Tema del espectador solitario
Suele decirse que para hacer teatro sólo se necesita un tablado, luz de ensayo (a menudo tan sólo una bombita macilenta) y un actor. Nada se dice del número de espectadores ¿uno, varios o muchos?
He sabido de actores cuyos contratos estipulan que no harán función, sino a partir de un número determinado de asistentes. Es un tema subjetivo sobre el que resulta imposible legislar. Por eso me llamó tanto la atención la nota de Laura Reina en la sección Experiencias del suplemento Sábado (página 3, edición del pasado 6 del corriente), titulada "Única espectadora de una función teatral de 5 minutos y 45 segundos".
Siempre me inquietó la imagen del rey Ludwig II de Baviera que asistía en soledad total a representaciones de las óperas de su protegido Richard Wagner, en el Teatro de la Residencia de Munich. Ni siquiera toleraba la presencia de sus edecanes. Luchino Visconti muestra esa imagen desolada -y desoladora- en una breve secuencia de su monumental film Ludwig . Bien es verdad que el ego del rey daba para colmar la sala, y aún más.
Mucho más modesta y breve es esta curiosa experiencia porteña -ideada por el actor chileno Carlos Medel-, pero no menos enigmática y cuestionadora. Porque si algún rasgo define al teatro, aun desde antes de Aristóteles y su preceptiva, es la noción de que se trata de una experiencia colectiva, una ceremonia con evidente connotación religiosa. No sólo por referirse originalmente a la vida privada de los dioses, sino también por tratarse de una ceremonia colectiva que injustamente procura "religare", unir a los miembros de la comunidad en una experiencia de purificación y solidaridad en el miedo, la culpa y la sublimación de los sentimientos y las pasiones.
Sin duda que el curioso experimento del autor y actor chileno responsable del espectáculo no se propone minar las venerables bases de una de las más fascinantes y universales formas de expresión. Se trata tan sólo de un juego, un divertimento fugaz. Momento de reflexión: ¿será tan fugaz como parece? Imposibilitado hoy de comprobarlo personalmente, estampo aquí mi inquietud.