Un espacio que se abre para fascinar
Hostería Beninger
Nuestra opinión: buena
Guion: Marcelo Katz y Martín Joab. Dirección: Marcelo Katz. Intérpretes: Xoana Solferino, Alejandra Álvarez, María Carranza, Mariano Russo. Dirección de sombras: Paula Vidal. Teatro: Espacio Aguirre (Aguirre 1270) viernes, a las 22.30.
Detrás de esa puerta en esa calle un poco perdida, ahí nomás de todo, pero no tan a la vista, se encuentra un espacio que fue creciendo año tras año hasta volverse francamente hermoso. Entrar al Espacio Aguirre, aquel que supo desarrollar el reconocido clown Marcelo Katz, es ya una experiencia en sí misma. Hostería Beninger, autoría que comparte con su compañero de ruta creativa, Martín Joab, y que él mismo dirige. Para despistados, el tardío horario de funciones avisa de alguna manera que esta obra no es para niños. Aunque Katz es un maestro de los espectáculos que pueden ser vistos por la mayoría y de todas las edades, en este caso los niños pueden quedarse afuera. No es que su temática sea prohibitiva o los procedimientos no admitan al público más pequeño, pero transita por zonas un poco más inquietantes. Algo del espíritu de Wes Anderson podría sobrevolar esta pieza. Un hotel en medio de la nada con un pasado esplendoroso ha perdido todo su glamour. De aquellas 88 habitaciones quedan funcionando solo ocho, "pero con la misma excelencia", aclara el mayordomo más fiel de todos. El presente alicaído de la hostería ocasiona una afluencia cada vez más pobre de huéspedes. Pero a medida que avanza la acción aparece el verdadero pero escondido secreto de este lugar, que de hacerse popular podría poner en riesgo su esencia. Contar más sería una pena. Alcanza con decir que ahí nomás de la hostería se encuentra un lago con propiedades fantásticas. Un combo de misterio y milagro que por momentos abre y abre más historias haciéndole perder fuerzas a la principal.