Una historia de desamor
"Ma vie de chandelle" , de Fabrice Melquiot. Traducción: Fernando Gómez Grande. Versión chilena: Víctor Carrasco y Juan Manuel Garrido. Intérpretes: Compañía chilena Rko fabrika de los sueños. Actores: Néstor Cantillana, Francisca Gavilán, Francisco Pérez-Bannen. Escenografía y vestuario: Pablo Chiuminatto. Iluminación: Rodrigo Ruiz. Dirección: Víctor Carrasco. En Espacio callejón, dentro del proyecto Tintas Frescas.
En "Ma vie de chandelle", el francés Fabrice Melquiot invade el mundo de una pareja para interiorizarse sobre la realidad de su convivencia. Su intención y su mirada resultan devastadoras. Descubre los ritos sobre los que un hombre y una mujer construyen su vida juntos, pero sobre todo ironiza acerca de una cotidianidad consolidada en la repetición de actos, de discursos, de afectos.
La historia es muy pequeña y los personajes que la conforman, por momentos, muy dolorosos. Un vendedor de seguros conoce a otro (un animador) mientras pescan. Este último dice estar enamorado del primero y es la mujer del vendedor de seguros quien decide llevar al animador a vivir con ellos. Como una mascota, ese nuevo ser se instala en la casa y observa a la pareja, los analiza, los descubre hasta en su mayor intimidad y comenta, continuamente a los espectadores, la verdad de lo que ve. El animador no opina en forma directa sobre los acontecimientos, simplemente los relata, se burla de ellos. A veces, también los organiza para que el público los reconozca con más fuerza.
"Ma vie de chandelle" es una pieza aguda sobre el desamor, sobre las relaciones banales, sobre los amores inconsistentes y sobre todo, es una obra que expone con crudeza las secuelas de una vida desapasionada.
Si bien el texto peca de una extensión excesiva -la reiteración de un juego ya conocido y sin sorpresas atenta contra la atención del espectador-, el trabajo de la compañía chilena Rko fabrika de los sueños resulta muy destacado. Una dirección muy precisa de Víctor Carrasco, que se detiene en los personajes -por momentos cargados de sutilezas- y los hace crecer en su justa medida, vitaliza mucho el planteo y lo torna más doloroso. Los tres actores exponen una buena performance y sobre todo una mirada muy delicada sobre cada uno de los personajes. Esto torna un poco más comprensibles a esos seres patéticos.