Sensuales, melodramáticos y estallados
Después del éxito de Los mansos, Alejandro Tantanian estrenará mañana Los sensuales, inspirado en Los hermanos Karamazov
Nueve. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve. Nueve actores brillantes de la escena (alternativa, oficial o de la que le guste) se dejaron seducir por Alejandro Tantanian para darle cuerpo a Los sensuales , un trabajo levemente inspirando en algunas páginas de Dostoievski (o un melodrama decididamente inspirado en Los hermanos Karamazov , de Fedor Dostoievski, como le gusta decir a él).
El proceso comenzó en una reunión el 20 de noviembre de hace casi dos años en la que, como ocurrió casi siempre (inclusive para la foto de tapa que se sacó el lunes por la noche) no estuvieron todos. Así, entre momentos espasmódicos y otros de una inquietante fluidez, fue el proceso de investigación. Para la entrevista, cada uno a su momento va desmenuzando los zigzag de este largo y rico proceso.
Comienza, porque sí, Stella Galazzi. Para ella, Los sensuales "es una reflexión sobre la falta de reflexión. Pero no sé, dimos muchas vueltas y está todo muy fresco. Es más, todavía no tengo una postura clara. Sí sé que, por tratarse de un melodrama, habla de pasiones". El cuerpo de estos nueve personajes parece ser el campo de batalla de esas pasiones. A su manera, también lo afirma Diego Velázquez. Su Mijail "es un tipo romántico, depresivo y melancólico que durante la obra se va enamorando de tres de los varones. Es alguien que busca amor".
-¿Esa es su búsqueda y su sensualidad?
-No lo sé. Tiene mucha sensualidad pero no tiene con quién manifestarla. Por eso en un momento estalla.
Para él, Los sensuales es una reflexión sobre cierta idea desaforada e idealista del amor y del deseo. Continúa Javier Lorenzo (o Damien, en la ficción): "De entrada empezamos a trabajar lo que cada uno podía asociar con los personajes de Karamázov . Se trabajó con la novela pero sin necesidad de reproducirla".
La trama comienza con la muerte de Teodoro, papel a cargo de Ciro Zorzoli. Los sospechosos de su muerte son todos hijos del mismo padre, pero ellos no lo saben ("o eso, al menos, simulan", escribe Tantanian). A partir de ahí se desata el desborde que Javier, las veces que no está en escena, se queda pispiando desde un cuartito.
-¿Qué ves desde ahí?
-En general, la escucho pero no puedo ver la obra. De todos modos, sí me queda la sensación de un melodrama todo el tiempo en el cual la música ocupa un lugar protagónico.
A uno de los que le toca bailar y cantar es Nahuel Pérez Biscayart. El fue uno de los actores de Los mansos, un sensual trabajo de Tantanian. "Volví a decirle que sí porque el elenco me parecía súper atractivo, yo los admiraba mucho. Sentí que no podía perdérmelo. Y si bien el talento inhibe, con el tiempo circula una admiración sana, aprobatoria", dice quien hizo de Robin Williams en un videoclip maravilloso. Cosas de la casualidad (o no) ahora hace de un tal William, hermano menor del personaje de Javier. "Sé que en las funciones las cosas se van a armar aunque todavía no sepa por dónde me tiene que pasar el espectáculo por la cabeza, de verdad te lo digo. Entiendo momentos, entiendo una mirada, un vínculo, un instante. Te diría que estoy con una precisión miedosa, ya vendrá la plenitud", explica Nahuel.
Un melodrama inspirado
Gaby Ferrero parece estar atravesando una desbordada plenitud. Tener que cantar las canciones compuestas por Diego Penelas es uno de sus desafíos. Es más, tiene la certeza de que esas canciones no están porque sí. "Cantamos cuando la palabra ya no aparece, cuando no describe nada", dice. La apelación al melodrama también tiene su explicación. "Es que somos todos unos exacerbados", agrega. Claro que los días antes del estreno no la pasa del todo bien. "Siento pánico", reconoce muerta de risa y, como si estuviera guionado, justo en ese momento le suena el celular para recordarle que tiene que tomar un antibiótico.
Los miedos del bailarín y músico Pablo Rotemberg son otros. Quizás estén ligados a que no tiene formación eminentemente actoral. "Al principio me costó, pero después me relajé. Ahora siento que soy miembro de una gran familia desde otro lugar", reconoce. En la familia de los Karamazov, "hago de un personaje casi autista que acompaño al resto con una canción cuando ya no hay más nada que decir".
Mirta Bogdasarian hace de Sonia (hermana del personaje de Diego). "Tiene un momento en la obra en la que esa capaz de amar a morir. Eso es bastante sensual", reconoce con los ojos bien abiertos. Cuando conoce a William, Sonia estalla. "Le explota el corazón. Hasta ese momento no amaba pero ahí entiende todo", dice Mirta. En ese momento, Sonia tiene un bellísimo monólogo. "Quiero que huelas mi piel, que me muerdas, que me mastiques, que me comas, temblar, defenderme, combatir, ser viento, tormenta, tirar las paredes de tu casa y quemar tu ropa y dejarte solo, desnudo, a la luz de la luna, blanco, tiritando. Y acercarme despacio y mirarte, y que me mires y que entiendas que no tenés a dónde ir William, y vengas a mis brazos y te duermas acá mi amor. Acá. Acá". Mirta vibra mientras dice el texto.
En cierto sentido, esa vibración es la que tanto fascina a Luciano Suardi. "Es que todos los personajes aman u odian en una variación de cinco segundos", apunta. Como el resto de los personajes, el suyo está envuelto en relaciones incestuosas hasta que descubre que hay algo más. "Sobre todo, descubre que puede ser mirado con deseo por alguien que no sea sus hermanas. Hasta diría que lo sensual se le configura cuando es mirado".
El círculo (o, por lo menos, el de esta nota) se cierra con Ciro Zorzoli, el que hace Teodoro Tigrov, el personaje que aparece en la primera escena de Los sensuales , el que desencadena una verdadera catarata de emociones, el representante el orden que llega a su fin justo al comienzo de la obra. Si para Luciano su trabajo como actor coincidió como su trabajo como director de Las tres hermanas , para Ciro esta experiencia también implicó compartir trabajo actoral junto con muchos de los actores de las obra que dirige. "Como actor, hace mucho que no formaba parte un proceso como el de esta obra. Por eso llegué como sino tuviera herramientas, lanza o escudo protector alguno". Pero, más allá de los miedos, a los nueve actores de esta obra les sobran herramientas, lanzas y escudos protectores.
A partir de mañana, con el estreno de Los sensuales , a cada uno de ellos quizá les llegue el sueño conciliador. "Ese que permite unir lo soñado con lo real", como escribe Tantanian en el blog de la obra.
Para agendar
Los sensuales, de Alejandro Tantanian.
Camarín de las Musas, Mario Bravo 960. Funciones los viernes y sábados, a las 23.30.
Blog: http://lossensuales.blogspot.com