Una vida destinada a las tablas
El español Yoska Lázaro dirige Llueve en Barcelona, que sube a escena en el Abasto
Levántate y anda. Yoska Lázaro lo hizo sin intervención divina, fruto de un gran esfuerzo y convicción. Abandonó la Facultad de Sociología, la soleada Alicante y luego Madrid, persiguiendo su sueño: hacer teatro. Hoy, convertido en docente y director, presenta Llueve en Barcelona , de Pau Miró, luego de tres temporadas con Los errores de Noé , una puesta de la que mucho se habló por su desenlace original y perturbador.
José Carlos (luego bautizado "Yoska" por sus amigos) nació en Madrid, pero se mudó a los 3 años a Alicante. A los 18, un amigo lo invitó a un ciclo de teatro leído y algo lo cautivó: "Nunca fui buen estudiante. En el teatro encontré un lugar donde los problemas quedaban afuera". Intentó ingresar en la Real Escuela Superior de Madrid, pero por un tema burocrático su sueño se vio frustrado por un tiempo, en el que realizó múltiples trabajos. En la gran ciudad, no todo fue color de rosa: "Tuve malos momentos, pero pensé que, si abandonaba, nunca iba a poder concretar lo que deseaba".
Hasta que una coincidencia le cambió la vida. En el Café del Teatro Español de Madrid, trabajaban Yoska y el actor argentino Adrián Rey, a cargo de la barra. Rey ingresó en el elenco de Las confesiones del pene y le ofreció a Yoska ser asistente de dirección y producción en el equipo de Gustavo Ferrari. Así abandonó su delantal y recorrió su país. "Pasé de lavar copas a comer jamón de jabugo. También planchaba las camisas de la obra, pero sentía que estaba en Disneylandia porque hacía teatro". Nunca había salido de España. Llegó a la Argentina en 2003 y emprendió una gira por el Sur con esa misma obra. Trabajó como productor e hizo algunas publicidades (hizo de esposo de Florencia Peña en unos avisos de pañales), y cine: Las manos , de Alejandro Doria; La mano de Dios , de Marco Risi.
Pero Yoska sentía nostalgia, no por su patria, sino por la actuación. Raúl Serrano y Ricardo Bartís consolaron sus penas. Este último le aportó el interés por centrar sus trabajos en lo nacional, en lo propio. La primera obra que dirigió El ingenio de los Orvantes , con la compañía Teatro a Tres Velas, la misma con la que delineó Los errores de Noé , basado en El plan , de Osvaldo Bayer: "El tema de la dictadura me resultaba interesante, por incomprensible y porque tenía algo que ver con la Guerra Civil Española". Yoska presenta ahora Llueve en Barcelona , de Pau Miró, que comenzó como un proyecto organizado por Actores Españoles en Buenos Aires (AEBA) y respaldado por el Centro Cultural de España (Cceba). Esther Ramos, Kike Gómez e Iñaki Moreno son los actores, junto con la voz en off de Elizabeth Vernaci, que narran la vida de una prostituta sometida por su "chulo", que sueña con un mundo mejor. "Me metí de lleno con la violencia de género. Lo que pretendo defender es que sólo ellas, las mujeres en situación de sometimiento, se pueden cuidar a sí mismas."
Yoska, egresado como director de la Escuela de Arte Dramático, afirma que ha ido evolucionado: "Estoy descubriendo una forma de hacer teatro. Siempre les digo a los actores, antes de cada función, que recuerden qué es lo que queremos contar. Nuestro fuerte es la actuación viva. No me gusta ser titiritero". En enero volverá a España para dar talleres. Ni de aquí ni de allá: su patria es el escenario. "El teatro me organizó. Me reconocí allí a mí mismo. No hay nada más emotivo que eso".
PARA AGENDAR
Llueve en Barcelona: obra de Yoska Lázaro, los sábados, a las 20.30 en el Teatro del Abasto, Humahuaca 3549; $ 40.