Tarascones y Petróleo, dos verdaderos tanques teatrales que se despiden definitivamente de los escenarios
En el Metropolitan finalizan su magnífico recorrido estas dos obras de culto vistas por casi 300.000 personas, que ganaron 13 premios y que hicieron funciones tanto en Quilmes como en Zurich
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Después de tantas vueltas, dos verdaderos tanques nacidos y criados en la escena oficial, pero con mucho de lo indie en lo que hacen a sus búsquedas artísticas, deciden bajar el telón (¿definitivamente o, como Los Chalchaleros, vendrá una yapa?). La harán compartiendo un mismo escenario: el del Metropolitan de la avenida Corrientes. Se trata de Tarascones y de Petróleo. Con el paso del tiempo, estas dos obras exquisitas se convirtieron en fenómeno de público que lleva años dando batalla. Están protagonizadas por dos cuartetos de actrices de una potencia expresiva única. Las que le pegan un tarascón a lo políticamente incorrecto son Paola Barrientos, Alejandra Flechner, Eugenia Guerty y Susana Pampín en una obra escrita en verso (sí, leyó bien) por Gonzalo Demaría y dirigida por Ciro Zorzoli. Las que hacen de cuatro peones que conviven en un trailer a metros de un pozo de petróleo son las integrantes del grupo Piel de Lava que integran Elisa Carricajo, Valeria Correa, Pilar Gamboa y Laura Paredes. En ese caso, con una obra escrita por ellas misma que también dirigen junto a Laura Fernández.
Los números de cada una de estas comedias desbocadas impactan: Tarascones se estrenó en el Cervantes, en 2016, a cuyo escenario volvió al año siguiente. Desde ese momento, la historia de este “cuarteto de chetas que hace culto de la incorrección política”, según tituló la nota previa al estreno de Carlos Pacheco pasó por El Picadero, el Metropolitan y La Comedia, de Buenos Aires. Pero también por salas de Quilmes, Mar del Plata, Avellaneda y Vicente López. Desde el mañana vuelven al Metropolitan para hacer las seis funciones semanales de despedida. En estos ocho años en cartel, esta aceitada maquinaria teatral hizo 400 representaciones, presenciadas por más de 190.000 espectadores. En alguna repisa deben estar los diez premios que recibieron.
Petróleo se estrenó el Teatro Sarmiento, que depende del CTBA, en 2018. A partir de ese momento se repuso en el Teatro San Martín y en el Metropolitan. A diferencia de las señoras paquetas, la historia de estos cuatro obreros del petróleo perdidos en la Patagonia a cargo de “mujeres que habitan hombres y que se atreven a desnudar su sensibilidad”, según tituló la crítica de Mercedes Méndez, cruzó el Atlántico para hacer funciones en Cádiz, Girona, Madrid, Badajoz, Sevilla y hasta en Zurich. Desde pasado mañana vuelven al Metropolitan para hacer siete representaciones de despedida. En estos seis años en cartel, completaron 250 funciones que fueron presenciadas por más de 90.000 espectadores. En alguna otra repisa deben esta los tres premios que recibieron estas mujeres que hacen de hombres tan machirulos como entrañables.
De imaginarlas como un díptico, ambas piezas reflexionan sobre prejuicios de clase y de género atravesados por un inteligente humor que anida en cada gesto, en cada desplazamiento de estas ocho actrices devoradoras del hecho escénico. La reunión de té entre Martita, Zulma, Raquel y Estela (las señoras desbocadas de Tarascones) y la convivencia forzada de El Formo, Montoya, El Palla y El Carli fueron aplaudidas a rabiar por casi 300.000 espectadores en total (toda una marca aún en términos del teatro comercial). Dato no menor, ni las señoras de vestidos ajustados y peinados con spray ni los “rústicos” se cansaron de colgar el cartelito de localidades agotadas. Habiendo compartido ya los mismos camarines del Metropolitan, ahora, en esta etapa finalimaginaron salir todas montadas a la calle para hacer una pieza gráfica de despedida. Hasta el momento, no lo pudieron concretar por temas de agenda. Pero no sería extraño que en sus activas cuentas de las redes sociales alguna vez aparezcan juntos las señoras de Barrio Norte junto a los toscos trabajadores golondrinas de alma sensible.
En Tarascones, los personajes de Paola Barrientos, Alejandra Flechner, Eugenia Guerty y Susana Pampín se juntan en la casa de Zulma (Barrientos) a tomar el té con masitas generosas en dulce de leche y mucha crema chantilly. Son señoras de clase acomodada que no paran de charlar mientras juegan a la canasta, se toman unas copitas y se confiesan lo inconfesable. Pero en esa deriva el rito de estas damas de polleras ajustadas y escotes generosos estalla en pedazos. Hay una muerte, invisibilizada en la escena, que hace que los buenos modales como las rosas rococó rosadas pasen al olvido. Alejandra “La Negra” Flechner reconocía antes del estreno que “Tarascones es como un policial de mujeres frustradas bien argentas.”
