Un actor en vena
Está entre dos desafíos artísticos: "La resistible ascensión de Arturo Ui", que se estrenará mañana, y la grabación de "Mosca & Smith"
Quizás hoy por la mañana Fabián Vena haya llegado tarde a la grabación de "Mosca y Smith". Es que ayer fue su cumpleaños y lo festejó con todas las luces, y no hay metáforas en este comentario, ya que se subió a la sala Martín Coronado, del Teatro San Martín, para protagonizar el primer ensayo general con público de "La resistible ascensión de Arturo Ui", el emblemático texto de Bertolt Brecht que se estrenará mañana.
En la obra, el ex Mauricio Dobal de "Resistiré" hace de Arturo Ui, con la dirección del georgiano Robert Sturua, producción del Teatro San Martín y
un elenco en el cual figuran Roberto Carnaghi, Tony Lestingi, Elsa Berenguer, Malena Figó, Marcelo Subiotto y Claudio Da Passano, entre otros intérpretes. O sea, tuvo un festejo de aquellos.
Pero si mañana culmina el largo proceso de ensayos, el proyecto "Arturo Ui" nació con un Fabián Vena más apichonado. Es que cuando Kive Staiff, director del complejo teatral, lo convocó a su oficina para presentarle a Sturua, él fue pensando que si sentía que no podía hacer el personaje se abría. Lo mismo había pensado en 1985 cuando lo convocaron para su primer trabajo en una obra que se presentó en Teatro Abierto. "Apenas me llamaron recordé la obra. Cuando noté que estaba a mi alcance me di cuenta de que no podía dejar pasar la oportunidad. Sé que estoy en el momento de vida ideal para enfrentar un texto como el de «Arturo Ui» y que puedo responder con algo que yo sé explotar: lo gangsteril, que me vendría de mis antepasados italianos, y lo humorístico. Algo similar me pasó con un malo como Doval, personaje que me permitió jugar con el humor sin dejar de ser siniestro", apunta ahora.
Durante la reunión con Robert Sturua pensó que en algún momento el talentoso director iba a decir: "Sáquenme a este muchacho de acá". Pero eso no ocurrió y ahora acá está, en su camarín de la sala Martín Coronado, recordando cada uno de los pasos de esta irresistible tentación llamada Arturo Ui. En esa misma sala, durante la temporada de 1987, había visto desde el pullman la versión que Sturua presentó de "El círculo de tiza caucasiano", con el Rustaveli. "Aquel trabajo me partió la cabeza. Me podría haber quedado días viendo a esos actores", reconoce.
La obra de Bertolt Brecht explica la ascensión de Hitler al poder trasladando la acción a una Chicago en plena crisis y rodeada de gángsters. Para darle vida, Vena dice haber intentado todas las formas posibles: desde algo muy compenetrado con la lógica pero sin humor hasta un estilo chaplinesco, pero superficial y hueco. Con el tiempo, estas dos últimas líneas se fueron complementando. "Al haberme dado cuenta de la diferencia entre esos dos tonos luego sólo quedaba hacer la síntesis. La combinación es muy atractiva porque preparás algo para que aparezca otra cosa que es lo contrario a lo que imaginabas", apunta sobre esta especie de trabalenguas.
En un momento de los ensayos se dieron cuenta de que estaban haciendo una puesta con mucho humor y que debían hacer algo distinto. ¿Cómo es eso?", recuerda que le preguntó a Robert Sturua. "Quedate tranquilo porque la farsa no es cagarse de risa, sino, en todo caso, una leve sonrisa", ejemplificó quien ya había dirigido en la sala "Ricardo III", "El círculo de tiza caucasiano", "La paz de Brest" y "Shylock", con elencos propios o locales.
En esa misma sala, en el marco de la primera edición del Festival Internacional de Buenos Aires, se presentó el mismo texto con dirección de Heiner Müller, en lo que fue su último trabajo, con el elenco del Berliner Ensemble y con la brillante actuación de Martin Wuttke como Arturo Ui. "Me hablan maravillas de ese actor...", dice Vena.
-¿Y vos te querés matar?
-Noooo, pero cuando lo escuché por quinta vez... De todos modos, no me hubiera disgustado ver esa puesta, aunque sí sé que por mis características y las de Sturua hacemos algo distinto.
Luego de su paso por Buenos Aires, la revista alemana Humboldt entrevistó a Wuttke, quien, entre otras cosas, reflexionó sobre la faceta de Arturo Ui. El actor alemán dijo: "Lo mostramos como un selfmade-popstar, producto de su propia fantasía y empeño (...). Basta con sentarse en un avión y echar una mirada a la clase ejecutiva: ahí los tenemos, parapetados tras los ineluctables distintivos del poder -teléfono celular, computadora laptop y el sempiterno maletín-. Cada uno de ellos es un estirado gerente, a cual más exitoso. Visto así, Hitler en mi opinión es el prototipo del selfmademan. Hemos aprendido bastante más de él de lo que pensamos".
