Tarico on the Rotemberg: dos comediantes exquisitos que se ríen de los argentinos y de los presidentes que supimos conseguir
Ariel Tarico y David Rotemberg festejan las cuatro décadas de democracia con un show muy afilado que tiene como puntos más altos las imitaciones políticas y el homenaje a sus grandes maestros en el humor
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Tarico on the Rotemberg: “Sean de Termos y Mabeles”. Autores: Ariel Tarico y David Rotemberg. Intérpretes: Ariel Tarico y David Rotemberg. Vestuario y escenografía: Vanesa Abramovich. Iluminación: Matías Canony y Mario Gómez. Producción musical y arreglos: Eduardo Blacher by La Pirada. Sala: Politeama, Paraná 353. Funciones: los jueves y viernes, a las 20.30; los sábados, a las 20.30 y 22, y los domingos, a las 20. Duración: 100 minutos. Entradas: desde 12.000 pesos. Nuestra opinión: muy buena.
El año pasado Ariel Tarico y David Rotemberg hicieron algunas funciones de Vote 2023, en la misma sala, el Politeama. Fue tal el éxito, que en este naciente 2024 quisieron repetir y regresaron sobrecargados, con Tarico on the Rotemberg: “Sean de Termos y Mabeles”, dedicado a festejar los 40 años de democracia.
El show tiene por epicentro un escenario totalmente despojado, al que por instantes ingresan algunos trastos, un piano o una maqueta muy divertida que simula ser la mítica galería de los Bustos Presidenciales. Estos, tienen la particularidad que en algún instante cobrarán “vida” para decir algunas de las muletillas que formaron parte de su campaña o identidad ideológica.
Ariel Tarico y David Rotemberg se ríen, dialogan o imitan a uno y otro personaje con un leve gesto, o un simple tic y todo lo hacen en un abrir y cerrar de ojos y frente al público, que no para de reír a lo largo de los 100 minutos de duración del espectáculo. El show es de humor político y catártico tanto para el público, como para los intérpretes, ya que de algún modo representa el espejo de una sociedad, que vive el minuto a minuto escuchando o siendo víctimas de las torrenciales y `catastróficas` noticias, con las que, en su mayoría los políticos bombardean a diario a las audiencias, ya sea desde el Congreso de la Nación, o vía redes sociales.
Ni Tarico ni Rotemberg tienen filtro, pero sí mucha simpatía y sonrisas que ayudan a atemperar quizás alguna imitación, o un monólogo en el que verbalizan, o pronuncian algo más picante del candidato elegido. Por supuesto que el que entra y sale y está en el primer puesto es el presidente de la Nación, Javier Milei. Y está demás decir que el propio presidente, con su cabello siempre despeinado, parece el postulante ideal para tomarlo de punto para una imitación o un meme con su muletilla de “¡No hay plata!”. Para el público mayor quizás despierta risas al recordar aquella canción titulada “Despeinada”, de Chico Novarro, que Palito Ortega popularizó en el viejo Club del Clan (para los más jóvenes, como dice Tarico en escena cuando menciona alguien de otra época: gugleenló).
El show comienza recordando algunas anécdotas de la amistad que une a ambos intérpretes. Así en el álbum de recuerdos surgen los años de radio junto a Magdalena Ruiz Guiñazú, o al mítico Héctor Larrea, quien incitó al santafecino Tarico a radicarse en Buenos Aires. De allí, con imitaciones rápidas y concisas del primer mandatario y algunos atisbos de comentarios al famoso DNU, que volverán a retomar sobre el final, Tarico y Rotemberg se ponen un poquitín melancólicos para recordar a un humorista de los quilates de Juan Carlos Mesa y su inolvidable Mesa de Noticias (acá también Tarico aconseja buscar esos datos para saber quienes eran esos señores en los 80), del que formaba parte Gianni Lunadei, un actor que dejó sus huellas en la trayectoria de Tarico. Tal es su admiración que se pone en escena un saco perteneciente a Lunadei, que le regaló la hija del actor fallecido en 1998. En ese minisegmento de homenajes aparece en un breve video Antonio Gasalla, caracterizado como la maestra Noelia, cuando fue invitado por Carlos Menem al acto en homenaje a los 10 años de democracia que se hizo en el Luna Park, el 10 de diciembre de 1993.
Por instantes el show sube sus decibeles y Tarico dispara una imitación tras otra, en las que, apelando a su pasado de historietista, “dibuja” con su cuerpo en escena, desde Néstor Kirchner, a Alberto Fernández, Patricia Bullrich o su infaltable Nelson K (imitación que el propio Nelson Castro afirma disfrutar), entre muchos otros. La imitación de Mirtha Legrand es otro de los hitos de este show que cierra con Rotemberg caracterizado como un sacerdote que repasa partes del famoso DNU como si fuera una lectura del Nuevo Testamento.
El cierre a todo ritmo con los “bustos parlantes” de los expresidentes –lo dicen los comediantes– deja una moraleja: a la democracia la construimos entre todos. Así serán los presidentes que elegimos para representarnos. Tarico y Rotemberg son infalibles y su show, exquisitamente armado, permite algo típicamente argentino: reírnos de nosotros mismos y de los demás.
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