Teatro 25 de Mayo: los vecinos, el corazón de una sala que volvió a latir hace una década
El carácter de centro cultural con una amplia programación se debe a la intención de su directora, Monina Bonelli, de responder a las necesidades de la gente de Villa Urquiza
"Los vecinos son los creadores del 25 de Mayo. El espacio no existiría sin el deseo de ellos", dice la actriz y gestora Monina Bonelli, actual directora artística del centro cultural ubicado en Villa Urquiza, que conmemora los diez años de su reapertura con una celebración que se concretará con una serie de acciones que involucrarán a artistas de diferentes disciplinas.
El Cine Teatro 25 de Mayo comenzó a gestarse en 1927. Un grupo de comerciantes del barrio decidió emprender la difícil tarea de darle forma. Juntaron el dinero, lo construyeron y su inauguración se concretó el 23 de mayo de 1929. La obra estuvo a cargo del arquitecto Maximino Gasparutti, un destacado representante de la comunidad italiana de la zona.
La intención de quienes llevaron a cabo el proyecto era dotar el barrio de un escenario similar a los que por entonces se afianzaban en el centro porteño. "Será para el pueblo, un hogar, no una sala de espectáculos más", señaló en su discurso el entonces gerente general del teatro, Luis Andrés Sívori.
Durante décadas, pasaron por allí importantes compañías de teatro, orquestas y cantantes (Carlos Gardel y Azucena Maizani, entre otros), y también se organizaron ciclos de ópera, ya que la sala posee una acústica especial que permite presentar experiencias provenientes del campo de la lírica. En algún momento fue denominada Petit Colón.
El teatro estuvo en funcionamiento hasta 1986. Se cerró y permaneció inactivo durante 22 años. Cuando comenzaron a circular versiones de que el espacio iba a venderse para transformarlo en una discoteca o en una iglesia, los vecinos se movilizaron y lograron que el gobierno de la ciudad lo comprara y lo pusiera en valor y, nuevamente, en marcha. Se reinauguró en 2008.
"Lo que estamos haciendo desde 2016 es darle continuidad a ese espíritu con el que nació el 25 de Mayo -explica Bonelli-. Salimos a reconocer el barrio para que el barrio entre a la sala. Fortalecimos los vínculos con los vecinos y también con los artistas que impulsaron la reapertura, el grupo de teatro comunitario Los Villurqueros, la Asociación Coral Urquiza y Julio Dupláa y Elsa Quatrocchi, los encargados de organizar la milonga que se lleva a cabo los domingos por la tarde. También promovemos que el 25 de Mayo no sea solo una sala majestuosa, sino, además, que se tengan en cuenta la sala redonda (espacio ubicado en el primer piso), la terraza y el barrio que contiene esos ámbitos. Tenemos un concepto de centro cultural de puertas abiertas, pero también de ida y vuelta".
En ese proceso, en 2016 se organizó la experiencia El teatro va a tu casa, una propuesta que dirigió Nelson Valente y que consistía en trasladar un espectáculo de pequeño formato al living de la casa de un vecino. El año pasado la consigna fue El teatro va a tu centro y se llevaron espectáculos a centros de jubilados. Esta temporada será el turno de El teatro va a tu escuela, y los alumnos tendrán la posibilidad de participar de proyectos del grupo Libertablas, que está conmemorando los 40 años de su creación. Lo hace, además, en el escenario de la sala mayor, presentando una retrospectiva de su obra.
Entre junio y noviembre se desarrollará un trabajo que conducirán Jorge Eiro y Marco Canale y al que Monina Bonelli define como "el proyecto estrella". Se trata de Proyecto Urquiza. Se instaló una denominada "oficina de memoria" en la galería del teatro y los vecinos podrán pasar por allí para llevar fotos y programas y participar de talleres. La intensión es reconstruir de manera amplia el universo de esa zona, que crece de manera muy activa. La idea de máxima es dar forma a un espectáculo que en diciembre se presentará en distintos puntos de la ciudad.
En materia teatral la programación seguirá siendo muy variada y estará destinada a distintos públicos. Una novedosa propuesta se estrenará este viernes en la sala principal: Los martes orquídeas, versión teatral de la famosa película cuyo guion fue responsabilidad de Sixto Pondal Ríos y Carlos Olivari. Tendrá una versión de Jorge Maestro y la dirección estará a cargo de Lía Jelín, con Rodolfo Ranni, Graciela Pal, Felipe Colombo, Candela Vetrano y Santiago Otero Ramos. En el espacio La Redonda continuarán ofreciéndose obras de teatro independiente. Los Villurqueros seguirán con su ciclo de varieté, al igual que la asociación coral con sus encuentros.
Habrá una programación exclusiva para el público infantil integrada por cuatro propuestas: Cantando bajo la mesa, de Hugo Midón, con dirección de Gastón Marioni; Doña disparate y Bambuco, de María Elena Walsh, dirigida por Georgina Barbarossa y Rubén Cuello; Libertablas estrenará su versión de Las mil y una noches, y también se podrá ver Romeo y Julieta de bolsillo, de Emiliano Dionisi.
"La gran noticia -cuenta Monina Bonelli- es que vuelve el cine al barrio. Fue un reclamo muy fuerte de los vecinos. Desarrollaremos un ciclo de cine arte para diversos públicos. Debemos hacer una lectura sensible del territorio. Villa Urquiza es un barrio muy familiar, que tiene vecinos históricos y otros que llegaron hace poco tiempo. El 25 de Mayo tiene que dar cuenta de eso y multiplicar su propuesta".