Desde otra perspectiva, el tránsito de esta obra tiene algo de comedia de enredos que excede a lo que sucede en el living de Zulma. Cuando se estrenó, el Cervantes, la única sala que depende del gobierno nacional, lo dirigía Rubens Correa, quien había iniciado su gestión en tiempos de Cristina Kirchner. Se repuso al año siguiente cuando a la sala la manejaba Alejandro Tantanian, puesto en ese lugar por la administración de Mauricio Macri. Y como el mundo parece ser pequeño, o lleno de vueltas asombrosas, quien escribió la obra, Gonzalo Demaría, es el actual director del Cervantes aunque, en verdad, todavía no esté oficializado su nombramiento en estos tiempos del gobierno de Javier Milei (pero, bueno, eso es otra comedia de enredos).
En Petróleo los cuatro personajes terminan conviviendo en medio de un paisaje imposible. La primera vez que Elisa Carricajo, Valeria Correa, Pilar Gamboa y Laura Paredes se vieron vestidas como hombres no pararon de reírse. En el proceso, fueron por todo. Si hasta Pilar Gamboa hizo de El Carli, esa especie de macho alfa, en pleno embarazo con una panza indisimulable. En una nota a poco tiempo de parir, la excelente actriz reconocía: “El otro día en una reunión vi un montón de chabones de patas flacas y embarazados de birra o vino tinto de ocho meses. Chabones que muestran la panza y se la tocan como si fuera un trofeo. Bien, así hace ahora El Carli”.
Entre tapados de pieles y overoles empretrolados
Lejos del terreno de la ficción hay vasos comunicantes entre estos dos cuartetos de actrices de armas tomar de distintas generaciones. Alejandra Flechner y Laura Paredes participaron de la película Argentina,1985 con dos de los personajes femeninos más potentes de ese potente relato coral. Flechner, como la mujer de Strassera; Paredes, recreando el perturbador testimonio de Adriana Calvo de Laborde, secuestrada cuando cursaba el sexto mes de embarazo. En la película también aparece Susana Pampín, como la madre del fiscal Luis Moreno Ocampo que decide no ver hasta que la resulta imposible hacerse la distraída.
Por otra parte, Pampín y Pilar Gamboa también tienen millaje en común. Ambas forman parte de otro colectivo teatral Los primos junto a “los Esteban” (Lamothe y Bigliardi) dirigidos por Romina Paula. Juntos hicieron títulos como El tiempo todo entero, Algo de ruido hace y, más recientemente, Sombras, por supuesto. Es, como Piel de lava, otro grupo de culto. Algunas de ellas también se cruzaron en la película Cetáceos, de Florencia Percia.
A partir del estreno de Petróleo la reflexión sobre el colectivo Piel de Lava se fue expandiendo más del barrio de la escena indie. Simultáneamente, se produjo el estreno de La flor, la maratónica película de Mariano Llinás que protagonizaron las cuatro integrantes. Ese proceso creativo tuvo su primer jornada de filmación el 5 de septiembre de 2009 y su estreno, 3500 días después.
Cuentan que el germen de Piel de Lava remite a un cena del 16 de diciembre de 2003 en la casa de Elisa Carricajo en donde comieron un potente guiso mientras, afuera, hacía un calor de aquellos. El primer espectáculo que montaron fue Colores verdaderos. El grupo de amigas ya se había convertido en grupo teatral (o, sencillamente, al revés sin entrar en contradicción alguna). Luego vino Neblina. Mas tarde, Tren (ahí se sumó Mariano Llinás) hasta llegar a Museo, en el que parecían despedirse o reflexionar sobre un posible final como grupo. Pero llegó Petróleo, en el Sarmiento, con la retrospectiva del grupo y; el año pasado, el estreno de Parlamento.
A partir del suceso de Petróleo se habló mucho del grupo como el primer colectivo de mujeres artistas escénicas que se encargan de la totalidad del proceso creativo. Pero, en verdad, por lo menos hubo uno anterior. Se llamó Gambas al ajillo (1986-1994). Fueron las diosas del under y las verdaderas divas del Parakultural, que fue el antro por excelencia en los 80 y principios del 90. De ese cuarteo arrasador formaba parte una de las integrantes de Tarascones: la gran “Negra” Flechner. Su hermana artística de aquellos tiempos expansivos y también integrante de Gambas al Ajillo era Verónica Llinás. O sea, en tren de asociaciones entre una cuarteto y el otro, la hermana del cineasta Mariano Llinás y, detalle no menor, marido de Laura Paredes, el Montoya de Petróleo.
Para agendar
Tarascones, con Paola Barrientos, Alejandra Flechner, Eugenia Guerty y Susana Pampín.
Funciones: los martes, a las 20.30.
Entradas: desde 11.000 pesos
Teatro: Metropolitan, Corrientes 1343
Petróleo, con Elisa Carricajo, Laura Paredes, Pilar Gamboa y Valeria Correa.
Funciones: los miércoles, a las 20.
Entradas: 11.500 pesos
Teatro: Metropolitan, Corrientes 1343
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