Teatro musical. Las tres Matildas que llegaron para revolucionar el teatro porteño
Isabella Sorrentino, Catalina Picone y Victoria Vidal alternarán en el papel principal de este gran musical que se estrenará en junio, en el Gran Rex, con la dirección de Ariel del Mastro
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Cuando era (más) chiquita, Catalina Picone tenía el pelo cortado como Matilda, la protagonista de la película noventosa que lleva su nombre y que, aunque no fue un éxito en las taquillas, marcó a toda una generación. Solía levantarse más temprano que su mamá y papá y se hacía el desayuno sola. “Como Matilda”, les decía, porque así es una de las primeras escenas del mítico film. Volviendo al presente, Isabella Sorrentino se desenvuelve con soltura mientras le toman fotos y acompaña sus gestos con el movimiento de su pelo, casi como si fuera una actriz profesional y no tuviera solo nueve años; molesta por el sol, lanza un grito al que le siguen amorosas risas: “¿por qué tuve que nacer con ojos tan claros?”. Mientras que Victoria Vidal tiene ocho años y lleva más de la mitad de su vida aprendiendo baile: empezó a los tres, cuando iba a acompañar a su mamá a zumba y le pidió ella también tomar sus clases. Ninguna de las tres había nacido cuando, en 1996, se estrenó la película que ya es un clásico y, sin embargo, ellas fueron las elegidas para protagonizar Matilda, el musical, donde interpretarán a la entrañable niña que creó el escritor británico Roald Dahl y que el primero de junio llega a la cartelera porteña por ocho únicas semanas.
La entrevista es en Vicente López, en un espacio de danza y entrenamiento donde las tres Matildas argentinas recibieron a LA NACION, acompañadas por sus mamás y por parte del equipo de producción de la obra. A la pregunta de si vieron las dos películas sobre la niña inteligente y poderosa que supera el abandono de sus padres y vence a la malvada Señorita Tronchatoro, las tres gritan al unísono: “¡obvio!”. Y es que después de muchos años de éxito del musical en Broadway, en el West End y en teatros de todo el mundo –con música y letra de Tim Minchin y libro de Dennis Kelly–, a fines del año pasado se estrenó la película basada en la obra de teatro, que puede verse en Netflix y que sirve también para calmar la ansiedad antes del estreno teatral en Argentina.
–De las dos películas, ¿cuál les gustó más?
Victoria Vidal: –A mí me gustó más el musical. La otra está buena pero lo que a mí más me gusta es cantar, bailar y actuar; eso me encanta y el musical tiene todo eso.
Catalina Picone: –A mí también. Además, creo que el musical refleja mejor la historia de Matilda.
Isabella Sorrentino: –¡Yo también elijo el musical! Por las canciones y los bailes.
–¿Qué creen que le aportan la música y las canciones a la historia de Matilda?
V.V: –A mí las canciones de la historia de Matilda me inspiran a hacer cosas, me hacen querer ser más valiente y no rendirme ante cada cosa que no puedo hacer. Me hacen ver que tengo que seguir hasta lograrlo.
C.P: –Las canciones te dan algo más. Te dan la imaginación para avanzar y que, si te pasa algo así como le pasa a ella en la película, puedas hacer algo similar. Te ayudan.
I.S: –A mí las canciones me inspiran mucho, primero por sus letras. Me gusta mucho la segunda de Matilda, que se llama “Calma” (“Quiet”), porque es muy inspiradora. Aparece en la escena en la que Tronchatoro le está gritando y diciendo un montón de cosas feas a Matilda, pero a ella no le importa y se va en un globo aerostático, y se dice “calma, calma, no les hagas caso”. Es mi canción favorita.
Las tres coinciden en que les gusta mucho “Calma”, pero también mencionan otras canciones. A la mayor de las tres, Catalina, que tiene diez, le gusta también una llamada “Revoltosos”: “Es la canción de la escena en la que todos los niños se rebelan y empiezan a bailar juntos, porque eso expresa su enojo y su emoción y por medio del baile lo demuestran”. La pequeña Vicky, por su parte, dice que su favorita es “Traviesos”, “porque te muestra que a veces tenés que ser travieso para expresarte y creer en que sos fuerte”. Y agrega Isa: “Matilda hace las travesuras para defenderse de todo lo que le pasa, de lo que le hacen en la casa y en la escuela… ¡que es un montón!”.
Las canciones son importantes para las tres porque, además, fueron el puente expresivo que les permitió ser elegidas luego del proceso de audiciones. A Isabella no le costó demasiado elegir las suyas para presentarse: en casa son todos fans de Disney –su hermano se llama León en honor a El rey León y a ella le dicen Bella por la famosa princesa de la compañía de Mickey Mouse– y su elección fue una versión de “Traviesos” y dos canciones del film Encanto: “La familia Madrigal” y “Un regalo mágico”.
“Yo hacía shows con ella en la panza y soñaba que iba a cantar conmigo. Sin dudas, estoy cumpliendo un sueño con ella”, cuenta María Eugenia, actriz y mamá de Isa, antes de anticipar –entre risas– que esto del sueño lo habló con la psicóloga y recibió su ok. A Papá Leonel, también actor, se le infla el pecho al ver a su hija como la brillante Matilda. Y el orgullo es mutuo: Isa cuenta, con felicidad, que su papá fue parte del elenco de Drácula, el musical.
La impronta artística también fue legado familiar en el caso de Cata, que desde que tiene tres años conoce lo que es un camarín. “Mi papá y mi mamá son cantantes. Desde chiquita en casa escuchaba de todo y empecé a decir que iba a ser actriz, cantante, bailarina, acróbata y todo esto que ya estoy estudiando hoy”, cuenta la nacida en Vicente López, antes de provocar un puñado de carcajadas al imitar la especialidad lírica de su papá Federico.
