¡Recital Olímpico!, el encuentro imaginario entre una poeta y una gimnasta

La premisa de ¡Recital Olímpico! es original: un encuentro entre Nika Turbiná, una poeta ucraniana que publicó su primer libro a los diez años y falleció cuando tenía apenas 27 años, y Nadia Comaneci, famosa gimnasta rumana que descolló en los años 70. Ese cruce “fantástico y epistolar” que proponen Camila Fabbri y Eugenia Pérez Tomas, autoras y directoras de esta obra que acaba de estrenarse en el Teatro Sarmiento (Avenida Sarmiento 2715), es el resultado de la imaginación de esta dupla que en 2018 presentó en el Teatro Cervantes En lo alto para siempre, su primer trabajo en sociedad, y revela una entrañable afinidad entre dos niñas prodigio en el marco de un universo onírico donde el tiempo queda levemente borroneado.

El elenco de la obra, que tiene funciones presenciales de jueves a domingos, a las 20, en el recientemente reabierto teatro público ubicado en la zona donde funcionaba hasta hace unos años el Jardín Zoológico, está integrado por Anabella Bacigalupo, Agustina Estarli, Luna Etchegaray, Cristian Jensen, Oriana Lopresti, Laura Paredes, Micaela Suárez y Nina Suárez.

¡Recital Olímpico! iba a estrenarse a principios del año pasado, pero unos días después de un ensayo general con público se decretó la cuarentena por la pandemia del coronavirus y hubo que esperar todo este tiempo para retomar la actividad. “No teníamos material filmado, así que dependimos bastante de la memoria -cuenta Fabbri-. Pero nos reencontramos en la sala y todo se reactualizó muy rápido, por suerte”.

Las dos directoras se conocieron como estudiantes de la Escuela Metropolitana de Arte Dramático (EMAD). “Yo leía sus trabajos y ella los míos. Había una mutua admiración y un deseo compartido de que ese vínculo progresara. Empezamos dando talleres de dramaturgia y a partir de ese vaivén generamos la primera obra juntas en 2017. Ahí entendimos que teníamos que aprender a convivir con nuestras diferencias, sobre todo en términos de montaje, de puesta en escena. En la escritura funcionamos perfecto, en total armonía”.

Los criterios comunes aparecen con mayor fluidez en la escritura, reafirma Pérez Tomas: “Ahí podemos ir y venir, ocupar cada una su espacio, generar controversias y acuerdos, iluminar zonas de la otra con mayor movilidad. Pero en la escena es otro cantar. Fue un gran aprendizaje trabajar juntas. Empezamos cada una con sus certezas bien agarraditas y terminamos poniéndolas en cuestión, contaminándonos con las ideas de la otra, siendo conscientes de las diferencias pero valorizando mucho los aciertos y las zonas de apoyo, que no son tan fáciles de encontrar”.

Fabbri detalla la evolución de ese trabajo en equipo que se va consolidando: “De a poco vamos encontrando cuál es nuestra ruta como creadoras en conjunto, que tiene que ver con ciertas concepciones que tenemos las dos como escritoras y como directoras, con el interés por las biografías de determinadas figuras y de ciertas disciplinas que desconocemos desde la práctica pero igual nos llaman la atención. Ya trabajamos con el tinku, una danza boliviana, y ahora con la gimnasia artística, intentando encontrar su carga metafórica y viendo cómo podemos vincularla con la obra. Es una metodología que vamos repitiendo y afinando”.

Más allá de la importancia del movimiento en escena (una zona en la que colaboró la coreógrafa Luciana Acuña, una de las fundadoras del Grupo Krapp), la palabra tiene un papel clave en la obra. “Hay un gran interés en el lenguaje, en lo que se dice, en lo que se escucha -confirma Tomas.- No se trata de ablandar el lenguaje para conseguir un verosímil, sino de tratar de darle lugar a esa respiración y a esa escucha del texto con el peso que tiene cada palabra. Después, con el pasaje a escena, hay un estallido de resonancias porque los actores también traen su imaginación y su campo sensible al abordar los textos, y eso aporta, es vital. Pero en esta obra en la que trabajamos especialmente el género epistolar, la palabra pasa al frente”.

Para agendar

¡Recital olímpico!

De Camila Fabbri y Eugenia Pérez Tomas

De jueves a domingos, a las 20.

Teatro Sarmiento, Avenida Sarmiento 2715.

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