombre, en la otra, en Esta droga que soy yo, no conozco antídoto; el artista plástico Nicanor Araóz, junto a un grupo de amigos, intentarán convertirse en hongos, en Fungi-Parade; y la propia Efron, en Las cosas que importan, hace degustaciones a ojos cerrados: los que prueban son la fotógrafa Flavia Da Rin y el actor Néstor Pérez Kika.
"Todo lo que hago es muy día a día, no tengo entusiasmos permanentes sino que hago lo que me surge. Busco esa liviandad", dice sobre su rol de directora, que le gustó transitar pero no quiere repetir por ahora. En febrero va a filmar una película con dirección de Gustavo Luppi, continúa con sus clases de teatro para personas en tratamiento por adicciones y se prepara para viajar a China y Europa de gira con la obra de Pensotti: "Es el cierre, no vamos a volver con ella a Buenos Aires". Efron está por filmar una película de Gustavo Luppi, continúa con sus clases de actuación para personas en tratamiento por adicciones y se prepara para viajar a China y Europa con la obra de Pensotti. Si bien mantiene una voz y aspecto "aniñado" que ella misma reconoce, la actriz de XXY y La mujer sin cabeza, no quiere interpretar más personajes adolescentes: "Estoy por cumplir 35 y tengo arrugas, ya fue, quiero hacer papeles que estén de acuerdo con este momento".
Vidriera
Dirigido por Inés Efron
Las cosas que importan, domingo, a las 17.
Un tiro, de Ana Gurbanov, domingo, a las 23.
Me entusiasmé con la referencia, de Lalo Rotaveria, mañana, a las 23.
Juegos con pelotas, hoy, a las 20 y mañana, a las 17.
Esta droga que soy yo, hoy, a las 23; y el domingo, a las 20.
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