La única que hizo su camino sin referentes artísticos en casa es Vicky. Su mamá Cristina y su papá Miguel se dedican al comercio exterior y la única artista del hogar es su hija, que integra ahora uno de los tres elencos de niños y niñas de entre 9 y 12 años que le darán vida a los pequeños personajes de la historia de Matilda. “Yo canto como quien canta en la ducha –cuenta Cristina–. Siempre decimos que todo lo que logró hasta ahora es puro mérito de ella”. Lo que las tres lograron hasta ahora. Ni más ni menos que protagonizar Matilda, el musical: cada una será la estrella en uno de los tres elencos que irán rotando funciones en la obra que dirigirá Ariel del Mastro y que tendrá entre su elenco a Laurita Fernández (la Señorita Miel), Agustín “Soy Rada” Aristarán (Tronchatoro), Déborah Turza (la señorita Phelps) y José María Listorti y Fer Metilli (como el padre y la madre de Matilda), gracias a una coproducción entre Carlos y Tomás Rottemberg, Valentina Berger de GO Broadway, Mariano Pagani de MP y Pablo Kohlhuber y Fernando Moya de Ozono Producciones. Los ensayos comenzaron el lunes pasado y las tres ya se imaginan sobre el gigantesco escenario del Gran Rex,
–¿Qué es lo que más les gusta de actuar?
C.P: –A mí lo que más me gusta de actuar es que te metés en el personaje. Yo voy a ser Matilda y cuando pongo un pie en el escenario, ya estoy en personaje. Además, cuando estás en el escenario es como que te convertís en otra persona y eso me gusta, poder ser distintas personas.
I.S: –Apenas tocás el escenario, con todas las personas mirándote, tenés que meterte en el papel.
–¿Es difícil?
I.S: –Es difícil pero para mí no lo es tanto… Por ejemplo, te metés en un personaje con miedo y tenés que actuarlo. O si está triste. A mí me gusta jugar mucho cuando actúo.
V.V: –A mí lo que me gusta de actuar es que, en el escenario, yo puedo vivir lo que estoy actuando.
–¿Es la primera vez que van a actuar en un teatro tan grande como el Gran Rex?
C.P: –Yo hice muchas obras… La última fue en el Luna Park, hice de la hija de Dorothy en El mago de Oz. Me encantó esa experiencia y apenas entraba ya era la hija de Dorothy, tenía re sabido el personaje.
I.S: –Yo no estuve en un teatro tan grande ni tampoco hice obras. Pero hice algo parecido: Navidad en las películas, un concierto-obra en el que fui solista y cantamos canciones de películas de Navidad, como las de El expreso polar, Mi pobre angelito, El grinch… Fue una experiencia hermosa y sé que ahora vamos a vivir una experiencia igual de hermosa o más todavía, que me tiene muy contenta. No me pongo nerviosa, como en las audiciones, porque apenas piso el escenario me transformo y me siento segura.
V.V: –Yo tengo experiencia pero nunca actué en un teatro. Bailé una o dos veces en un escenario y canté solo una vez. Me lo imagino enorme, con un millón de personas viéndome. Pero no me voy a poner nerviosa, porque es una experiencia genial para mí.
Como si no pesara ese imaginario de millones de personas mirándolas, apenas el grabador se apaga las tres van corriendo a sentarse frente a tres ventiladores que hay en la sala para apaciguar el calor. Ellas, sin embargo, lo buscan con un sentido artístico: quieren que amplifique su voz. Como si se hubieran puesto de acuerdo, al mismo gesto lo acompaña de golpe la misma canción: sus dulces voces empiezan a cantar “Calma”, la canción de la que hablaron en la nota y que regalan sin saber porqué. Tal vez porque son generosas, como todo niño, y porque ya están listas para ponerse en la piel de Matilda.
La lectura, al poder
Parte del encanto que tiene el personaje de Matilda es que los poderes que le permiten vencer las injusticias que vive tienen dos orígenes: la telequinesis y su devoción por la lectura, lo que la vuelve una niña tan sensible como curiosa y astuta. “Matilda es una chica muy valiente y muy fuerte”, la describe Catalina. Y Victoria agrega: “¡Y muy inteligente, a la que le encanta leer!”. El personaje entabla una hermosa relación con una bibliotecaria que, en este caso, encarna la talentosa y multipremiada Déborah Turza.
Lo cierto es que Matilda no es la única a la que le gusta leer. Las tres pequeñas intérpretes argentinas que se pondrán en su piel también disfrutan de meterse entre las páginas de un libro y adentrarse por mil y una historias. “Desde jardín que sé leer y escribir”, cuenta Isabella, que por estos días está entusiasmada leyendo, justamente, Matilda, la novela que Roald Dahl escribió en 1988 y que dio origen a la película, a la obra y a esta nota. Y agrega: “Como dice Matilda, para mí leer es tener vacaciones en la mente”.
La mayor de las tres se suma y cuenta –fan de la actuación– que le gustan los libros porque, además, “podés estudiarlos y memorizarlos como los libretos”. “Todavía no leí tantos libros enteros porque son muy largos –explica Cata–, pero me gusta leer porque, a diferencia de las películas, los libros te dan menos información y te permiten más imaginación. Y eso es lo que hace Matilda con su imaginación. En cambio, en las películas no se puede imaginar tanto porque todo te lo están mostrando”.
Para agendar
Matilda, el musical
De Dennis Kelly y Tim Minchin, dirigida por Ariel del Mastro.
Desde el 1° de junio, en el teatro Gran Rex, entradas en venta por Ticketek.
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