Terapia amorosa: cosas que pueden pasar en el consultorio psicológico
Autor: Daniel Glattauer / Elenco: Fernán Mirás, Violeta Urtizberea y Benjamín Vicuña / Voz en off: María Figueras / Escenografía: Rodrigo González Garillo / Luces: Marcelo Cuervo / Vestuario: Betiana Temkin / Versión y dirección: Daniel Veronese / Teatro: El Picadero / Duración: 75 minutos / Nuestra opinión: buena
A falta de living, el consultorio del psicólogo parece un lugar apropiado para que estalle el conflicto. Comedia o drama, final feliz o preocupante, la frutilla del postre es la revelación sorpresa de que nada es lo que parece. Toc toc y Bajo terapia, una de autor francés y la otra, argentino, son dos ejemplos muy exitosos del circuito comercial que plantean este cruce de tramas descongestivo y sanador.
Desde el título, Terapia amorosa, el arte de pelear cumple con esa estructura. Texto del austríaco Daniel Glattauer, autor del bestseller Contra el viento del norte, la versión local y la dirección pertenecen a Daniel Veronese, artista de reconocida trayectoria.
Juana ( Violeta Urtizberea ) y Valentín ( Benjamín Vicuña ), matrimonio sobrecargado de reproches, deciden probar destino con un peculiar psicólogo de parejas. El terapeuta (Fernán Mirás) propone distintos ejercicios, pero el resultado es negativo, no hay manera de canalizar tanta violencia. Hasta que, por supuesto, aparece la chance de aliarse contra un tercero debilitado, el propio especialista, cambio que dará pie a otra vuelta hacia el tobogán final.
Los sillones, la mesa, la biblioteca y la lámpara que los espectadores encuentran al llegar a la sala cumplen exactamente lo que prometen. La única sorpresa –al menos para el prejuicio de quienes lo identifican con la televisión– es la actuación de Benjamín Vicuña en un papel desacostumbrado para sus seguidores, el del marido cansado, estructurado y un poco bruto, despojado ya de todo atractivo.
Si en la Eva trans de Copi quedaba expuesta su voluntad de hacer estallar la imagen de actor/galán televisivo, en esta obra se toma el pelo y juega a la par de dos experimentados comediantes como Urtizberea y Mirás, que hacen lo que saben: la mujer agotada a punto explosión y el individuo contrariado por las circunstancias íntimas y profesionales que lo atenazan. Los tres se destacan y otorgan vitalidad a estos personajes tan transitados por las comedias de televisión, cine y teatro, la pareja de la loca y el gordo enfrentada al mediador excéntrico: quieren a sus personajes y los defienden, mantienen en alto la acción todo el tiempo y brindan un espectáculo festejado por esa entrega energética que como piña, va derecho y firme a la quijada.
Otras noticias de Críticas
Más leídas de Espectáculos
"El dolor fue real”. Denzel Washington: su cambio físico, la ayuda que recibió de Lenny Kravitz y una impensada confesión
"Destruido para siempre". La contundente respuesta de Pampita a García Moritán y el nuevo paso que dio en su relación con Martín Pepa
"Fue mucha movida". Fátima Florez: de sus shows en Las Vegas a quién imitará en Carlos Paz y el personaje que no haría “nunca”
La salud del periodista. El motivo por el que Jorge Lanata aún no pudo ser trasladado a la clínica de rehabilitación