"En mi caso -cuenta el Arturo Ui argentino- estoy trabajando con las noticias locales e internacionales de los diarios analizándolas desde la perspectiva de la obra. Creo que el texto rebota en el comportamiento humano cotidiano o en el discurso de las falsas protecciones y la necesidad de seguridad."
Claro que en su imaginario aparece Hitler y, de algún modo, "los grandes hits de los dictadores de todos los tiempos. Cuando hice «Calígula», el existencialismo era algo cotidiano y era doloroso meterse en esos climas. Acá me parece que me voy a nutrir de lo cotidiano. Si en «Calígula» cuanto más de espaldas al público me ponía más poderoso me sentía, en «Arturo Ui» cuanto más de frente esté a la gente más claro se va a entender el mensaje".
De todos modos, lo primero que se le viene a la mente es Cromagnon. "Fijate vos que ni tenemos organizado el placer, el disfrute. Eso es una actitud de desidia a todo nivel. También me llaman la atención las peleas que vemos a nivel nacional, en las que, de un día para otro, las aliados se convierten en enemigos públicos. Esas cosas me llenan para los ensayos", reflexiona mientras se toma un café.
Sobre el distanciamiento brechtiano, apunta: "Sturua lo conoce perfectamente, pero no lucra demasiado con eso. En cierta manera, en la forma de actuar aparece un distanciamiento real, aunque en estos momentos estemos metidos más en la emoción que requiere el texto y en el suspenso que tenemos que darle. Como ves, todas estas cosas no tienen nada que ver con el distanciamiento; sin embargo, lo vas a ver implícito en la obra".
De casa al trabajo y del...
Fabián venía de dos años de locura haciendo televisión y teatro al mismo tiempo. Su trabajo anterior en el San Martín fue justamente con Alfredo Alcon, quien, cosas de la vida, está protagonizando otro espectáculo en el San Martín. "Estar acá en parte se lo debo a Alfredo -apunta-, que insistió para que yo hiciera «Variaciones Goldberg» y él, con su manía de tratarte como si vos fueras Alfredo Alcón, se acomodó a mis horarios de grabación en Telefé. Entré en el San Martín de su mano y por un portón enorme. Seguramente si no me hubieran visto en «Variaciones...» no me habrían llamado para hacer «Arturo Ui»."
El año pasado hizo "Mosca & Smith", y en teatro, "Loca", junto a su mujer, Inés Estévez. Este año sólo iba a ser la segunda temporada de "Mosca...", pero en el medio lo llamaron del San Martín y le rompieron los planes. Apenas dio el sí comenzó una serie de chequeos médicos y a consumir complejos vitamínicos porque sabía que lo que se venía era duro. "Haciendo comparaciones con el fútbol, fue una pretemporada muy dura y ahora estoy entrenado como para ganar el campeonato."
El campeonato ya se está jugando, porque Fabián Vena a las ocho de la mañana está en el estudio grabando "Mosca y Smith", en donde se queda hasta las siete de la tarde. Robando un poco de tiempo acá y otro poco allá, llega al San Martín a eso de las siete y hasta las doce de la noche no para. "Estoy con un promedio de cuatro horas de sueño, pero ya llega el estreno y el ritmo cambia. Claro que todo esto jamás se podría hacer sin una buena cuota de amor a este laburo, de agradecimiento y de responsabilidad. Por otra parte, sé que llego a este espectáculo después de haber recorrido cinco o seis obras de textos grandes. Alguno podrá decir que vengo de «La banda de Golden Rocket», sí. Pero eso me dio determinada capacidad para después esperar y hacer un personaje como hice en «Verdad/consecuencia». Trabajé en obras grandes que me salieron horribles, pero sabía que tenía que ver con una inversión."
Y como lo sabía, seguramente ayer habrá festejado su cumpleaños con Mosca y con Arturo Ui, cosas que hacen los actores.
Mosca y sus dos Smith
En medio de los ensayos de "Arturo Ui", Fabián Vena tiene otro chiche: "Mosca & Smith". Claro que la segunda temporada del ciclo viene, por lo menos, con dos novedades. La primera es que Pablo Rago ya no estará más en la pantalla. La segunda es que el ciclo que crearon Ramiro Agulla y Carlos Baccetti ahora lo produce y dirige Telefé, el canal que emitió la primera temporada.
Sobre el primer tema, Vena, diplomáticamente, prefiere el silencio. De todos modos aclara: "Se verán dos capítulos grabados con Pablo y luego aparece un nuevo Smith, que es Tomás Fonzi, con quien estamos grabando sin parar. El programa de transición, que será el tercero, fue el más difícil porque estarán los dos Smith. Pero quedó bueno y en un mes estaremos en el aire".
Para el actor, Mosca es un personaje que adora. "De entrada funcionó y todavía hay gente que no sabe que Mosca soy yo. En este nueva temporada, de alguna forma estamos corrigiendo los errores del año pasado. A pesar de los idas y venidas con la trama, con los prejuicios y con todo lo que se habló del ciclo, siento que «Mosca & Smith» lleva una alegría que pocos programas tienen", afirma este actor de la tele y el teatro.
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